Fortalezas propias y debilidades ajenas cambian el aire político de Almafuerte

Regionales 08 de octubre de 2019 Por Nicolás Cravero
Desde noviembre, el radicalimo recuperará la histórica hegemonía al frente del Municipio, de la mano de un reconocido profesional que llega por primera vez a la función pública.
dagum y velez

Aunque el triunfo llegó bajo el sello de Juntos por Almafuerte, -una coalición que también integró al Frente Cívico-, los radicales festejaron como propia la recuperación del poder municipal tras ocho años de justicialismo y tienen argumentos para ello. El odontólogo Rubén Dagum es afiliado al partido desde la vuelta de la democracia y en los primeros movimientos de campaña, ya era el preferido de las autoridades del comité local, aún cuando había varios nombres en danza.

Este reconocido profesional de la ciudad pero sin antecedentes políticos pero sin en distitnas instituciones fue la apuesta para desbancar al PJ, a pesar de la buena imagen del actual intendente Adrián Scorza, recientemente electo legislador departamental, y el promocionado vínculo con el Gobierno provincial, que mostraba como puntos fuertes.

Cuánto habrá de mérito propio y de desgaste ajeno, es una ecuación subjetiva en la que resulta complejo detenerse para explicar qué pesó más en este triunfo que termina siendo claro para la UCR, al menos, con respecto a las últimas dos elecciones ganadas de manera más ajustada por Scorza ante el rival radical de turno, Darío Zalazar en 2011 y Joaquín Ruiz en 2015.

No resultó ser un detalle menor, la fractura interna del PJ, algo que los radicales había atribuido como autocrítica en sus derrotas anteriores. En esta elección dos funcionarios de la actual gestión fueron separados a las urnas y eso es algo que puede haber dividido a quienes la aprobaban. Gerardo Velez, secretario de Gobierno desde 2011 fue la apuesta del oficialismo en desmedro del ex director de Deportes, Gerardo Gimenez, quien decidió seguir su propio camino para mantener la candidatura. Los guarismos muestran que entre ambos sumaron más del 50 por ciento de los votos. Esto no devela qué hubiera ocurrido con ambos “jugando para el mismo equipo”, pero es muy posible que la brecha con Dagum, mayor a 10 puntos, no hubiera existido.

Más allá de los análisis en torno a algo que no es una ciencia exacta como la política, queda claro que los votantes, cada vez eligen más a las personas que a los partidos. Vale como ejemplo recordar que el apoyo al Gobierno provincial de Juan Schiaretti en mayo no se trasladó al candidato alineado del Municipio y los votos obtenidos por Mauricio Macri en las PASO de agosto, poco pudieron hacer para evitar una magra cosecha del PRO en estos comicios locales.

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