Justifican los despidos en las fábricas militares para evitar el cierre definitivo de las plantas productivas

Locales 20 de agosto de 2018 Por Tribuna
Luis Riva, interventor de la empresa estatal que será transformada en sociedad del estado, dejó trascender que las plantas podrían ser cerradas en forma definitiva si no se logra achicar el déficit.
Riva
Luis Riva, interventor de la Dirección General de Fabricaciones Militares

El interventor de la Dirección General de Fabricaciones Militares, Luis Riva, justificó la cesantía de más de 170 trabajadores de las fábricas militares de Río Tercero, Villa María y Fray Luis Beltrán, en la necesidad de evitar el cierre definitivo de esas plantas, tal como ocurrió con la Fábrica Militar de Azul, en la provincia de Buenos Aires. 

A través de una carta enviada a las fábricas, que reproduce el diario La Nación, Riva acusó a su vez al gobierno kirchnerista de una serie de irregularidades y desmanejos en las fábricas, además de haber ampliado la cantidad de personal en forma irresponsable, sin que la demanda de trabajo lo justificara. 

Asimismo, Riva le ordenó a las direcciones de las empresas que hagan cesar en forma inmediata cualquier tipo de medidas de fuerza. 

"Confiamos profundamente en la capacidad y profesionalismo del personal que continuará trabajando", dice la misiva de Riva, quien advierte con la decisión del ajuste -"difícil de tomar"- pretenden evitar que las localidades de Villa María, Río Tercero y Fray Luis Beltrán tengan que atravesar "las más difíciles situaciones que debió vivir Azul, a partir del cese definitivo de actividad que se produjo el 28 de diciembre pasado". "No vamos a permitir que suceda lo mismo", expresó.

En la carta, el interventor describe que, al asumir, encontró "un panorama desolador fruto de -al menos- numerosas negligencias de los funcionarios designados por el anterior gobierno, cuando no errores graves en la decisión de inversiones, inoperancia en la gestión comercial, ineficiencia en las acciones de producción o irresponsabilidad en el aumento de la cantidad de colaboradores a quienes se dio empleo y sueldo, pero no trabajo".

Riva explica que para "optimizar la productividad" se inició en agosto pasado un proceso de reestructuración porque si no, aclara, "hubiese significado el cierre definitivo". Agrega que las medidas no permitieron salir "de una situación fuertemente deficitaria y lograr el equilibrio económico-financiero necesario para asegurar su sustentabilidad y crecimiento".

 
En las próximas semanas se avanzará en "transformar" a FM "en una sociedad del Estado, que le permita incrementar sus ventas y consolidar su recuperación".

"Además de muchas otras medidas de buena gestión, nos encontramos ante la necesidad de realizar un ajuste en la nómina de personal, lo cual implicará lamentablemente prescindir de los servicios de parte del personal originalmente contratado hasta el 31 de diciembre", expone Riva en su carta.

Además, defiende que todo lo actuado es para "buscar un futuro certero" e "interrumpir su vaciamiento, evitar su progresivo y acelerado deterioro, ponerla en valor en condiciones seguras y sustentables, así como revertir el drenaje de miles de millones de pesos" que le cuesta FM al Estado.

"Deseamos que en un marco de paz social pueda avanzarse en objetivos de mayor venta, mayor producción, mejores métodos, mejor coordinación y sobretodo, con actitudes que permitirán forjar una cultura empresaria que agregue valor al trabajo serio, honesto y comprometido de cada uno", concluye.

En Río Tercero los despidos alcanzaron a 59 trabajadores contratados. 

Este año, el Tesoro aportará $1600 millones a la empresa estatal y en 2019, ese valor caerá a $1100 millones. En diciembre último quedaron sin efecto 360 contratos. Fabricaciones Militares es un organismo descentralizado del área de Defensa, con el mismo régimen operativo de un ministerio.

FUENTE. TRIBUNA Y DIARIO LA NACION

 

 

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