El músico y productor Lucas Delacroix guiando a la canción en “Somos”

Artes y Espectaculos 23 de julio de 2022 Por Tribuna
Segundo trabajo discográfico del argentino radicado en Dinamarca. Columna de Maxi Carranza.
ARTES Lucas

Lucas Delacroix (31) es un músico y productor que viene del under, en todo el sentido de la palabra. El cantante y guitarrista es oriundo de Buenos Aires pero se encuentra radicado en Copenhague (Dinamarca) desde fines de 2019. En este país, el compositor posee su propio estudio de grabación, instalado en un refugio antibombas post Segunda Guerra Mundial. En este búnker subterráneo registró su segundo álbum en solitario, titulado Somos, editado de manera independiente. El material posee 13 canciones propias y destacadas colaboraciones de Argentina y Dinamarca. 

En cuanto a su trayectoria, Lucas Delacroix inició su labor como sonidista trabajando con Marilina Connor Questa, cuando esta agrupación daba sus primeros pasos. En 2012 grabó y produjo el primer EP (extended play por su sigla en inglés) de Marilina Bertoldi,  "El peso del aire suspirado”, y en 2016 se unió a Parteplaneta como guitarrista. Con esta agrupación giró durante dos años y pasó por Córdoba alguna vez. TRIBUNA habló en exclusiva con el autor, para conocer de cerca su nueva obra sonora.

Análogos invitados
Juan Pablo Alfieri (de Todo Aparenta Normal, quien grabó todas las baterías), Manu Piras (Lobosuave y Nene Almíbar),  Pablo Bustamante (solista y Nene Almíbar), Pepo San Martín (Científicos Del Palo), Rodrigo González (Experimento Negro/La Cruda), Julieta Rod y dos artistas daneses son los invitados a compartir las canciones con Delacroix. Entre los músicos de Dinamarca se encuentra Harry Eucrow en el tema “All the time”, con letra en inglés. 

En febrero de este año, Somos recibió los toques finales y se masterizó en Dinamarca con Brian Mørk Hansen, quien le imprimió el sello analógico al sonido del disco. No es lo único con esta característica del álbum, porque la portada está tomada con una cámara analógica por un fotógrafo brasilero. El lugar de la imagen es un parque que queda en la afueras de Copenhague y el hombre de la tapa es el propio Lucas Delacroix. El cantautor no dudó al ver esta toma e inmediatamente supo que sería la carta de presentación de Somos.

Córdoba de Traslasierra 
En el repertorio de Somos, hay un tema instrumental que se llama “Nono”, el cual está dedicado a esta localidad del Valle de Traslasierra. “Nono” incluso tiene en la grabación el sonido de los pájaros de esta región del departamento San Alberto. Sucede que la familia de la pareja del músico posee una casa en esta zona y todos los veranos la pasan en las Sierras Grandes cordobesas. Allí son vecinos de un nombre legendario del rock como Germán Daffunchio, el guitarrista de Sumo y Las Pelotas. En plan musical, Lucas Delacroix  ha visitado Córdoba como integrante del grupo Parteplaneta. También lo hizo muchas veces como sonidista en distintos lugares de La Docta como el Quality y Refugio Guernica, este último en la zona del ex Abasto. 

Volviendo el trabajo discográfico, entre los invitados hay un compositor danés de 22 años llamado Harry Eucrow, quien participa en “All the time”. El artista, uno de los más destacados de la nueva generación, aporta su voz en esta canción, muy al estilo Tom Waits. 

Hombre al agua
En 2019 el compositor dio inicio a su carrera en solitario con el EP Naufraguemos, que contiene siete canciones, en el cual se filtra el amor por la obra de artistas como Nike Drake, Alain Johannes y Elliot Smith. De hecho, hay una canción titulada “Nick”, inspirada en el músico británico, una de las mayores influencias del autor porteño. El debut del cantante y guitarrista tiene una historia muy particular porque nació de una casualidad. Resulta que Lucas Delacroix fue a cuidar, por varios días, el gato de un amigo que se iba de viaje y no tenía con quien dejar a su mascota. Luciano “Tano” Farelli, el dueño del minino, posee un estudio de grabación y la oferta para Delacroix fue que podía registrar libremente sus temas. Sin dudarlo y con poca experiencia, el  cantante se abocó a grabar lo que terminó siendo Naufraguemos. Lo que todavía no sabemos es si Kiwi –así se llama el felino- tuvo algún agradecimiento en los créditos del trabajo discográfico.

Canciones que fluyen
“En noviembre de 2021 me tomé todo un mes para grabar y producir cada una de las canciones en mi estudio de Copenhague, que es un bunker subterráneo de los muchos que hay en esta ciudad. Se construyeron contra los bombardeos rusos post Segunda Guerra, que al final nunca sucedieron. El proceso fue muy positivo, ya que el invierno en Dinamarca es muy duro y este trabajo me ayudó a aislarme del clima y concentrarme, ya que tampoco hay señal de celular o internet allí abajo”, expresó el guitarrista. Tampoco es casualidad que varios títulos del disco remitan a lo climático: “El mar”,  “Llueve, otra vez” y “Pianolluvia”, ya que las precipitaciones son permanentes en la capital danesa. Además,  el álbum carga con una impronta ligada a lo natural: “Todas las guitarras acústicas que se escuchan en los tracks instrumentales fueron grabadas con el celular y un micrófono en jardines y parques. Los pájaros, el viento, las voces, todo fue captado de manera natural y sin ser forzado. Luego de elegir las tomas, armé la producción encima de ellas. Los melotrones, los loops, los samples y el piano están tocados encima de las grabaciones originales”, relató Delacroix.

Marilina
Consultado por TRIBUNA, Lucas Delacroix se refirió a Marilina Bertoldi (ganadora de un Premio Gardel de Oro en 2019 por su álbum Prender un fuego y referente LGBT), con quien trabajó varios años como operador de sonido: “No me sorprende su presente, era sabido por todos los que estábamos con ella que iba a conseguir cosas importantes. Me hubiera sorprendido que no pasara nada. Me pone muy contento también que se haya convertido en un personaje icónico y cada tanto nos mensajeamos”, señaló el músico.         “Somos todo el tiempo que pasó” dice en un fragmento el tema que da nombre al álbum. Y lo que sucedió para este artista fue una obra teñida de sonidos y canciones que salieron de una estadía bajo tierra en un lejano país del norte.

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