Crece la preocupación por la escasez de viviendas y los fuertes incrementos de los alquileres

El déficit habitacional en Río Tercero y los alquileres por las nubes, hacen que el contexto para los inquilinos sea cada vez más preocupante. Además de la escasez de oferta deben enfrentar condiciones que se complicaron cuando está por acercarse el vencimiento de los primeros contratos celebrados bajo la polémica Ley de Alquileres que comenzó a regir en julio de 2020, normativa que extendió el plazo de los contratos de dos a tres años y reformuló la forma en la que se determina el precio a través del Índice de Contratos de Locación (ICL) que regula el Banco Central.

El aumento que debería aplicarse en julio oscilará en el 104%, por lo cual quien abonaba en junio de 2022 unos 30.000 pesos mensuales por un departamento de un ambiente pasará a pagar 61.200 pesos al margen de la expensas.

Propietarios, inquilinos y corredores inmobiliarios coinciden en que en muchos casos no será posible hacer frente a ese incremento.

“Siempre tratamos de acercar opciones como no cobrar los meses de depósito, firmar pagarés para que los inquilinos no tengan ese gasto inicial, hacemos descuentos en la comisión de la inmobiliaria o no aplicamos intereses”, señaló la corredora inmobiliaria Solange Bonardo.

“La ley de alquileres no le sirve ni a los propietarios ni a los inquilinos”, sentencia la corredora, quien explica que su aplicación ha dado paso en Río Tercero a un fenómeno de “rotación” y así lo explica: “En la ciudad no pasa como en otros lugares del país donde la gente que alquila se vuelve a la casa de sus padres por ejemplo, porque no puede hacer frente a un alquiler. Lo que sí ocurre aquí es que deja un departamento y se va a otro buscando un alquiler más barato. Ese es el movimiento que se está produciendo ahora en Río Tercero”.

El problema tiene una contrapartida. Los propietarios le dieron siempre la espalda a la normativa y la primera intención es no perder ante la inflación que a esta altura tiene un 114,2% acumulado hasta mayo último. Algunos entonces buscan sostener incrementos que superan el 125%.

“Con la inflación que hay, a los cinco meses de contrato no resulta rentable para los propietarios”, asegura Bonardo. Y como ejemplo señala: “Un departamento que hace dos años se alquiló a  20 mil pesos, a los cinco meses no resultaba rentable y hoy, con un incremento del 104% tampoco lo es, al dueño no le sirve y todavía tiene un año más de contrato”.

Desde el sector inmobiliario sostienen que sería ideal que se puedan corregir al menos las dos partes más polémicas de la Ley de Alquileres: volver a contratos de dos años de duración en vez de tres y que los aumentos sean trimestrales o semestrales.

Escasa oferta
Encontrar una casa de dos dormitorios para alquilar cuesta en Río Tercero. Hay inquilinos que aceptan un acuerdo sin ver la propiedad previamente por el apuro existente y porque temen no encontrar otra en lo inmediato.

“La gente está desesperada buscando alquileres. Es poca la oferta, además ocurre que algunos propietarios deciden vender frente al hecho de que no les conviene alquilar”, explica la corredora.

Desde el sector inmobiliario sostienen que de no modificarse la ley se desalienta a los propietarios a invertir en nuevas propiedades para colocar en alquiler, afecta a quienes habitualmente construían y vendían a inversores para destinar departamentos para rentar, y le perjudican el día a día a los inquilinos, porque no hay propiedades en oferta y les cuesta cada vez más llegar a pagar mes a mes.

Cuidar a los inquilinos
No todos los locadores están dispuestos a subir en un 100% sus alquileres, sobre todo a aquellos inquilinos "más fieles". Pero en caso de no llegar a un acuerdo, los locatarios optan por rescindir los contratos y buscar propiedades más económicas, aunque esto implique alejarse de las mejores zonas de la ciudad.

Un alto porcentaje de la demanda busca cambiarse de locación. Los restantes optan por soportar los incrementos, ya que no hay muchos alquileres disponibles en Río Tercero.

“Alquilar hoy en la ciudad representa entre un 20 y un 50 por ciento del sueldo”, señala Sebastián Lattanzi.

El corredor coincide con su colega en que las propiedades más buscadas para alquiler son las casas de dos dormitorios, con patio y cochera. “La última que alquilé fue hace ocho meses y desde entonces no ingresó nada más. Hay escasez de propiedades para alquiler, tenemos entre cinco y ocho llamados por día buscando para alquilar, incluso de gente que se le vence el contrato en tres meses”, admite.

Alquileres temporarios
A la espera de una nueva ley, los alquileres se renuevan en muchos casos con más del 100% de aumento.

“El problema es que el poder adquisitivo no sube al ritmo de la inflación. Y está el problema de la falta de propiedades en alquiler por la actual ley. Algunos  han puesto sus propiedades a la venta y otros apelan al alquiler temporario. “En el primer caso suele ocurrir que los propietarios son más de dos y un alquiler de 70 mil pesos por ejemplo, no les conviene y deciden vender”, explica Lattanzi.

Respecto a los alquileres temporarios Bonardo admite que “es un fenómeno que se produce cada vez con más frecuencia porque los propietarios pueden hasta obtener el doble”. Esta opción es utilizada, sobre todo, por trabajadores que llegan a empresas locales por pocos meses.

El mercado plantea así un escenario complicado para los inquilinos que se enfrentan a la inflación y la dificultad para conseguir hoy una propiedad en alquiler en Río Tercero.