Isaac Castro nació en Morón en 1982 y toda la vida vivió en Hurlingham, ciudad cabecera de este partido del oeste bonaerense. Una zona geográfica de vital importancia para el rock ya que fue la patria chica de Sumo, Divididos y Las Pelotas, por citar los nombres más conocidos de este enclave, verdadero semillero de artistas. 

El primer recital de Castro fue ver -sin permiso- a Las Pelotas en Cemento, banda a la que siguió desde 1998 hasta 2014, incluidos los tres primeros Cosquín Rock en Córdoba. Además, es graduado en Letras Modernas de la Universidad de Buenos Aires -con un seminario final sobre literatura rusa- y se dedica al periodismo, la docencia y la gestión cultural. Escribió obras de teatro, publicó libros de poesía y es autor de Música de manos vacías. Caballeros de la Quema. Postales del rock en la Argentina de los noventa (2017). Este ejemplar fue su primera obra sobre el género -ahora reeditado- en la que no solo repasa la carrera de Los Caballeros de la Quema sino que aborda el rock en la década de los ´90, en el que también figuran Las Pelotas. 

Castro recientemente editó Alejandro Sokol. El cazador, sobre la trayectoria de “El Bocha” Sokol, carismático músico de Sumo, Las Pelotas y El Vuelto S.A., quien falleció en enero de 2009. El libro salió a través de Editorial Sudestada, sello independiente de Buenos Aires que también publica la revista del mismo nombre.

Críticas variadas
El cazador posee prólogo de Marcelo Fernández Bitar, reconocido periodista de rock, prefacio a cargo del autor y está dividido en seis capítulos. A Isaac Castro le llevó casi tres años recopilar el material de este ejemplar, proceso de investigación por el cual pasaron más de 70 entrevistados. Un punto a su favor fue que, al ser un vecino más de Hurlingham, pudo acceder a testimonios poco conocidos del entorno familiar y amistoso de “El Bocha”. 

En cuanto a las críticas del libro, Castró señaló lo siguiente a TRIBUNA: “Hasta el momento la recepción ha sido muy positiva de la prensa y también de los seguidores de Las Pelotas. La intención fue priorizar el derrotero artístico de Sokol, que tenía una forma de hacer música que te interpelaba todo el tiempo. Con Las Pelotas fui absolutamente respetuoso, tratando de contar un relato que se aproxime a la realidad con muchos testimonios. Por ser una primera aproximación a la figura de ‘El Bocha’ quedó bastante completa. Intenté priorizar lo humano y divertido de su trayectoria”. 

El escritor  aclara a este medio que Germán Daffunchio (líder de Las Pelotas), después de leer una nota sobre el libro en un diario porteño, le escribió enojado manifestando su disconformidad con algunos fragmentos de la obra. Tampoco tuvo una devolución de los otros miembros actuales de la banda. Los que sí aportan sus palabras en El cazador son exintegrantes como Alberto “Superman” Troglio (baterista) y Beno Guelbert (bajista).

Sokol por Kasparian
Si bien el cordobés Jorge Kasparian es conocido por ser empresario textil y un devoto de Luis Alberto Spinetta, una faceta poco difundida de su vida es su vínculo con Las Pelotas. Con la agrupación trabajó, desde La Docta, varios años cumpliendo distintos roles: venta de entradas en los conciertos, diseño de tapas de discos y “ángel de la guarda” de  “El Bocha” Sokol, cantante del grupo. Como muestra narrativa de esta relación amistosa-laboral con “El Bocha”, se pueden leer dos relatos de Kasparian en distintos libros. Uno figura en 333, obra que el empresario publicó el año pasado y el otro está incluido en Tiempo anfibio, ejemplar de la Universidad Nacional de Córdoba que reúne artículos sobre rock de distintos autores. En 333, el texto es el que cierra el ejemplar y se llama “La habitación”. En Tiempo anfibio la narración se titula “El nadador” y es otra desopilante historia de Sokol bañándose en el río Suquía de Córdoba mientras la banda lo busca  para comenzar el show. Apenas dos de las tantas anécdotas vividas con el cantante pelotero.

Siempre presente
“Su figura está más presente que nunca” señala Isaac Castro a TRIBUNA, a lo que habría que agregar los homenajes en su barrio de origen. En el Paseo de la Memoria que está al lado de la estación de trenes, una plaqueta con su rostro preside los últimos años el festejo de su cumpleaños con un recital a cargo de bandas amigas. La última celebración (prepandémica) convocó cerca de 3000 personas y se realizó el sábado 2 de febrero de 2019, aunque la fecha de su natalicio es el 30 de enero. También hay un proyecto de ordenanza que está por ingresar al Concejo Deliberante de Hurlingham para rebautizar la calle de su casa natal como Alejandro Sokol. 

En el prefacio del libro El cazador, Castro expresa la tarea de reconstruir los pasos de Sokol: “Pretender contar la vida de una persona es una empresa que fracasa antes de comenzar porque es imposible dar cuenta de un recorrido completo y definitivo de alguien. Aunque persiga la verdad, un relato biográfico es, esencialmente, apenas una mirada siempre parcial, inconclusa y arbitraria” manifestó el autor. El libro comienza a saldar una deuda con la carrera de Sokol y cuestionamientos aparte, se transforma en una obra indispensable de la bibliografía rockera del país.