-¿Juntos por el Cambio superará el 50% en noviembre?
-Creo que sí, a nivel provincial. En Río Tercero obtuvimos el 54% entre todas las boletas de JxC. Fue una de las mejores elecciones de la provincia. Existe la gran posibilidad. Depende de la unidad, de que todos trabajemos para lo mismo, y que no cometamos errores.

-Al superar el 50% de los votos, hay chances importantes de colocar la sexta banca de diputado, ¿cómo lo analiza?
-Sería muy bueno para la ciudad tener una diputada nacional (de Río Tercero) por primera vez en la historia (por Gabriela Brouwer de Koning). Es tiempo que la ciudad tenga protagonismo en la política provincial y nacional. Puede llevar la voz de Río Tercero al Congreso Nacional, en muchos temas, como la reparación histórica, la universidad nacional, el pago de las indemnizaciones; es importante poner en agenda temas nuestros. Para nuestro espacio es importante haber consolidado una estructura fuerte dentro de la política provincial y en JxC. Nos permite participar de las discusiones sobre lo que viene: un cambio de ciclo del que vamos a ser una parte importante.

Lejano 2023
-¿Cómo influirá, en la política local, el triunfo en noviembre, de cara a 2023?
-Falta mucho para el 23. Muchas veces los resultados de medio término no reflejan lo que ocurre en el resultado posterior. Sí creo que hay una clara señal que Juntos por el Cambio es una fuerza política nacional que ha venido para quedarse. Creo que es el camino que hay que tomar en Río Tercero. Vamos a tener que ponernos a trabajar junto a los distintos partidos de la ciudad para tratar de armar JxC en Río Tercero. Y empezar, a partir de ahí, dando un anclaje provincial y nacional desde allí.

-¿Hay actores potables y suficientes para formar JxC, más allá de las diferencias políticas que persisten sobre lo local?
-Sí, hay que tener madurez. Hay que tener en claro que lo que se discute en el país y en Córdoba es mucho más importante que los egos de algunos de nosotros. Es tiempo de pensarlo seriamente. Luego se verá si se puede concretar o no. Particularmente tengo muy buen diálogo con la gente del PRO, no solo en lo local, sino a nivel provincial y nacional. Claramente hay voluntad de consolidar, hacia adelante, proyectos políticos comunes. Pero hay otras fuerzas que componen el espacio con las que habrá que dialogar.

-¿Cómo armoniza esta tarea política con una gestión como intendente?
-Es altamente demandante de tiempo. Pero el equipo de gestión ayuda mucho. Los objetivos trazados a principios de año se van cumpliendo. Y eso me deja mucha tranquilidad. Intento estar sobre todos los temas. Y a nivel provincial hay un equipo que trabaja sobre la campaña. No lo hago solo.

-En su relación de gestión con la Provincia, ¿influye ese trabajo político electoral?
-Con funcionarios de altísimo rango y con el gobernador (Juan Schiaretti) se entienden los roles que juega cada uno y no hay ningún problema. Puede haber ruido más abajo en algunos actores locales y regionales que no entienden la lógica política: creen que uno, por estar gobernando, tiene que someterse a los designios del peronismo. Pero eso no va a pasar mientras ya gobierne Río Tercero. Acá gobierna la Unión Cívica Radical y a mí nadie me va a condicionar con una chequera. Más allá que, cumplo en decirlo, jamás el gobernador ha tenido un mal gesto en ese sentido ni ninguno de sus funcionarios de alto rango. Todo lo contrario, la relación está cada vez más firme.

-Se han producido cruces políticos.
-Sí, pero han sido de segundo o tercer nivel. O referentes políticos de la zona. Nunca de primera línea, con quienes tengo un excelente diálogo y de hecho, todos los compromisos asumidos entre ambos se están cumpliendo.

-La elección de noviembre será una bisagra a nivel país, ¿cuáles son sus expectativas y sus preocupaciones?
-Los dos principales candidatos generan expectativas (Luis Juez y Rodrigo de Loredo). Una expectativa en la gente que están para más, hacia futuro muy importante. Hay que ser inteligentes para administrar el triunfo, que va camino a concretarse. Será un triunfo importante de JxC. Quienes hemos ganado elecciones, sabemos que trae responsabilidades. Es la responsabilidad más grande que tienen Rodrigo y Luis: ser inteligentes, no romper la unidad que la gente ha valorado. Luego habrá que discutir qué rol tendrá cada uno. Y en base a eso ver qué acuerdos se pueden lograr.

"Siempre dije que iba a ir por la reelección. Tenemos un proyecto político en la ciudad. Hay cosas por hacer y terminar, que en estos dos años y cuatro más de gestión se podrían cumplimentar. El proceso político del año 23 deparará distintas ventanas de oportunidad, que serán evaluadas oportunamente. Pero hoy mi objetivo principal es hacer una buena gestión e ir por la reelección".

-En la función legislativa el desafío será enorme.
-Estamos muy cerca de lograr los cinco senadores para poder terminar con el cuórum propio del peronismo que lo ha tenido históricamente en el Senado. Y en Diputados lograr una mayoría superior, que va a permitir limitar los atropellos y que la discusión sobre los temas que deban ser aprobados, sea racional.

-¿Por qué afirma que el oficialismo K termina haciendo la campaña a Juntos?
-Tienen una forma de tomar decisiones un tanto autoritarias. Lo que uno esperaba es que después de las elecciones PASO modificaran las formas. Pero profundizan el modelo, como quien dice acelerar a fondo. Es como decir: “choqué dos veces y en lugar de frenar o evaluar, acelero a fondo”.

-El último congelamiento de precios.
-Ahora avanzan con eso. Medidas que ya han fracasado. Profundizan con los cambios de gabinete, lo traen a Aníbal Fernández de nuevo, y funcionarios que ya tuvieron su oportunidad pero que la gente no los tiene en su más alta consideración. Con lo cual, la señal que dan, es que van a hacer más kirchnerismo. Es por eso que nosotros no haríamos ni campaña, solo le diríamos a la gente que prenda la tele y lea los diarios todos los días y con eso le ganamos la elección. ¿Por qué hacen esto? Es la gran pregunta que nos hacemos todos. Tiene que ver con su génesis. La pelea la tenemos que dar en el Congreso, poniendo este límite a un modelo absolutamente agotado.

-El problema es que aún al kirchnerismo le faltan dos años para terminar de gobernar, y piensan en la convocatoria a un diálogo con la oposición.
-Ya tienen la obligación de hacerlo porque de lo contrario no van a tener la mayoría para aprobar los proyectos. Siempre hay que estar predispuesto al diálogo y JxC tendrá que condicionar sus términos. No se puede convocar al diálogo y mientras tanto el gobernador de la provincia de Buenos Aires le paga los viajes a todos los alumnos, o sacar un bono para que vayan a los recitales. Están diciendo que no hay para pagar la deuda y están regalando plata. No se puede llamar a un diálogo si la primera medida es poner un tope a los precios sin consultar a la oposición. Van a llamar al diálogo cuando esté todo incendiado. Es la conducta típica del peronismo.

¿Reelección?
-Muchos se preguntan qué ocurrirá en 2023 en la política de Río Tercero, con su nuevo rol político y la posible conformación de Juntos por el Cambio a nivel local. ¿Su intención es presentarse a la reelección como intendente?
-Siempre dije que iba a ir por la reelección. Tenemos un proyecto político en la ciudad. Hay cosas por hacer y terminar, que en estos dos años y cuatro más de gestión se podrían cumplimentar. El proceso político del año 23 deparará distintas ventanas de oportunidad, que serán evaluadas oportunamente. Pero hoy mi objetivo principal es hacer una buena gestión e ir por la reelección.

-Usted habla de un cambio de ciclo en el radicalismo de la mano de De Loredo, ¿el resto de los sectores se van a encolumnar detrás de él?
-Sería lo natural y lo lógico. Sin que ninguno pierda su identidad. La figura de Rodrigo es la más importante que tiene el radicalismo en Córdoba, a fuerza de votos. Eso no se puede soslayar. El radicalismo ha plantado la bandera de la renovación en la figura de Rodrigo y de varios intendentes de la provincia.