
Nota de Opinión.
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El momento de retirarse de la actividad comercial llegó para el matrimonio de Tara Covassi y Mario Koskiniotis. Ambos activos emprendedores fundaron Atenas hace 54 años y desde entonces trabajaron juntos en uno de los locales más tradicionales de electricidad e iluminación. La historia se inició en Grecia, donde él nació, y siguió en Río Tercero, donde compartieron su vida.
Locales23/05/2020 TribunaAnte la noticia seguramente muchos se sorprenderán porque ya no podrán pasar por la clásica esquina de Vélez Sarsfield y Remedios Escalada y demorarse curioseando los modernos y elegantes artículos de iluminación. Es que la histórica casa Atenas cerrará sus puertas. Aún no hay fecha definida pero sus propietarios, Tara Covassi y Mario Koskiniotis, así lo decidieron. Es la hora del retiro, dicen.
Y cómo no sorprenderse si Atenas es parte de la historia comercial local ya que trabajó en el rubro por 54 años. El negocio fue fundado por el matrimonio y tuvo algunas otras locaciones antes de llegar a la actual.
Se destacó siempre por el refinado gusto de la mercadería que se vende en el local de los artefactos de iluminación y por la calidad de los productos en el sector de electricidad.
“Llegó el momento de que mis padres descansen, se tomen un tiempo para ellos porque hace más de 50 años que están al frente del negocio. La idea es venderlo, mis padres quieren que continúe, pero ya veremos”, asegura Alexia, una de las hijas del matrimonio.
Desde Grecia
Panagiotis (Mario) Koskiniotis tuvo seis hermanos y cuando tenía cuatro años sufrió la pérdida de su padre en la guerra civil de Grecia. Esto obligó a su familia a trabajar duro para poder subsistir. Estudió como técnico electricista mientras trabajaba en una zapatería. Al finalizar sus estudios recibió una beca para venir a trabajar a Argentina, un país del que no sabía prácticamente nada. Por entonces tenía 19 años.
Su viaje al país lo realizó con el permiso de una tía ya que su madre se oponía a que dejara Grecia. Se embarcaron junto a su hermano mellizo, quien eligió como destino Toronto, Canadá. Ya en Córdoba Mario trabajó en Tubos Transelectric, la fábrica de transformadores de potencia. Había llegado con tres compañeros, uno de los cuales tuvo un triste final ya que murió electrocutado mientras trabajaba. Otro de sus amigos decidió volver a su país y con el tercero -Demetrio Validakis, padre de la escritora Cristina Validakis- llegaron a trabajar en Atanor, en Río Tercero.
Por ese entonces Tara era hija de una familia con buena posición económica que no había conocido de privaciones y disfrutaba de su vida en la ciudad en donde nació. “Su papá era empleado de John Deere y también era luthier famoso”, recuerda Alexia.
El destino cruzó a Tara y Mario en el que por entonces era un paseo tradicional para los riotercerenses, el balneario. El flechazo fue casi inmediato, tanto que a los seis meses estaban casados.
“Mientras mi papá trabajaba en Atanor, mi nono los ayudó a abrir el primer negocio, un local que estaba al lado del Hotel Argentino. Mi mamá cosía pantallas. Años después se trasladaron a otro lugar, en la calle Libertad, y más tarde a la Vélez Sarsfield. El negocio comenzó a crecer, mi papá recorría los pueblos cercanos con mercadería y para que a la mañana antes de salir pudiera dormir algunas horas más, mi mamá cargaba la camioneta y el carro en el que llevaba las cosas”, cuenta Alexia.
Mario hacía los artefactos eléctricos que luego vendía y los había bautizado con el nombre de sus hijas, Alexia y Dafne.
Un ejemplo
Ser el primer proveedor de cables Pirelli en el interior del país ayudó, entre muchos otros factores, a que el negocio fuera próspero. “En aquel entonces se estaba construyendo la Central Nuclear de Embalse y eso le dio a muchos comercios de la zona un gran impulso”, admite Alexia.
La de Atenas es la historia de Tara y Mario, donde hubo momentos de prosperidad y otros que obligaron a retroceder pero solo para tomar nuevo impulso: “El negocio es su vida; creo que es el hijo varón que no tuvieron”, asegura entre risas Alexia.
Mario no dejó de estar presente en el negocio ni un solo día, “si hasta en sillas de ruedas trabajó luego de accidentarse cuando corría en auto”, recuerda.
Su hija admite que el esfuerzo fue de ambos, “ellos son mi ejemplo de trabajo, aprendí a vender -Alexia es corredora inmobiliaria- a partir de sus enseñanzas”.
Nota de Opinión.
La entidad fue fundada en 1936 y a lo largo de los años se consolidó como referente institucional.
La pieza es un ciclo de monólogos breves que el autor escribió durante la pandemia y que este año cumple su segunda temporada de funciones.
Días atrás el Vivero Municipal de Río Tercero cumplió 10 años. Y en ese marco, la Secretaría de Desarrollo Vecinal de la Municipalidad, presentó los resultados del censo de arbolado urbano, y la efectividad de las 700 intimaciones emitidas para los vecinos frentistas planten árboles en las veredas. El relevamiento arrojó, además, cuáles son los barrios con más y menos ejemplares.
El acto estuvo encabezado por el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, acompañado por el intendente Marcos Ferrer, el secretario General de la Gobernación David Consalvi, y el Jefe de Policía Leonardo Gutierrez.
La categoría contó con 90 patinadoras, quedando las patinadoras locales en los siguientes puestos: Lola Pasteris: 33; Victoria Soria: 45; y Zoe Valla en el puesto 47, siendo esta su primera participación en un evento de tal magnitud.
Fue durante las últimas horas de este jueves 19 de junio. Se realizó mediante un operativo coordinado por el Ente Coordinador de Ablación e Implante de Córdoba (Ecodaic), que depende del Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba.
Con esta entrega, el nosocomio provincial de dicha localidad, suma equipamiento clave para la atención de pacientes críticos y consolida su rol como hospital regional de referencia.
La entidad fue fundada en 1936 y a lo largo de los años se consolidó como referente institucional.
Nota de Opinión.
Proyecto del oficialismo. Lo trata el Concejo Deliberante. Además de mano única, se plantearán giros permanentes a la derecha en algunas calles.
La maniobra consistía en estafas reiteradas y usurpación de terrenos, para luego vender derechos posesorios apelando a documentación apócrifa.