
La maniobra consistía en estafas reiteradas y usurpación de terrenos, para luego vender derechos posesorios apelando a documentación apócrifa.
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El fiscal Alejandro Carballo admite que han crecido las denuncias en los últimos meses y advierte sobre las metodologías más usadas por los oportunistas.
Policiales14/06/2021 TribunaLa tecnología trajo consigo varios avances que con su amplia incidencia, han ayudado a mejorar la calidad de vida.
Pero naturalmente, como casi todo, tiene sus consecuencias no deseadas y en esa lista puede encolumnarse un término relativamente nuevo: el ciberdelito.
En los últimos días, desde el Ministerio Público Fiscal, se lanzó una advertencia sobre una ola de este tipo de sucesos que tienen como víctimas a clientes de bancos.
Esta metodología de ganar dinero ilegalmente ya no requiere de un espacio físico, con lo cual, nadie puede sentirse inmune, ni en pueblos pequeños, ni en grandes ciudades.
En este escenario y como no podía ser de otra manera, la región ya cuenta entre en sus habitantes a víctimas de esta nueva manera de delinquir.
En tiempos de pandemia, con una verdadera “explosión” del comercio electrónico y las transacciones virtuales, los oportunistas se van perfeccionando a un ritmo que tanto la Justicia como la Policía, intentan contrarrestar.
Estafas en alza
El crecimiento de esta tendencia es ratificado por el fiscal de Instrucción de los Tribunales de Río Tercero, Alejandro Carballo, quien admitió haber recibido varias denuncias que están en proceso de investigación. Incluso, contó que está a cargo de una causa por la cual se encuentra detenida una banda de seis personas, de las cuales, tres operaban desde la cárcel de Río Cuarto, con damnificados en Villa General Belgrano y Villa del Dique.
El funcionario judicial remarca que el ciberdelito contempla distintas metodologías, pero lo que más se observa últimamente, se da en el marco de operaciones comerciales mediante redes sociales, especialmente Facebook.
“Allí la gente vende bienes, en su mayoría de bajo valor, y están los que muestran un falso interés, aprovechando esa necesidad”, describe en primer término.
Fiscal Alejandro Carballo
Sobre el “modus operandi” más frecuente, Carballo explica que el presunto comprador suele depositar dinero de más y en el proceso de devolución es cuando solicita claves bancarias al desprevenido vendedor. La ingenuidad es un factor clave para promover este tipo de hechos, ya que hubo casos en que el damnificado es guiado telefónicamente hasta el propio cajero. A su vez, aclaró que el perjuicio no solo consiste en vaciar cuentas sino también, solicitar créditos a nombre de la víctima.
Investigaciones
El hecho de que este delito no requiera presencialidad complejiza más aún las investigaciones debido a su dispersión geográfica y hasta suele complicar las competencias judiciales, dado que el estafador puede operar desde otra provincia.
Precisamente, no solo las causas que tiene dentro de su amplia jurisdicción, -que también incluye Calamuchita-, sino las solicitudes que recibe de fiscalías de otros puntos del país, le permiten a Carballo dimensionar el crecimiento de estas prácticas en los últimos meses.
El fiscal advierte además que suele ser frecuente la derivación de los fondos mal habidos a cuentas de distintos bancos, complicando aún más las tareas de investigación.
Teniendo en cuenta las dificultades que implica recuperar bienes fungibles y que no se pueden identificar, como ocurre con el dinero, Carballo pone el énfasis en la prevención a la hora de utilizar herramientas informáticas, recomendando que bajo ningún punto de vista se provean claves bancarias por teléfono.
La maniobra consistía en estafas reiteradas y usurpación de terrenos, para luego vender derechos posesorios apelando a documentación apócrifa.
Reincidieron en el mismo delito por el que habían sido condenadas años atrás. Seguían vendiendo drogas con prisión domiciliaria.
El sujeto, que convivía con la supuesta víctima de 14 años al momento de la denuncia, había sido acusado de abuso sexual con acceso carnal, que las pericias no pudieron determinar.
Tres hombres de 33, 25 y 19 años fueron detenidos en la mañana del domingo luego de chocar contra un árbol el auto en el que se conducían.
La moto en que viajaba desde Embalse a Río Tercero colisionó contra una camioneta en la ruta 5.
Uno de los condenados se desempeñaba como jefe de la Comisaría de Santa Rosa de Calamuchita al momento de los robos. Recibieron penas de prisión efectivas.
La Fiscal de Instrucción de Río Tercero, Paula Bruera, ordenó la imputación, captura y detención de un sujeto de 36 años de edad por resultar supuesto autor del delito de Abuso sexual con acceso carnal calificado por la situación de convivencia preexistente y corrupción de menores agravada por la guarda.
La víctima recibió una puñalada en el estómago. Sucedió en la zona rural de Almafuerte.
La maniobra consistía en estafas reiteradas y usurpación de terrenos, para luego vender derechos posesorios apelando a documentación apócrifa.
Gómez expresó su alegría por la nueva función, para trabajar de acuerdo al compromiso enunciado por el gobernador Martín Llaryora a fin de priorizar la salud pública de la población.
El juicio fue abreviado y estuvo presidido por la jueza Guarania Barbero.
Con la llegada de las vacaciones de invierno, Almafuerte se prepara para recibir a turistas y residentes con una propuesta pensada especialmente para el público familiar: “FestiNiño”, un ciclo de encuentros recreativos.