Ratones Paranoicos en Río Tercero

Artes y Espectaculos 16 de enero de 2021 Por Tribuna
El show en Atilob (Segunda y última parte). Columna de Maxi Carranza
ARTES Ratones

El miércoles 6 enero se estrenó en la plataforma de Netflix “Rocanrol Cowboys”, el documental sobre el grupo porteño los Ratones Paranoicos, bajo la dirección de la productora Plástico. El texto promocional del largometraje expresa lo siguiente: “A través de imágenes de conciertos clásicos y detrás de escena, se cuenta la historia de los indómitos Ratones Paranoicos, la banda de rock más persistente de Argentina”. 

La ocasión sirve para rescatar la primera y única actuación de los Ratones Paranoicos en Río Tercero, el viernes 17 de agosto de 1990 en el boliche Atilob (Liniers 55), al frente del Polideportivo municipal. En la nota publicada la semana pasada se habló del contexto musical que enmarcó aquella visita y de Atilob, discoteca que abrió ese año trayendo además a Los Pericos y a Los Fabulosos Cadillacs. En su paso por la ciudad, los Ratones ya tenían varios discos en estudio y un álbum recopilatorio (Enlace) aunque recién comenzaban su ascenso a la consagración nacional. Habían firmado con la compañía multinacional Sony Music, quien les editó el cuarto disco Tómalo o déjalo en 1990, cuyo primer corte de difusión fue “Juana de Arco”. Un detalle no menor de este trabajo es que dieron a conocer el logo de la banda, creado por la artista Marta Minujin. 

Con respecto a Rocanrol Cowboys, cabe resaltar que el periodista y documentalista cordobés Martín Carrizo aportó las imágenes de los Ratones en el  Chateau Rock de 1989 y en La Falda Rock 1992, que pueden verse en la película y el tráiler de la obra.

Las declaraciones locales

En 1990 el cordobés Diego Quiroga era un estudiante de periodismo de 20 años -en la actualidad es uno de los referentes de la prensa rockera mediterránea- y llegó a Río Tercero especialmente para ver a la banda de Buenos Aires. En el hotel donde se hospedaron los músicos, sobre calle Vélez Sarsfield, pudo entrevistar a Juanse (Juan Sebastián Gutiérrez) el carismático cantante y guitarrista de la agrupación. Lo particular es que la conversación de Quiroga con el líder de los Ratones fue compartida con Alejandro Peirone, oriundo de Los Cóndores, amigo y excompañero de colegio secundario en Córdoba. Peirone por esta época estudiaba medicina, hoy es un reconocido doctor en cardiología pediátrica con distinciones a nivel internacional (Premio UNESCO 2002) y Quiroga tenía un programa en la FM A Galena de La Docta. En una parte de la charla con Juanse -cedida gentilmente por Quiroga-  el rockero dejó su visión de la relación con la provincia: “Esta es la segunda vez que vamos a tocar en Córdoba, la primera fue en el Chateau Rock de 1989 y no éramos muy conocidos aunque el nombre se había escuchado bastante. El Chateau fue una responsabilidad para nosotros y todo salió bien. Algunos grupos cuando se hacen conocidos cometen el error de encerrarse y salir poco a tocar. Yo no me creo Gardel y toco dónde sea”, señaló el vocalista en su paso por la ciudad. 

Por su lado, el médico Alejandro Peirone aporta sus recuerdos de esa noche paranoica: “Lo que sí me acuerdo es que ellos tocaban y la gente estaba muy quieta, no había pogo ni estaban frenéticos. Fue un show más bien frío desde el punto de vista de la conexión con el público. Fue un muy buen recital aunque ellos eran como muy extravagantes para un lugar del interior”. rememoró Peirone.

Boliches y competencia

Atilob abrió sus puertas el 8 de mayo de 1990 y para consolidar la discoteca se trajeron bandas de primera línea como se mencionó anteriormente. El encargado de las relaciones públicas del boliche era Marcelo “Maicho” Díaz, quien recordó aquella actuación de los Ratones Paranoicos y la competencia entre boliches: “Con respecto a ellos no hay ninguna anécdota para contar porque llegaron el mismo día del toque a la tarde y se fueron temprano al otro día. Fueron bastante cerrados y tuvieron poca interacción con la gente. Después, otro boliche de Río Tercero llamado La Usina trajo números muy grosos como Os Paralamas do Sucesso. Tuvimos una época en la ciudad que realmente fue fantástica por la cantidad de shows que había, consecuencia de la disputa entre boliches por la noche riotercerense. Fueron años espectaculares donde se vieron shows de categoría internacional”, comentó Díaz a TRIBUNA. 

Cabe agregar a lo dicho por “Maicho” Díaz que el boliche La Usina (que funcionaba en el ex Cine Gran Río sobre calle Libertad) también contrató a Patricia Sosa y La Portuaria, entre otros nombres ligados al rock. Además, el 28 de julio de 1990 actuó Litto Nebbia en Hot Point, con una entrada a 20.000 australes y la apertura de músicos locales. 

Hablando de disputa entre boliches de Río Tercero, otro que inauguró en 1990 fue Acrópolis Disco, en el mismo sitio donde funcionaba Quincy pero remodelado al estilo de la Grecia antigua.

Quiero verlo en el show

El recital de los Ratones Paranoicos en Atilob no tuvo grupo soporte, lo que fue criticado por Bocha Montalvo, periodista de TRIBUNA por aquel entonces, en su columna de todos los sábados. El músico y cronista comentó la necesidad de convocar bandas locales para aprovechar la visita de números conocidos y hacer de teloneros. Según algunos memoriosos, el boliche no estuvo lleno y los Ratones abrieron con “Carol”, un tema de su segundo disco Los chicos quieren rock de 1988. Durante mucho tiempo, una costumbre de Juanse fue bajarse los pantalones en los shows y mostrar sus glúteos al público. Una acción que a nivel internacional venía haciendo bastante antes Angus Young, el guitarrista de los australianos AC/DC. Río Tercero no fue la excepción y los asistentes observaron atónitos el strip tease a medias del cantante de la agrupación. Las acrobacias de Juanse en los conciertos también son famosas, desde arrojarse al público o trepar por las torres de sonidos hasta alturas impensadas. Tanto arrojo físico le costó una fractura de pierna, justo cuando estaba tocando con los Ratones como soporte de los Guns N´ Roses en el estadio de River. Fue en la segunda presentación del grupo de Axel Rose en 1992 y Juanse debió ser retirado en camilla del escenario. En nuestra ciudad no llegó a tanto y salvo la anécdota de los pantalones bajos se habló más de lo musical que de otra cosa. Ese 1990 fue histórico en cuanto a recitales para Río Tercero y esta nota intenta ser un rescate emotivo de una visita memorable.

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