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"Cada disco de Horcas, es un desahogo"

La banda tocará en Río Tercero el 24 de junio en el Club Central. Además de Horcas subirán al escenario Instinto Agresor, Demonator, RIP, El Enigma, Con Permiso y Osomnia

Artes y Espectaculos16/06/2018 TRIBUNA
ARTES-HORCAS CANTANTE

EN el último Cosquín Rock los reconocimientos estuvieron a la orden del día. Solo que estos no se originaron entre bandas sino desde el productor José Palazzo. El creador del Festival homenajeó, en primer lugar, a Las Pelotas. Único grupo con asistencia perfecta en todas las ediciones coscoínas. Luego fue el turno de Horcas, banda heavy de Buenos Aires con tres décadas de trayectoria. La agrupación actuó trece años consecutivos en el Festival serrano y por eso el empresario rockero les entregó un cuadro conmemorativo. La placa fue un justo galardón a una formación que supo reinventarse y sortear las adversidades. Horcas nació como uno de los desprendimientos de los emblemáticos V8, quienes fueron pioneros del metal nacional a principios de los ochenta. De allí surgió el guitarrista Osvaldo Civile, quien decidió fundar Horcas en 1988.


Tras liderar el grupo por una década, el músico falleció en circunstancias no muy claras. En esa transición y tras algunas dudas, los miembros resolvieron seguir adelante con el legado de Civile. Carrera en la que se han transformado en un referente de la escena metalera.
El próximo 24 de junio, Horcas llegará por primera vez a nuestra ciudad, a través de EGO Producciones. En el marco del Gritando Verdades Tour, la formación será la atracción principal de un Festival que se hará en el Club Central Argentino.


En barrio Escuela compartirán cartel con grupos de la zona y locales como El Enigma. La jornada comenzará a las cinco de la tarde y culminará pasada la medianoche.
En diálogo exclusivo con TRIBUNA, Walter Meza, el vocalista de la banda, dejó las siguientes expresiones.


-¿Qué nos podés adelantar del nuevo disco Gritando Verdades, próximo a salir?
-Ya lo terminamos de grabar, estamos en el período de mezcla. Como dice el nombre va a gritar verdades. Estamos viviendo un momento complicado del país y como sociedad. Cada uno puede adaptar el disco que se viene a su verdad. Como se siente e interpreta las cosas. Puede ser de un modo material o espiritual. Lo que vos quieras. Y que saque el demonio que tiene adentro, eso que te consume. Cosas que uno no puede hablar o gritar. No tiene invitados especiales. Puede ser que en esta semana decidamos algo pero no creo. Nosotros somos de invitar a los amigos a los shows en vivo.


-Ya adelantaron dos temas, Gritando verdades y Caos mundial, ¿qué nombres van a tener las otras canciones?
-Algunos nombres son Prisión mental, Dominación, Silencios y Metamorfosis. Hay para todos. Creo que es un disco que va a reflejar el momento que estamos viviendo. Y va a servir como válvula de escape. Un disco de Horcas es como un desahogo. Expresarse, porque eso es lo que te hace mal a la salud. Guardarse las cosas malas. Nos va a llevar a gritar y saltar.


-¿Por qué tardaron tanto tiempo en sacar un nuevo material, teniendo en cuenta que el anterior salió en 2013?
-Si vamos a buscar una explicación fue el disco Por tu honor. Fue nominado para los premios Carlos Gardel y realmente nos hizo trabajar muchísimo. Girar por Latinoamérica y tocar bastante por el interior del país. También tuvimos un inconveniente que fue el cambio de baterista. Ya lo teníamos compuesto con el baterista anterior, pero queríamos darle la oportunidad a Elías Martin, para que interprete las canciones como se sintiera más a gusto. Eso se fue dilatando y la razón de no grabar antes fue, gracias a Dios, girar mucho. Somos unas de las pocas bandas metaleras que está girando por el país con toda la infraestructura. Traemos asistentes, sonidistas y equipamiento propio. Eso marca una diferencia y una realidad. Dejamos cosas de lado para nosotros para que la gente tenga un buen show.


-¿Qué les genera tocar por primera vez en un lugar, en este caso Río Tercero?
-Es un sueño también para la gente que hace posible que estemos tocando en Río Tercero. Es como poner la ciudad en nuestro mapa, en nuestro currículum. Nos llena de alegría tocar por primera vez en un lugar porque se van generando vínculos nuevos, si bien tenemos muchos amigos en Córdoba. Es un sueño de los productores, de Jade porque siempre íbamos a Río Cuarto, pero nunca llegábamos a Río Tercero, pasábamos de largo con el micro. Que hagamos ancla ahí va a poner contentos a los que apoyan a Horcas hace mucho tiempo.


-¿Cómo vivieron el reconocimiento que les hicieron en el Cosquín Rock de este año?
-Imaginate que nosotros crecimos de la mano de Cosquín. Palazzo tuvo el gesto del reconocimiento. Creo que solo nos faltaron las primeras ediciones que se hicieron en la Plaza Próspero Molina de Cosquín. Estamos desde que se hace en San Roque y es un mérito porque es el único Festival Federal del país. El reconocimiento estuvo bueno y muy emotivo porque nos hizo ver que ya estamos grandes. Está bueno recibir el mimo de la gente, los productores y la prensa.


-Algún recuerdo o anécdota de tantos shows en Cosquín Rock.
-Cosquín está lleno de anécdotas. Una vez hacíamos competencia de clavados en la pileta del hotel y me quise hacer el Pomelo o el Charly García y me rompí la cabeza. A la noche tenía que subir a cantar y tenía nueve puntos en la cabeza. Creo que fue en el 2011. Sacudía la cabeza y se me abría la herida. Fue una cosa complicada en su momento pero después terminó como una anécdota. Son épocas en que uno es más joven. El último Cosquín lo disfrute por el lado festivo y pensando que quizás es el último porque se vienen otras bandas y hay otras tendencias. También hay que dejarles el lugar a grupos nuevos.


-¿Cuáles son tus discos preferidos de la banda?
-Todo disco fue importante porque le pusimos todo, como un hijo. Creo que Horcas (2002), el disco que grabamos después de la muerte de Osvaldo fue muy fuerte por la carga emotiva. El hacernos cargo de nuestra carrera, el separarnos de él. Sufrimos muchísimo. Después Por tu honor, que le dimos un cierre a un montón de años. Ahora estamos en una etapa de equilibrio y queremos disfrutar con una energía renovada. Siempre el último es el mejor porque nos renueva las esperanzas. Ya cumplí 51 y todavía arriba del escenario siento la responsabilidad de ser un producto genuino y valedero. Tenemos varias generaciones de público y tenemos que reinventarnos con mucho sacrificio.

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