Es hora de ir a una apertura gradual de toda la actividad, según el Centro Comercial

Locales 30 de mayo de 2020 Por Tribuna
El presidente del CeCISA dijo que el comercio ya no tiene más tiempo y debe volver a reactivarse.
LOCALES-PRIETO
Gabriel Prieto presidente del CeCISA

El golpeado sector gastronómico de Río Tercero fue ayer el primero en motorizar la primera protesta pública para poder volver a trabajar, luego de más de dos meses de parálisis por el aislamiento social. Pero los bares, restaurantes y confiterías son solo un eslabón de la cadena comercial, de servicios y productiva, que se ve seriamente comprometida por la falta de actividad y de facturación. 

Un sondeo realizado por el sector Comercio del Centro Comercial e Industrial local, arrojó números alarmantes de esa disminución estrepitosa, mientras siguen cerrando locales, como el restobar Stadium que el jueves anunció que bajaba sus persianas definitivamente tras 14 años de trabajo. El tradicional restó, ubicado en la segunda cuadra de la calle Alberdi, empleaba a más de 10 personas. 

Mientras el intendente Marcos Ferrer solicitó al COE la apertura de varios rubros (ver página 2), un sector de la oposición reclamó la convocatoria al Consejo Económico y Social para discutir acciones pospandemia.

Complejo escenario
En ese sentido, el presidente del Centro Comercial (CeCISA) Gabriel Prieto, calificó, en diálogo con TRIBUNA, de muy importante esa iniciativa y destacó que "los comercios ya no tienen más tiempo" y que la actividad debe volver paulatinamente a la normalidad. 

"La situación es muy complicada y estamos convencidos que de a poco hay que abrir", señaló. Prieto dijo que, no obstante, el CeCISA trabaja sobre situaciones puntuales junto al Municipio. 

"Es muy importante tener una zona blanca (desde el punto de vista sanitario), pero también es importante tener una zona blanca  con una economía que funcione", destacó.

De todos modos, Prieto reconoció que hasta que el país no libere su actividad, algunos rubros no funcionarán en ningún lado. 

"Alrededor de nuestra ciudad hay unos 150 mil habitantes que  en algún momento consumen y compran en Río Tercero, pero hoy no lo pueden hacer", graficó el dirigente empresario.   

Precisamente, la caída en promedio de unos 15 rubros comerciales fue del 60%. La retracción se verifica también en la recaudación tributaria e impositiva. "Se genera una situación que perjudica a todos", puntualizó Prieto. 

"Vamos a tener muchos cambios. En el modo de vender y en los argentinos, de actividades y rubros. No va a ser tan fácil que la gente salga a reunirse. Vemos lo que pasa en otros países y no tenemos que llegar a eso a costilla de la destrucción económica del país". 

En ese sentido, se mostró flexible a trabajar en conjunto con otras localidades para realizar una apertura gradual. 

"La apertura, sobre todo de la hotelería y el sector gastronómico, le dará al empresario un estado de ánimo diferente", subrayó, aunque reconoció que no será sencillo recuperar el consumo a pleno previo a la pandemia. En el comercio hay dudas y temores sobre el comportamiento de los clientes una vez que las actividades regresen a cierta normalidad. Si bien es cierto que se produjeron cambios que vinieron para quedarse, como las compras online, habrá seguramente mucha cautela a la hora de gastar en artículos considerados no esenciales. 

"Los empresarios de Río Tercero estamos sumamente preocupados por las fuentes de trabajo. Quienes tenemos negocio de muchos años, tenemos amigos dentro del personal", dijo Prieto. 

La discusión que se viene es cómo instrumentar los cambios y adecuarse al nuevo escenario. El comercio ya evalúa los nuevos canales o modos de venta y hasta conservar el horario de corrido que desde que se flexibilizó la actividad en algunos rubros, se fijó por la Provincia y la Municipalidad. 

Adoptar esos cambios colocará a Río Tercero a la par de grandes ciudades y haría surgir otras actividades como las gastronómicas dedicadas a las viandas y menú ejecutivo del mediodía, y el after office de la tarde, por ejemplo.

"Necesitamos abrir para que el empresario se sienta útil. Siempre fueron personas muy activas y hoy están en la casa o vendiendo por delívery un 10% de lo normal, con una cantidad de empleados que es imposible sostener", insistió Prieto.

El dirigente mencionó los créditos ofrecidos y entregados a tasa cero, a algunos empleadores, pero dijo que esa ayuda fue insuficiente: primero porque las líneas crediticias no alcanzaron a todos, y en segundo lugar porque implicó la generación de una nueva deuda a un año, más allá del período de gracia de seis meses para comenzar a pagar la primera cuota.  

Desde el punto de vista sanitario Prieto destacó que Argentina tomó los recaudos a tiempo para mitigar los efectos de la pandemia de Covid 19, "pero ya es hora de abrir", enfatizó. 

"Hasta ahora la prioridad era la salud, todos estábamos convencidos. Hace 15 días que estamos convencidos que la salud la tenemos y queremos comenzar a ver la parte económica, porque se va a generar una crisis mucho mayor a la pandemia", concluyó Prieto. 

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