Kalo Chiriklo, un vuelo musical y gitano sin fronteras

Artes y Espectaculos 11 de septiembre de 2021 Por Tribuna
Columna de Maxi Carranza
ARTES Kalo

En 1968, The Beatles publicaron The White Album, que incluía la emblemática “Blackbird”, escrita por McCartney durante una estadía en Escocia. Lo que muy pocos sabían de este tema es que estuvo inspirado en los conflictos raciales ocurridos en Estados Unidos en la primavera de ese año. En la actualidad y mucho más al sur del continente, tomó vuelo otro material sonoro con reivindicaciones sociales. En este caso, se trata del grupo Kalo Chiriklo, que significa Pájaro Negro en romaní, la lengua de los gitanos. 

El disco de este ensamble formado en Buenos Aires presenta cinco composiciones propias y tres temas tradicionales de Europa del este. Además, estos clásicos romaníes están interpretados desde un abordaje contemporáneo en diálogo con ritmos latinoamericanos. 

Kalo Chiriklo se inició en 2016 cuando cuatro amigos comenzaron a experimentar con la música: Aline Miklos (cantante brasilera),  Luciano Bertoluzzi, Benjamín Groisman y el griego Kostas Zigkeridis en acordeón y dirección musical. Con el paso del tiempo, se fueron incorporando nuevos miembros como Juan Olivera (trompeta), Agustín Raubian (percusión) y Juan Bayón (contrabajo), dejando cada uno su impronta en este proyecto. TRIBUNA conversó en exclusiva con Aline Miklos vocalista y una de las compositoras de esta agrupación multicultural.

Pájaro negro  
El nombre de la banda fue tomado de la letra de una canción anónima, que concibió, probablemente, una mujer romaní prisionera del campo de concentración de Auschwitz. En la letra, ella solicita a un pájaro negro que le comunique a su familia que regresará a su casa, a pesar de las dificultades que atraviesa. 

Cabe recordar que agosto es especial para la comunidad porque el 2 de ese mes se conmemora el Holocausto Gitano, llevado a cabo por el nazismo y sus colaboracionistas. Se estima que en Polonia -durante la ocupación alemana- y en Yugoslavia se asesinó a medio millón de romaníes durante la Segunda Guerra Mundial. 

Las obras del primer álbum del ensamble se inspiran en leyendas de origen gitano y  no-gitano (gadje)  de algunos países de América Latina y Europa. A través del lenguaje musical, Kalo Chiriklo busca  desmentir las calumnias, prejuicios y falsedades que se cometen contra esta minoría. En el año 2013, una encuesta del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) arrojó que la comunidad gitana es la más discriminada en Argentina. Aunque no hay datos oficiales, se calcula que en el país viven más de 200.000 romaníes de distintas ramas. Por dar un ejemplo, la canción Maldição (Maldición),  escrita por Aline Miklos con arreglos de Konstantinos Zigkeridis, habla sobre las supuestas maldiciones que arrojaron los gitanos sobre ciudades latinoamericanas. Este tema del grupo está cantado en portugués pero también hay interpretaciones de Aline Miklos en español y romaní. De todas maneras, hay que aclarar que no todos los integrantes de la banda son de origen gitano, como su vocalista. 

Ciudadana gitana del mundo  
Aline Miklos es investigadora y cantante oriunda de Goiana, en el noreste de Brasil, que proviene de una familia con ascendencia gitana, emigrados desde Hungría. Estudió Historia en San Pablo y luego hizo una maestría en Francia, donde comenzó a indagar sobre los orígenes del pueblo romaní. En Europa se contactó con referentes de esta cultura  y formó parte de grupos musicales que tocaban en las manifestaciones a favor de los gitanos en París: “Era lindo pero complicado porque tocábamos en ambientes con mucha discriminación y prejuicio aunque fue un aprendizaje muy grande”, señala a TRIBUNA.  

A nuestro país llegó hace siete años por motivos de estudio, tras haber obtenido una beca en artes visuales, radicándose en Buenos Aires. En contacto con este medio reconoce que es muy difícil romper prejuicios: “Cuando no encajamos en el estereotipo que la gente piensa de los gitanos es como si no lo fuéramos. Si no uso polleras, aretes o incluso si estudio ya no soy gitana. Es tremendo eso y lo escucho siempre. El problema está cuando una persona piensa que es superior a la otra, entonces hay que preguntarse de dónde vienen esas distinciones. Son  ideas que se fueron construyendo en las sociedades hace mucho, incluso con la formación de los estados, donde se definía que era lo nacional y lo que no encajaba en eso estaba mal. Por eso es importante desnaturalizar estas ideas”, expresó a este semanario.

Repertorio
El  álbum, financiado por el Mecenazgo del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, posee el siguiente repertorio: “Ramajana”, “Fantasía”, “Maldição” (Maldición), “Salto del Gitano”, “Lumai” (canción anónima), “Vanushka”, “Santo Clavo” y “Samudaripen” (autor desconocido). Este último es el nombre romaní dado al genocidio gitano durante la Segunda Guerra Mundial y la canción de la que surge la denominación de Kalo Chiriklo. Es un tema tradicional y el ensamble incluyó en algunas partes versos escritos por Aline Miklos. “Fantasía”, la segunda canción, está relacionada al misterio y a todas las imágenes construidas sobre el pueblo romaní en el mundo, llenas de estereotipos que poco tienen que ver con la realidad de la colectividad. 

En cuanto a la cantante  brasilera, además es codirectora y una de las creadoras de FESTIVAR, festival de proyectos culturales con impacto social, que este año tuvo mayoría de propuestas virtuales. Ante TRIBUNA, reconoce que apenas ha visitado Córdoba, aunque conoce  Villa Alpina, Alta Gracia (Casa Museo del Che Guevara) y la ciudad capital. El próximo paso es presentar en vivo el material que ha sorprendido  por su calidad y originalidad, virtudes que lo hacen volar más alto que cualquier prejuicio.

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