En la mira: creación de un Banco y municipalización de servicios

Locales 04 de julio de 2020 Por Tribuna
Entrevista al intendente Marcos Ferrer. Los proyectos pospandemia.El intendente Ferrer indicó que los municipios pretenden decidir ellos mismos sobre la flexibilizaciones en el territorio.
Ferrer

El reclamo de autonomía para decidir aperturas 

Cuatro definiciones políticas contundentes esbozó ayer el intendente Marcos Ferrer. La primera de ellas, que promete ser de alto impacto, apunta a la creación de un Banco municipal avalado por las normativas del Banco Central de la República Argentina; una serie de cuestionamientos acerca de la forma en que se plantea la cuarentena en esta etapa de distanciamiento social; un "pedido" político al Gobierno nacional en su rol de dirigente opositor; y la apertura de un capítulo conflictivo con la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos por el futuro de la concesión del servicio de agua y cloacas. 

El jefe comunal dialogó ayer en exclusiva con TRIBUNA vía Zoom.
-¿Cómo analiza esta nueva fase de distanciamiento social en la pandemia de Covid 19?
-Es lógico que se diera, al menos en el interior de la provincia, no sé si tanto en la capital. Hace tiempo que estamos en condiciones de empezar a volver a la nueva normalidad, a la circulación libre y a que las actividades vuelvan a funcionar. Pero a ciencia cierta, en función de los anuncios del gobernador (Juan Schiaretti) no ha cambiado demasiado. Eso preocupa un poco: hay actividades muy golpeadas que no hay argumentos para sostener que sigan cerradas, y más en ciudades como Río Tercero y el  resto del departamento, donde no hay circulación viral.

-¿Cuáles son las actividades que deberían abrir?
-Los gimnasios, por ejemplo. Creo que con protocolos sanitarios podrían funcionar tranquilamente. La única excusa que yo he escuchado es que son espacios cerrados, pero de la misma manera son cerrados los bares y restaurantes y también en esos lugares existen los elementos de uso común. En otras actividades se ha resuelto y no entiendo porque no se da el ok definitivo a esto (las flexibilizaciones son decididas por el COE provincial). Lo mismo ocurre con los natatorios. De hecho el pilates está habilitado y no los gimnasios. Ahí hay un pequeño ruido porque nosotros somos los que tenemos que comunicar las decisiones pero no somos quienes las tomamos. Cuando uno toma una decisión, está basada en argumentos. Pero tener que explicar la decisión de otro y no tener argumentos, se hace muy difícil. Con muchos intendentes no encontramos una explicación razonable acerca de que algunas actividades no estén funcionando. Ocurre que nosotros estamos limitados. Podemos hacer planteos, que los hice al COE de toda naturaleza, y nos hemos encontrado con respuestas negativas pero no con los argumentos. No le sabría decir hoy porqué el gimnasio tiene que estar cerrado.  

-¿Aspira a una apertura total?
-Aspiro a que el control lo tengamos los intendentes.  Nosotros no somos empleados del Gobierno provincial. Somos personas electas que cargamos con responsabilidades. Hemos sido electos para gobernar y tomar decisiones y hoy estamos funcionando como rehenes de un sistema que ya no tiene mucho sentido, tal vez sí lo tenía al principio cuando (el virus y su comportamiento) era desconocido para todos. Hoy conocemos los protocolos y se ha mantenido la zona sin casos positivos de coronavirus. Y Río Tercero fue una de las ciudades que se ha adelantado a muchas medidas, como el barbijo: fuimos la primera ciudad del país que estableció su uso obligatorio. Además los controles son reconocidos. Llegó el momento que nos dejen tomar nuestras propias decisiones, porque no necesitamos un papá que nos diga qué hacer y qué no. En el COE si bien hay personal sanitario, también hay políticos y no conocen nuestra realidad. No es una crítica. Son personas de otras ciudades que no viven acá.  Tendríamos que tener un poco más de poder de decisión. 

Ferrer apuntó que el Municipio no pagará contratos caros y analiza la municipalización. Basura y agua.

-¿Cuál cree que es el impacto económico de la extensa cuarentena?
 -Muy fuerte y negativo. Desde el punto de vista económico Argentina va a ingresar en una situación de crisis, que estará vinculada a la devaluación de la moneda que se va a profundizar, al impacto de la inflación cuando se reactive el consumo, todo esto sumado a la situación de la deuda del país. El escenario será complejo y Río Tercero no será la excepción. La recaudación del Municipio está caída en un poco más del 40%, en todas las tasas. La coparticipación cayó en un inicio en un 40%, se achicó al 30% y viene lentamente recuperándose, pero no superó el 25% de caída. En ese contexto vamos a tener que restringir gastos de todo tipo y postergar inversiones. Ojalá que haya una recuperación rápida.

-¿Es posible recibir ayuda directa de la Nación?
 -Lo hemos planteado. Incluso tuve una charla telefónica con Martín Llaryora (intendente de Córdoba) y tenemos visiones comunes. Pero hay una decisión política del Gobierno nacional de administrar los fondos desde Buenos Aires y girarle a los gobernadores determinada cantidad. Por suerte en Córdoba el gobernador Schiaretti ha coparticipado esos fondos a los municipios.  Nos ha servido de apoyo pero mínimo. La situación de los municipios en general es crítica. Creo que debería haber un auxilio directo de la Nación a los municipios. En la provincia de Buenos Aires eso está ocurriendo. 

-¿Cómo se maneja el Municipio en los compromisos en personal y servicios?
 -Con el personal hemos intentado cumplir con la responsabilidad de los salarios hasta hoy. En algunos casos hemos tenido que dividir los pagos. En general los sueldos están al día y los aguinaldos van a  ser un desafío. La Provincia nos ha autorizado a pagarlo en tres veces. Al día de hoy no le puedo decir en qué momento vamos a pagar los aguinaldos. Sí estamos conversando y acordando con el gremio. 

Contratos viables o municipalización
 -¿Y sobre los servicios?
 -Se han ido encareciendo por la inercia inflacionaria. Hay un desequilibrio muy grande con nuestra Cooperativa en luz, alumbrado público, agua y cloacas, como consecuencia de la quita de tasas en un determinado momento que ha provocado un desequilibrio muy grande y una deuda con la Cooperativa. Esto es una consecuencia de no reestablecer esas tasas en los servicios y que desde la entidad cooperativa se planteó y fomentó que lo caro de las facturas eran los tributos. Como consecuencia de ese planteo político durante tanto tiempo y haber logrado el objetivo de sacarlo, se creó un desequilibrio tan feroz entre lo que paga el Municipio y lo que le cobra a la Cooperativa que hoy se está generando una deuda, mes a mes, que es insostenible. Hay que resolverla y para ello es con un ingreso. Pero esto es responsabilidad de la Cooperativa también, porque durante mucho tiempo plantearon que lo caro de su factura eran los tributos, cosa que no es verdad. Lo caro son los servicios. Está claro hoy que los tributos no están más: la luz sigue siendo cara. El Municipio no es el problema y tal vez no lo sea la Cooperativa sino la realidad en la que vivimos. Para tener una idea, en alumbrado público pagábamos en su momento con los subsidios unos 500 mil pesos de energía por mes, y hoy  pagamos tres millones. Y paralelamente la tasa municipal no está más. La relación es inviable. En esos términos es insostenible cualquier contrato de servicio. Vamos a terminar prestando desde el Municipio todos los servicios para abaratar los costos.                             

-¿Y sobre la recolección de residuos?
 -El caso es similar. Es un contrato que está basado en una economía que debería ser más estable. Ante la corrida inflacionaria y variación de los sueldos se hace insostenible. Es un contrato que termina en breve. Tendremos que acordar una prórroga con criterios nuevos o lamentablemente vamos a tener que analizar alternativas al servicio porque son insostenibles. Yo no voy a fundir a la Municipalidad para pagarle los servicios a nadie. Voy a buscar la manera de ahorrar para sostener la economía de la ciudad. 

-Tanto con la Cooperativa como con la empresa privada espera llegar a acuerdos, ¿en caso contrario no descarta municipalizar los servicios?
-No lo descarto para nada, porque nosotros no vamos a pagar lo que las cosas no valen. Y no vamos a pagar lo que no podamos. Yo tengo la responsabilidad de administrar y el Municipio debe estar equilibrado. En la relación con los contratos de servicios no puede ser siempre el Municipio el que pierda. El Municipio ha sido siempre la gallina de los huevos de oro pero esa historia se acabó. Tenemos que tener un equilibrio económico que debe ser histórico. No puede ser que el Municipio no pueda avanzar en obras públicas, en inversión, en reacondicionar su parque automotor y reequiparse, no puede hacer nada porque tiene que pagarle a empresas servicios que son caros, mientras ve cómo crecen estas empresas. Ese desequilibrio no ocurrirá más en Río Tercero al menos mientras yo sea intendente. 

-¿Qué plan postpademia tiene en agenda?
 -En la medida que nos recuperemos económicamente vamos a avanzar en la reactivación de la obra pública. Hemos hecho gestiones importantes ante la Nación y seguramente van a ver obras. Hemos avanzado en muchas conversaciones con el gobierno de la Provincia. Una de las alternativas es invertir en el casco céntrico de la ciudad para reactivar la economía comercial. Queremos hacer esa obra. Vamos a firmar un convenio con la Secretaría de Ambiente de Juan Carlos Scotto para utilizar maquinarias e intervenir en la costanera del río. Río Tercero tiene que mirar hacia el balneario. Estamos analizando además la creación de un Banco municipal de la ciudad de Río Tercero, cuyo objetivo estará centrado en la economía local, más allá de utilizarlo como herramienta de financiación para el Municipio. Hace tiempo que tenemos a todo el equipo de abogados estudiando los parámetros formales de la concreción de una entidad de esta naturaleza  y ver si se pueden sumar actores privados. Se puede hacer una sociedad mixta. Con capitales locales y que sirva a la economía de Río Tercero. Que todos tengan un circuito propio de inversiones y oportunidades. Estamos analizando si hay algún impedimento de tipo legal, pero a priori no. Hay requisitos técnicos para cumplimentar, pero la idea es avanzar en el corto plazo. Y estamos analizando crear una empresa de gas para poder administrar parte del servicio. Debemos demostrar que desde el estado municipal se puede ser eficiente. Es tratar de establecer que desde la misma ciudad surjan soluciones.  

      

"Esperemos que el Presidente tome el mando"

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Más allá del manejo político y hasta administrativo de este momento excepcional que vive el país, el intendente Marcos Ferrer va camino a posicionarse como un dirigente radical de peso en la vereda opositora. Ferrer administra una de las municipalidades más grandes del interior y ese capital es sin dudas gravitante en el radicalismo provincial, con importantes sectores que plantean una renovación a fin de año cuando se celebren las postergadas internas partidarias. 

No solo fue crítico acerca del manejo de la cuarentena en esta etapa, reclamando implícitamente más poder de acción dentro de la autonomía jurídica de los municipios, sino que evaluó que el rumbo que está tomando el Gobierno nacional presidido por Alberto Fernández es equivocado, con groseros errores políticos. 

"En una primera instancia, dentro de la pandemia, se vio un presidente con poder de decisión y manejo de la situación. Pero luego aparecieron los fantasmas, que se hicieron visibles", indicó Ferrer. 

Esos "fantasmas"  apuntaban a un "mando dividido" entre el incipiente "albertismo" y el núcleo duro kirchnerista que encabeza la vicepresidenta Cristina Fernández. Para Ferrer esa tesis terminó de confirmarse y tuvo como disparador político el anuncio de intervención y expropiación de la empresa agroexportadora Vicentín. "Cometen un error político grosero en un momento que no ameritaba y con soluciones alternativas. (El Presidente) anuncia la expropiación de Vicentín al lado de una senadora del sur del país, ni siquiera de la provincia de donde es la empresa. Y todos los fantasmas que algunos alimentaban que la conducción (del país) pasaba por otro lado, de golpe se cristalizaron", remarcó el intendente. En efecto, el jefe comunal indicó que el impacto político de esas decisiones en esta zona, predominantemente agrícola y productiva, fue importante y "negativo". 

"El Presidente tiene un gran desafío que es la negociación de la deuda. Y es allí donde, me parece, tiene que concentrar la mayor cantidad de energía. Si la Argentina no obtiene plazos para pagar, vamos hacia un default, y a partir de ahí nos quedaríamos afuera del mundo. Debe estar enfocado en eso y ojalá le vaya bien", opinó. 

Y concluyó: "Esperemos que tome el mando; que conduzca y nos lleve a un lugar mejor del que estamos. De lo contrario vamos a seguir discutiendo este Boca-River, la famosa grieta y nos quedaremos empantanados allí, en un país rico que se ha empobrecido por malas decisiones".  

La pospandemia y los desafíos ineludibles

En medio de todo este panorama, el Municipio analiza fundar un Banco, con capitales mixtos que sirva a la economía de la ciudad. Fue uno de los anuncios centrales del intendente Ferrer a este medio. La idea fue aportada por el empresario Alberto Marín 

El futuro de los servicios públicos y sobre todo su negociación contractual, siempre generó cruces entre el Municipio y las empresas concesionarias. En todos los casos y desde que se inició décadas atrás el proceso de tercerización de prestaciones, el Estado municipal y los privados terminaron consensuando posiciones. La pandemia de Covid 19 y el largo aislamiento que erosionó la economía, ha logrado reconfigurar un nuevo escenario de intereses y posibilidades ante la falta o escasez de recursos, situaciones que, en muchos casos se sostenían precariamente a partir de decisiones políticas. 

En ese marco, el intendente Marcos Ferrer sinceró, a su criterio, dos situaciones que reflejan la inviabilidad de contrataciones onerosas que el Municipio ya no puede sostener. Una de ellas es el contrato de unos 11 millones de pesos al mes que se paga por la recolección de residuos. Ante la inminente fecha de finalización de esa relación, el Municipio pretende llegar a un acuerdo viable que se pueda pagar sin resentir el servicio, o bien analizar la alternativa de municipalizarlo como se evaluó en varias oportunidades e incluso la oposición sugirió. La decisión deberá estar asumida en agosto, bajo el argumento que los montos que se erogan sufren actualizaciones permanentes con una recaudación tributaria en baja y justo en medio de una recesión. 

El otro punto discutible es la futura concesión del servicio de agua y cloacas. En este caso desde el Municipio también pretenden un contrato viable que garantice sustentabilidad y beneficie al vecino, ya que en definitiva el contribuyente es el mismo socio de la Cooperativa. 

El gran problema actual con la Cooperativa es la deuda generada -de unos 40 millones- que terminó de agravarse cuando progresivamente se quitaron los tributos que incidían sobre las tarifas y consumos de agua, cloacas y luz. La Municipalidad se quedó sin esos fondos que se compensaban con las facturas de consumos de alumbrado público, energía y agua de las dependencias municipales. Si la deuda que se genera todos los meses es de inviable cumplimiento, es simple conjeturar que volverían a aplicarse mecanismos de ingreso. 

En medio de todo este panorama, el Municipio analiza fundar un Banco, con capitales mixtos que sirva a la economía de la ciudad. Fue uno de los anuncios centrales del intendente Ferrer a este medio. La idea fue aportada por el empresario Alberto Marín y fue tomada con buenos ojos por la administración comunal, que estudia la factibilidad legal y técnica que, por otra parte, parece estar avanzada. El proyecto apunta a crear las condiciones locales para la pospandemia y ayudar de ese modo al financiamiento del Municipio para obras e iniciativas, y al sector privado de la ciudad.   

   

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