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Hacia dónde va el sector agropecuario con el nuevo gobierno

El sector agrícola argentino  tiene alrededor del 80 % de sus costos  dolarizados.   El nuevo gobierno plantea escenarios totalmente distintos para la producción agrícola.

Agro18/08/2024TribunaTribuna
Marcos Peirone

Marcos Peirone
Lic. Adminstracion de Empresas 
Integrante de FAA

El 2023 fue  un año eleccionario y quienes tenían a cargo la administración del  Estado Argentino buscaron, por diferentes mecanismos, hacer que el sector agropecuario vendiera sus productos para poder recuadrar no solo dólares sino también pesos (las retenciones se pagaban al tipo de cambio especial). Estos se llamaron dólar soja (y sus enésimas ediciones) dólar maíz, dólar maní, etc etc. Los objetivos de estas medidas fueron alcanzados pero a un costo que todavía hoy no se pueden cuantificar.  Estas mismas permitieron al sector agropecuario lograr cotizaciones en dólares oficiales muy altas, casi sin retenciones o sobre la cotización internacional. Si bien eran en momentos acotados en el tiempo, permitían mejorar el poder de compra de los granos, siempre hablando dentro del sector agropecuario (servicios, semillas y agroquímicos principalmente); salir a invertir fuera del sector o ahorrar en dólares donde te podías hacer del “físico” era muy poco atractivo al tener brechas superiores al 100%. 

Mientras más se interviene  un mercado el precio del bien no refleja el precio real del mismo. Hacer proyecciones  económicas de la empresa agropecuaria y su rentabilidad era de poca utilidad.

Las primeras medidas del nuevo gobierno apuntaron a modificar el tipo de cambio a 800 pesos: fue una devaluación  muy brusca, que hizo que el ajuste prometido en campaña  impactara sobre casi todos los sectores (principalmente jubilaciones y pensiones).  La teoría dice que una modificación en el tipo de cambio hace que una economía sea más competitiva y permite aumentar rápidamente la  rentabilidad del sector exportador  y el volumen de exportaciones. Pero en una  economía cuasi dolarizada (con precios de productos sobrevalorados en dólares)  lo único que se logra es que los sectores de ingresos en pesos pierdan poder de compra. 

El sector agrícola argentino  tiene alrededor del 80 % de sus costos  dolarizados.   El nuevo gobierno plantea escenarios totalmente distintos para la producción agrícola, donde iríamos hacia a una economía sin intervenciones, pero en la práctica todavía eso no existe: seguimos teniendo retenciones, dólar blend, dólar blue, dólar CCL, dólar Mep, Cepo, brecha cercana al 40 %. 

En Argentina parece una práctica común  analizar si el sector ganó o no dinero, si retiene sus productos, o si especula. No  parece correcto porque nadie le pregunta al sector de venta minorista (por decir uno) por qué tiene esos precios o cuáles son sus márgenes. El sector agrícola solo representa alrededor del 15% del PBI, que aporta mucho dinamismo. 

Cada uno dentro de su empresa agrícola  deberá  adaptarse a los nuevos escenarios que el gobierno les presenta.  De cara a lo que resta del año y inicio de la nueva campaña, aparte de la caída de precios internacionales de los grano, estos dos motivos pueden influir significativamente  en las decisiones.
 

Tipo de cambio Real: la idea de que la tasa de devaluación converja a la tasa de la inflación es algo arriesgado y muy contraproducente para  el sector exportador. Una apreciación cambiaria impacta negativamente sobre la competitividad. En estos siete meses los precios subieron porcentualmente muy por arriba que el tipo de cambio nominal.

Brecha cambiaria: mientras exista va a ser muy difícil que la rentabilidades del sector agrícola sea invertida en actividades productivas ajenas al mismo.

La decisión de vender o no su producción va depender, aparte de lo antes mencionado, muchos más de que se trata de propiedad privada. La producción es de los productores, no de todos los argentinos o del Estado. 

Todo esto más otros factores hacen que el crecimiento económico de Argentina sea complicado, más allá que el estar en superávit fiscal le de al gobierno mayores márgenes de maniobra.       

El surgir de Argentina hacia un horizonte de crecimiento y desarrollo es con una economía libre como se pide desde  la entidad a la cual pertenezco, tipo de cambio único y libre, y cero impuesto a las exportaciones; parece una utopía en los escenarios que estamos, pero si no apuntamos las velas hacia ese horizonte  seguiremos navegando en círculos o para atrás.         

Hoy implementarlas sería desastroso para la sociedad y el Estado pero en algún momento hay que cambiar, venimos del 2011 sin poder crecer.

La situación que el sector afrontó para la campaña 23/24 en líneas generales no es muy distinta a la actual, si bien hay cosas que cambiaron el fondo sigue estando presente.  

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