La pavimentación de la ruta provincial S-253 cambió para siempre la realidad de los habitantes de Corralito.
Generalmente, la referencia es positiva porque está ligada a una integración que al pueblo le fue esquiva durante gran parte de sus 106 años.
Pero esta obra tan anhelada también trajo consigo un elevado tránsito de vehículos por su travesía urbana que connota evidentes riesgos.
Hace algunos días, el accidente vial que acabó con la vida del joven ciclista Aukha Bustos, en el acceso norte de la localidad, encendió la alerta.  No hay registros de otro suceso similar pero la idea es que no se sumen nuevos episodios.
Tras ese objetivo, la reacción del nuevo intendente José Scotto no se hizo esperar y ya se reunió con el presidente de Vialidad Provincial, Martín Gutiérrez. Vale aclarar que cualquier intervención que se realice en esta ruta debe contar con el aval de esa dependencia.
El funcionario provincial y el jefe comunal junto a un grupo de colaboradores recorrieron el sector para debatir la aplicación de elementos que contribuyan a la seguridad vial.
Si bien Scotto se mostró muy cauto sobre los pasos a seguir porque no es potestad del Municipio, dejó soslayar la posibilidad de que se coloquen más lomos de burro.
El intendente se mostró preocupado por la velocidad con que algunos automovilistas atraviesan la localidad, a pesar de que ya hay elementos como los que se planea agregar.
También admitió que los actuales necesitan ser pintados para tornarse más visibles, aunque argumentó que esa tarea está prevista para cuando cese la época de lluvias.
Por ahora, Scotto descarta la colocación de semáforos, "porque son costosos y no siempre se respetan". Cabe preguntarse si un sistema de fotomultas, como existe en Almafuerte y se pretende instalar en Tancacha, no
aportaría alguna solución, al margen del debate legal que acarrea.