“Mary, la del burdel”, se hizo milonguera

Artes y Espectaculos 07 de octubre de 2023 Por Jarrys
Columna de Maxi Carranza (Nota II)
ARTES Milonga

El grupo cordobés Milonga sin Corte se prepara para dar a conocer su nuevo EP (extended play por su sigla en inglés), que se llamará Cuartetangos. En este material compartirán su particular mirada del 2x4 sobre algunas páginas emblemáticas de La Mona Jiménez. Como se mencionó en la nota anterior, figura entre los títulos “Mary, la del burdel”, en una versión que logró cautivar al “James Brown cordobés”. Todo sucedió en el Museo Bar de la Mona (Av. Rafael Nuñez 4791, Córdoba), donde el grupo se aprestaba a tocar: “Tuvimos la suerte de que el Mandamás cayó de sorpresa al camarín y estuvimos charlando bastante. Hasta nos sugirió que hiciéramos ´El amor es arena en el mar´, un tema de su repertorio. Después, Lorena Jiménez nos invitó para celebrar los 80 años del Cuarteto, que fue el 4 de junio. Fue un honor y un gusto poder juntar estos mundos populares que tienen tanto en común históricamente”, señalaron los músicos de Milonga sin Corte. 

El grupo hace años viene cruzando el tango con el cuarteto, fusión que comenzó con “Muchacha de barrio”, con el cambio de género en el nombre y también en la letra. Además, los MSC son los creadores del Tangopalooza, Festival de tango alternativo para todos que lleva varias ediciones en La Docta y no deja de crecer en cada convocatoria.

El cantor de tangos
Es un dato poco conocido, pero Juan Carlos Jiménez Rufino comenzó cantando tangos en el cabaret Chantecler de Córdoba. Este legendario lugar de la noche cordobesa estaba ubicado en la zona del exMercado de Abasto, más precisamente en Bv. Ocampo 1084. El sitio se hizo -tristemente- conocido por el tema “La toalla mojada”, escrito e interpretado por Edmundo Rivero en 1969. La letra habla sobre el dueño del cabaret, que les pega con una toalla mojada -para no dejar marcas- a las trabajadoras sexuales que no le generan ganancia. El Chantecler también figura en un emblemático cuento del “Negro” Álvarez, conocido como “Don Abraham”. El relato está incluido en el primer disco que grabó el humorista, a principios de los años 80 a través de RCA Víctor. El Negro Álvarez era un habitué del local nocturno y, según sus palabras, el cuento está inspirado en un “personaje” destacado del cabaret. Otro que se subió por primera vez a un escenario en el Chantecler fue el “Monstruo” Sebastián (Daniel Humberto Reyna), otro icónico cantante cuartetero.

Jiménez tanguero
En la música ciudadana, Jiménez también grabó un disco en la época del Cuarteto de Oro, el grupo de su tío político Coquito Ramaló. El álbum se llamó Patio de tango con el Cuarteto de Oro y salió en 1975 por el sello Philips. En ese material, La Mona puso su voz al servicio de los siguientes temas: “De puro curda”, “Corrientes y Esmeralda”, “Muñeca brava” y “Cuatro líneas para el cielo”. El repertorio incluyó 12 composiciones, cinco cantadas por La Mona, tres por Coquito Ramaló y una a dúo entre los dos: “Mi ambición”. Además, el trabajo contenía tres temas instrumentales, entre ellos “La cumparsita”. 

Vale detenerse en la portada del long play, con los músicos posando en la esquina Carlos Gardel -en el corazón del Abasto porteño- con un Carlitos Jiménez de riguroso pantalón rosa y saco blanco. En ese sitio, está emplazada una estatua de Carlos Gardel, que lo recuerda en su barrio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Por su parte, La Mona posee la propia en el Paseo del Buen Pastor de Córdoba, la cual se inauguró en 2015 con la presencia del artista.

Mary, la canción
Por último, queda hablar de la letra de “Mary, la del burdel”, esta prostituta que es asesinada de un disparo por su cafiolo. Supo ser la reina del lupanar en su juventud, pero está pasada de años y “las mocosas se le ríen sin piedad”. No logra atraer clientes y su proxeneta, al no obtener ninguna ganancia, decide matarla en su auto y dejarla tirada en plena calle. O paradojas del destino, la misma calle donde jugaba con sus muñecas cuando era chica. Lo interesante del tema es que el cantante no juzga la actividad laboral de Mary en ningún momento. Todo lo contrario, el narrador de la historia decide ir al bar y pedir una copa para recordar a su amiga que ya no está.

La Mona seguramente también se acordó de esas mujeres de la noche, al interpretarla (como La Turca Delia), que supieron cobijarlo en sus inicios artísticos. Esas chicas tan pasionales como peligrosas, que fueron forjando su trayectoria beso a beso y tunga-tunga.

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