En Corralito respetamos aquella sabia regla de no gastar más de lo que se tiene”, enfatiza el intendente José Ignacio Scotto, en relación a la administración de los recursos municipales.

Aunque parece una regla básica no solo para gobiernos sino diferentes estratos de la sociedad, -desde cuestiones privadas hasta instituciones públicas-, el dirigente es consciente que en este caso, la excepción suele superar a la regla y no duda en destacarlo como hecho distintivo.

La referencia se ve respaldada por el cierre de otro año con un superávit fiscal del 14%, es decir la diferencia porcentual entre los ingresos y egresos públicos, según precisó el jefe comunal.

En este marco, afirmó que busca forjar un perfil de administración que no es nuevo para el Municipio y responde a una “política de Estado” , ya que viene ocurriendo con distintas gestiones, aunque de la misma fuerza política, desde hace más de 20 años.

“Sabemos que Argentina gasta más de lo que tiene y el déficit fiscal parece algo común de lo que ya no se habla, pero yo siempre digo que administrar un Estado es como una casa pero más grande. No endeudarse es unadecisión que requiere de tres factores: eficiencia, eficacia y responsabilidad”, expresó Scotto.

Si de números se habla, también remarcó que en 2021 alcanzaron una ejecución presupuestaria del 93 por ciento y a su vez, casi un 40 por ciento de los fondos invertidos fueron para obra pública, principalmente, adoquinado, red de gas natural y puesta en valor del Centro Juventud Agrario.

En la misma sintonía, el intendente afirmó que el Municipio no tiene deudas para renegociar, ha cumplido con todos los vencimientos y solo afronta compromisos financieros con la Provincia por la obra del gas, que se van asumiendo con descuentos mensuales fijos de la coparticipación, a través del
denominado fondo permanente.

Scotto asegura que esta política de austeridad no le privó de llevar adelante sus objetivos. “No dejamos de hacer cosas, solo que las hacemos de manera distinta, como por ejemplo, buscar precios o no cambiar algo que se puede conservar, porque después empezas a sumar y es mucho”, explicó.

“Al final de mi mandato podré responder si por cuestiones económicas no pudimos ejecutar algunos de los proyectos que tenemos por delante, pero solo tomaría una deuda si sé que la vamos a poder pagar y nunca lo haría para afrontar gastos corrientes porque ahí estaríamos en problemas”, agregó.