Di Pace: "Se está mostrando un cambio de rumbo hacia otro modelo del Estado"

Locales 23 de agosto de 2023 Por Alejandro Tissera
El economista y comunicador Damián Di Pace planteó en Río Tercero que el país ingresa en un cambio de era política y económica, a juzgar por el resultado de las elecciones PASO en las que triunfó el libertario Javier Milei, en un escenario, en realidad, dispuesto en tres tercios del electorado.
Di pace
Damián Di Pace durante la charla con TRIBUNA

El economista y comunicador Damián Di Pace planteó en Río Tercero que el país ingresa en un cambio de era política y económica, a juzgar por el resultado de las elecciones PASO en las que triunfó el libertario Javier Milei, en un escenario, en realidad, dispuesto en tres tercios del electorado.

Ante un escenario de falta de dólares, alta inflación, pobreza e indigencia, déficit fiscal y ausencia del crédito, Di Pace destacó como necesarias, profundas reformas en el sistema tributario, monetario, laboral y burocrático del Estado para favorecer la producción y el empleo.

Habló de la dolarización que plantea Milei y del comercio que se viene en el futuro a travesado por la tecnología, nudo central de su último libro. Subrayó que el país cuenta con enormes recursos para salir adelante, siempre y cuando la dirigencia política llegue a un consenso con políticas de Estado. Defendió las pymes como el gran motor del desarrollo. 

Di Pace disertó en Río Tercero en el último encuentro del año del ciclo de almuerzos empresariales organizados por la mutual AMCeCIS y el Centro Comercial local.

Diálogo con TRIBUNA de la siguiente manera: 

-¿Estamos en vísperas de un cambio de era tanto en el aspecto político como económico en el país?

-Sí, y sorprendió el resultado (de las PASO) desde el punto de vista de la decisión social, con el triunfo de la Libertad Avanza (que postula a Javier Milei como presidente). Cuando uno suma efectivamente a Juntos por el Cambio, se está mostrando un cambio de rumbo hacia otro modelo del Estado. Desde el punto de vista social, los tres tercios involucran diferentes miradas sobre el cambio. Ahora bien, el nuevo gobierno va a depender fuertemente de los nuevos consensos políticos para abordar las reformas que cada uno plantee.  

-Gane quien gane las elecciones, ¿qué cambios podrían producirse en la economía; cuáles serían los que efectivamente podrían realizarse?

-Reforma tributaria, reforma laboral, previsional  y fiscal (ajuste del gasto público). Esos cambios no tienen diferencias (entre la mayoría opositora). Sí hay diferencias desde el punto de vista monetario, es decir qué moneda plantea un espacio y comenzar a bajar el déficit fiscal para recuperar el valor de la moneda bajando la inflación. Ese proceso, en los países que lograron una tasa de un dígito, demoró entre ocho y diez años. Es un proceso largo. Implica tres gobiernos, siempre que alguno no pueda vulnerar lo que hizo el otro. Es por eso que se llega al extremo de plantear una dolarización. 

-Que no es tan sencillo de aplicar.

-Exactamente porque debe pasar por el Congreso, porque se está interviniendo sobre el artículo 75 de la Constitución Nacional, que dice que es función del Estado preservar el valor de nuestra moneda. Y con la dolarización se está sacando, efectivamente de circulación, la moneda para hacer circular otra, como es el dólar. Incluso debe pasar por el Congreso la eliminación del Banco Central (como lo plantea Milei). Eso también debe salir por consenso. Y como queda el mapa del Congreso hoy por hoy esos consensos no se lograrían por mayoría sumando al espacio de Javier con Juntos por el Cambio, sino que dependería de una tercera fuerza que no sería Unión por la Patria. Ese es el gran problema de los tres tercios.

-¿Las reformas necesarias que plantea, pueden dar un rápido resultado y concreto el año que viene?

-La política y la economía requieren de confianza. Y cuando se marca un norte y se le da visión y contenido, cambia el ánimo social, la mirada y la perspectiva. Estamos muy agotados porque vamos a un fin de ciclo con un cuadro macroeconómico muy adverso. Incluso con un escenario macro que se pueda reacomodar para lograr equilibrios, estamos hablando de los precios relativos de la economía, de las tarifas y del tipo de cambio, si uno marca el rumbo, esos desequilibrios que están buscando el equilibrio efectivamente son vistos en términos positivos. Eso lo da la confianza en un nuevo gobierno. En ese sentido veo lo que se viene como muy positivo, además tenemos potencial enorme para los bienes y servicios transables que vende la Argentina al mundo.

-¿Por qué no se aprovechó ese potencial, que lo marcó en su disertación, en las reservas de gas, la minería con el litio, las economías regionales en alimentos, entre otras?

-Porque la política está más preocupada en los problemas partidarios de tensión doméstica, más que por los problemas estructurales del país y lo que necesita la sociedad. Se diluye mucho tiempo en esos juegos y en radicalizar el stau quo en el sector público. Y eso detiene el protagonismo del sector privado. No es menor, porque efectivamente la preocupación pasa por otro lado: ‘cómo me quedo en el poder en lugar de cómo gestiono el poder para logar el bienestar de la sociedad'. No se puede generar el bienestar de la sociedad toda, pero por lo menos no el malestar de la sociedad en su totalidad como está sucediendo en este tiempo.

-Que se reflejó en el resultado electoral.

-Absolutamente. 

-Mencionó a las pymes y le adjudicó una importancia vital en la economía, ¿por qué?

-Para mí son el motor productivo del país. Son el 98 por ciento del volumen empresario, y el 70 por ciento del empleo. Y generan más del 56 por ciento del producto bruto en la Argentina. Allí radica la fuerza motriz del crecimiento de la Argentina para los próximos años. Como las pymes son muy amplias, porque está el sector mipyme, la pequeña y la mediana, el país necesita una regeneración del sector. Vos estás sembrando la construcción de las pymes. Argentina tiene muy bajo nivel de movilidad en el sector pyme. Son muchas las que pasan de mipymes a pequeñas, y de pequeñas a medianas muy pocas, y de medianas a grandes ninguna. Si Argentina no logra eso, tampoco va a lograr la internalización de las pymes. Entonces, no se podrán lograr más dólares. Se tiene que dar un proceso de diez años, como mínimo, de reconstruir el tejido empresarial. Y hoy no están las bases, porque hoy al más mínimo emprendedor que es un monotributista o autónomo, se lo pisa, se le sacan los incentivos. Cuando uno arma una empresa en Argentina, es para asfixiarla, no para dejarla producir. Es inviable. Se necesita estabilidad macro, pero también se debe codificar en la micro la generación de la riqueza. 

-Haciendo referencia a su libro, ¿cuál es el futuro del comercio que se viene?

-Es de adaptación a una economía con cambios muy dinámicos, con incorporación de herramientas vinculadas a las economías de plataforma, colaborativas, incorporación de la inteligencia artificial, la posibilidad del sector empresario de entender los grados de productividad que puede lograr con mayor grado de digitalización. De la eficiencia en la toma de decisiones estratégicas en procesamiento de datos. Y sobre todo cómo mejora la experiencia social y el contacto de su empresa en relación a esa demanda. Cuánto puedo yo saber de la necesidad de ese mercado, y cuánto puedo generar una mejora o incorporar un producto en un espacio que estaba vacío, que es un pequeño nicho para Argentina pero un mercado enorme para el mundo. Las pymes tienen, en ese sentido, un gran potencial. Muchas quizá están detenidas y no han visto que los cambios macro y micro son importantes, pero los cambios estructurales del propio negocio también son tan relevantes como los otros, porque hay alguien que los está haciendo. 

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