
Spineta ahora se hizo libro de fotos, que repasan su trayectoria pública y privada
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Mavi Díaz nació en Bruselas (Bélgica) durante una gira de su padre, el virtuoso armoniquista santiagueño Hugo Díaz (1927-1977), músico que trascendió las fronteras nacionales, logrando un lenguaje propio al tocar su instrumento. A pesar de llevar el folclore en la sangre, Mavi se inició en el rock, género en el que se consagró como vocalista de Las Viudas e Hijas de Roque Enroll (sic). Banda integrada en su totalidad por mujeres que logró un éxito rotundo a mediados de los ochenta. Hace casi una década, la vocalista regresó a la música nativa, liderando el proyecto Mavi Díaz & Las Folkies, grupo que acaba de publicar su tercer disco en estudio titulado Gaucha, compuesto con trece temas propios y que tiene como invitados a Marcela Morelo, Franco Luciani y una portada realizada por el prestigioso artista Marcos López. De eso y mucho más dialogó la cantautora en exclusiva con TRIBUNA.
Artes y Espectaculos13/05/2019 TRIBUNA-¿Cómo llegaron a Marcos López para el arte de tapa?
-Cuando pensamos en la tapa en casa imaginábamos una mujer que estuviera en la portada y que no fuera ninguna de nosotras. Además, del tema Gaucha, que es reivindicar la heroína cotidiana que somos todas las mujeres, hay uno que se llama Caballo de Mar, pero también es la pampa y la tormenta. Cuando terminamos de hablar me di cuenta que tenía que ser una imagen de Marcos López, a quien admiro de toda la vida y soy fanática de su trabajo. Lo que nadie se imaginó jamás es que iba a acceder a hacer esa portada porque expone en todo el mundo y no es lo que suele hacer. Lo llamamos, se copó con la idea y convirtió nuestra fantasía en realidad. Elevó la idea, la transformó haciendo algo increíble, más allá de los límites de nuestra imaginación.
-Tengo entendido que cuando armaron el grupo no se conocían, pero ya casi llevan una década juntas y tres discos con la formación inalterable, lo que no es muy habitual en el ambiente.
-La fórmula para que esto suceda somos las cuatro. Es como si a un bizcochuelo le sacás alguno de los ingredientes. Este grupo es como un milagro y no te digo que no hemos tenido roces, sobre todo al comienzo, pero fue lo que tardamos en acomodarnos. Fue hasta que entendimos lo que quería cada una y nos sentimos cómodas. Apenas empezamos a tocar nos fuimos de gira por el mundo y la convivencia con tres personas que no se conocen tanto puede ser letal. Puede acabar con la banda y terminar con la primera gira. Más allá de la música, las cuatro nos admiramos y queremos. No hay ningún tipo de competencia, ni egos.
-Tienen solo dos invitados en el disco, Marcela Morelo y Franco Luciani. ¿Cómo se sumaron a las canciones?
-No queríamos tener invitados aunque somos muy invitadoras, tanto en los conciertos como en los discos porque tenemos la fortuna que la gente que más admiramos son nuestros amigos. En esta ocasión es un disco muy personal pero queríamos estar solitas. Los únicos invitados son personas que no solo interpretan las canciones sino que fueron hechas para ellos. En el caso de Marcela, en el tema "Madrazas", habla sobre la adopción y de padres y madres que no son sanguíneos sino que ocupan y eligen ese rol. Está basado en la historia de Marcela y la adopción de sus hijos. En el caso de Franco es un instrumental, Churita, que hice para que él lo tocara. Es uno de los mejores armoniquistas del mundo. Después le pusimos un corito como para justificar que estábamos en el disco.
-Más allá de la portada, el disco arranca bien arriba con el tema "No me mates", un manifiesto feminista.
-El concepto, guion e historia del disco se fue armando a medida que las canciones fueron tomando forma. La imagen de la portada fue unificando la sensación del disco. "No me mates" es la última que compuse pero abre porque de alguna manera fue la necesidad de poner en palabras sensaciones que veníamos teniendo no solo como personas sino como mujeres y músicas. Una noche estaba muy trabada con la letra y me fui a dormir enojada pero a la madrugada salió enseguida. Sirvió como destapador porque a partir de ese tema empezaron a fluir las letras. Fue como el toque mágico.
-El año pasado estuvieron grabando con Tweety González los chicos del grupo El Viajante y fuiste la encargada de la dirección vocal de las sesiones. ¿Crees que el aspecto vocal se descuida en las producciones discográficas?
-Me acuerdo de ellos, son muy buenos. No siempre se descuida esa parte. Mejorar la parte vocal no lo hace el productor ya que para eso hay que ser cantante. Puede ser el mejor productor del mundo, ya sea Quince Jones o quien sea, el que te marque una parte vocal pero el punto es cómo se mejora. Es un recurso que hay que manejarlo para saber qué le pasa por dentro al vocalista. Detectar un problema y ver cómo se soluciona en el momento en el que están grabando un disco. A veces tengo la posibilidad de trabajar antes con un artista pero la mayoría de las veces no. Directamente lo conoces en el estudio. Además tenés que ganarte su confianza porque la voz no es como otro instrumento. La voz tiene mucho que ver con la seguridad y la emoción. Lo primero que tenés que conseguir es que la persona se relaje y saque lo mejor de sí. Es muy importante porque es como hacer de psicólogo también.
-¿Te imaginabas cuando estabas con las Viudas, todas las conquistas sociales que ha ido logrando el colectivo feminista?
-Lejos estaba de imaginarme todo esto. En la época de las Viudas tenía que aguantarme que los periodistas me digan en la cara "bueno, por ser mujer está bastante bien". Me lo decían y además lo escribían. Hoy en día irían al cadalso directamente. Llenábamos estadios y ponían que "era demasiado por ser chicas" o cosas así. Me gusta mucho pensar que si hubo un legado que dejamos con las Viudas es que las adolescentes y las chicas que nos venían a ver era decir que se podía tocar la guitarra eléctrica, el bajo y la batería. Cosas que hasta ese momento ninguna banda había logrado en Argentina. Aclaro que siendo popular, porque antes existían otras pero me refiero al estar en boca de todos y en la tele. No había pasado antes y el rol de la mujer, si no eras la cantante, era ser corista o groupie. Entonces ver el avance que las mujeres han hecho ganando todo a pulso, porque nada es gratis, realmente me emociona. Nosotras estábamos muy solas.
-¿Pensás seguir publicando material con la obra de tu padre?
-La idea es seguir sacando porque queda mucho material. Ya editamos la Antología I, II, IV y V. La tres no la sacamos y nos trabamos un poco porque nos falta una canción. Somos muy rigurosos en esos trabajos recopilatorios y no la queremos sacar hasta que aparezca ese tema. Si puedo a fin de año sacamos la antología que falta y retomar en el 2020 con la obra de mi papá. Me han hecho propuestas de editar un libro pero no está en mi mente todavía escribir algún capítulo para eso. Cuando encuentre un investigador serio le aportaría todos los datos. Lo que no hay mucho es material audiovisual. La película de mi papá está muy ilustrada con fotos. Y eso que estaba en la tele todo el día pero antes se grababa una cosa arriba de la otra y se iban perdiendo registros valiosos.
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