Roberto Rimoldi Fraga: un "argentino hasta la muerte" visitó Río Tercero

Un trabajo muy especial es el que está realizando el taller de restauraciones de Daniel Hattemer. Se trata de un Torino 1969 igual al que  conducía Roberto Rimoldi Fraga, reconocido folclorista argentino, durante sus giras.

 Daniel Hattermer junto a sus hijos Leandro y Roman aceptaron el desafío de llevar adelante este proyecto con instrucciones claras del cantautor: "Volver el auto al color negro que tenía, pintarle una bandera argentina que atraviese el capot, techo y baúl y colocarle las mismas llantas que tenían los Torino que compitieron Nürburgring". 
 "En esa tarea estamos ahora", afirmó Daniel quien esta semana recibió la visita en su taller, ubicado en el parque industrial, de Rimoldi Fraga. 

 En diálogo con TRIBUNA el reconocido folclorista sostuvo que este vehículo representa gran parte de su historia como artista. "El Torino era en ese momento uno de los mejores, era el auto argentino por excelencia", afirmó.
 El hecho de que su Torino tuviera una bandera nacional pintada no es casual y representa sus valores y modo de ver y reflexionar sobre el país. "En mi casa los 365 días del año siempre está izada la bandera argentina y en mi pecho luzco siempre una escarapela", contó.

Defensor de causas nacionales

 "Argentino hasta la muerte" es la marca registrada de Roberto Rimoldi Fraga, quien con el paso de los años logró trascender generaciones y llegar a todos con su música. "Hoy por hoy cuando me presento en algún evento o festival, en el público veo a los abuelos, sus hijos y también a sus nietos, todos compartiendo, disfrutando de la música", enfatizó.

 -Desde muy joven fue un gran defensor de causas nacionales. ¿Qué le diría a los jóvenes hoy?
 -En primer lugar les diría que nunca pierdan el respeto hacia sus padres, que los escuchen y aprendan de sus experiencias, de sus éxitos y fracasos. En segundo lugar les diría a aquellos que quieren dedicarse a la música que le dediquen mucho tiempo al ensayo para que en el momento que tengan que estar en un escenario sean excelentes. Otra de las cosas que siempre les recalco a mis hijos y nietos es que vuelvan a leer, que se empapen de la historia y así van a poder entender muchos de los avatares que ocurren en estos días. Tener un conocimiento real de lo que pasó en nuestro país  permite no dejar que nos digan y hagan creer cualquier cosa. 

 -¿Cuál es la percepción que tiene hoy del folclore en comparación a cuando usted empezó su carrera?
 -Siendo muy sincero estoy muy dolido como intérprete con todo lo que está pasando, porque me considero un defensor de este género musical. Para mí el problema radica en la organización y en el desconocimiento general que hay sobre  quienes fueron los pioneros y los primeros en subirse a los escenarios más tradicionales. Quiero aclarar que no estoy en contra del resto de los géneros y que se fusionen y actúen en el mismo escenario diferentes artistas y bandas, pero sí estoy en desacuerdo en que se use el término folclore como género musical para agrupar todo eso.

Siempre recuerdo el mejor momento de mi carrera, en la cresta de la ola como se dice ahora, y había espacios y escenarios específicos determinados para cada género. Hoy las organizaciones de los grandes festivales parece que unieron criterios y ponen en la misma grilla artistas que nada tienen que ver con la esencia y la tradición folclórica  y esos valores y costumbres se van perdiendo.