El uso del lenguaje inclusivo, entre la pasión y los argumentos racionales

Locales 16 de noviembre de 2019 Por Tribuna
La utilización de "x", "@" o "e" es cada vez más frecuente tanto de manera escrita como oral. Un nuevo uso del lenguaje que intenta visibilizar temas y aspectos de la realidad que de otra forma no estarían en agenda.
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El debate recién empieza. La  implementación o no del uso del lenguaje inclusivo es una discusión  que ya se da en distintos espacios de la ciudad de Río Tercero, principalmente en el aula, donde adolescentes, jóvenes y docentes  intentan  encontrar un equilibrio en el tema. Su uso comenzó a adquirir cierta popularidad y generó una especie de contagio. Las redes sociales potencian el fenómeno, como así también algunas publicidades  y figuras públicas que también deciden incorporarlo.

 "Tomar postura a favor o en contra de los diferentes temas es algo que viene incorporado en la cultura argentina, pareciera que esas son las únicas alternativas válidas. Y con respecto al uso del lenguaje inclusivo es lo que está pasando. Se está haciendo una reducción sencilla del tema y quedan así muchos aspectos sin tratar. Pareciera que el único argumento para sostener una postura o la otra es el apasionamiento, cuando en realidad los argumentos son racionales siempre por más que se los exprese con pasión. La pasión en sí misma no es un argumento válido en sí mismo", dijo a TRIBUNA Adán Resiale, docente del nivel Medio y Superior.
 Por definición, el lenguaje es una construcción social entre los hablantes y usuarios de una determinada lengua. A lo largo de la historia el lenguaje ha sufrido modificaciones propias del uso de los sujetos. 
 

La discusión y el debate por la implementación del lenguaje inclusivo tiene dos planos, por un lado desde la gramática y otro desde lo discursivo. 
 Desde la gramática hay un fuerte posicionamiento de la Real Academia Española (RAE) que establece que la lengua se rige por un principio de economía, por eso no considera necesario su uso. Por otro lado, se establece que todos los discursos están condicionados y determinados por el  contexto del uso de la lengua de los hablantes.

 "La Real Academia emite su opinión con respeto al tema pero no es dueña de la lengua. A la lengua la define la comunidad de usuarios a partir del habla y del momento socio histórico en el que se encuentren", dijo Resiale. Y agregó: "Es necesario salirse del esquema de la imposición, ni del lado de la RAE, ni de la postura de la comunidad que hoy incorporó esta forma de uso de la lengua y abordarlo desde la lógica. Y hoy la lógica indica que la lengua no se impone y tampoco tiene dueño", explicó el docente.
 El debate en el plano discursivo por el uso del lenguaje inclusivo se refirió en los últimos meses a plantear una dicotomía y una grieta entre aquellos que están  a favor y utilizan este lenguaje, se autodefinen además como inclusivos y con una perspectiva social  abierta y descontracturada, frente a aquellos que se oponen fuertemente al uso de esta forma de lenguaje argumentando a partir de las definiciones que brinda la RAE y que son definidos como más moderados y hasta incluso conservadores.

 "En este tipo de simplificaciones quedan en un segundo plano los aspectos más importantes y argumentativos del uso de esta forma de lenguaje, que tiene que ver con lo que quiere o intenta visibilizar y problematizar este nuevo uso", afirmó Resiale y agregó: "En estos días estoy más preocupado de lo que hacemos diariamente con el lenguaje más allá de las formas, por ejemplo podemos ser violentos en el plano discursivo aún usando el todes".

 En definitiva, el debate está dividido y no está determinado por las edades, clases sociales ni ningún otro condicionamiento. El lenguaje inclusivo no es de carácter obligatorio, sino más bien optativo y representa la libertad que tienen todos los hablantes de usar y adaptar la lengua de acuerdo a sus necesidades en un determinado contexto sociocultural.
 El uso de este lenguaje nos interpela como sociedad. Porque no debemos olvidar que el lenguaje materializa nuestro pensamiento y nuestras creencias.

 "¿Qué tan grave es no usar el lenguaje inclusivo, porqué nos asusta tanto que alguien nos diga todes? Esos son algunos de los interrogantes que como comunidad de hablantes deberemos abordad para entender este fenómeno que hoy está en agenda. Cuando logremos descubrir la cuestión de fondo y podamos entender qué es lo que intenta visibilizar, la discusión cambiará de eje", finalizó el docente.

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