La inflación no es importada ni subió por la guerra: es interna y generalizada

Locales 17 de enero de 2023 Por Tribuna
Informe de coyuntura económica de la Bolsa de Comercio de Córdoba.
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En el 2022 hubo un incremento de la inflación en el mundo, en especial en el primer semestre. En varios países se alcanzaron las tasas más altas en décadas. La Argentina no fue ajena a esta situación: el año cerró en 94,8%, la cifra más elevada en 30 años y desde la hiperinflación de finales de los ’80 e inicios de los ’90.

Sin embargo, la suba de los precios locales poco tiene que ver con lo ocurrido en el resto del mundo. La inflación argentina no se explica por el comportamiento de un sector o rubro en particular, por inflación importada del resto del mundo, ni por la invasión de Rusia a Ucrania. Tiene origen en el país y es generalizada.

El Gráfico 1 muestra la incidencia de las distintas categorías que componen el Índice de Precios al Consumidor en países como Brasil, Chile, México, España, Estados Unidos y el Reino Unido. La variable puede entenderse como la contribución de cada uno de los sectores a la tasa de inflación registrada.

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Al considerar el rubro con mayor aporte a la inflación, se percibe que la situación de la Argentina difiere de sus vecinos de la región y de otros países del mundo: en el resto el segmento que más impacto tuvo ronda una contribución de entre 40% y 50%, mientras que en la Argentina solo incide en 28%.

El dato muestra la inflación argentina no se debe a la dinámica aislada de un sector en particular. Al analizar lo ocurrido con el resto de las divisiones se llega a la misma conclusión.

Considerando los dos rubros que más explican la inflación registrada, la Argentina sigue exhibiendo menores incidencias que sus pares.

En el resto de los países analizados, entre la mitad y dos tercios de la inflación se explica por lo ocurrido solo en dos sectores de la economía. En Argentina, los dos rubros con más aporte a la suba de precios explican solo el 42% da la dinámica del IPC. 

Además, Argentina destaca como el único país en el que el rubro de indumentaria/textil es de los de mayor aporte a la inflación.

A nivel local, para explicar al menos la mitad de lo ocurrido con la inflación se deben considerar tres sectores económicos. Con esa misma cantidad de rubros, en el resto de los países se alcanza entre 62% y 81% de la suba de precios anual.

No es la dinámica sectorial

Más allá de la composición sectorial de la inflación, lo que ocurre con los precios en Argentina difiere al resto del mundo en otras características más visibles.

En primer lugar, la Argentina es uno de los cinco países del mundo con inflación más alta. No es comparable la suba de los precios local -que prácticamente duplicó la tasa del 2021 y se acercó a los tres dígitos- con lo ocurrido afuera, donde solo algunos países alcanzaron (después de varias décadas) cifras de dos dígitos.

Además, la dinámica inflacionaria argentina actual es diferente. Por ejemplo, tras alcanzar su mayor inflación cuatro décadas, la medición interanual de Estados Unidos cedió desde 9,1% en junio pasado a 6,5% en diciembre, cifra que fue la más baja en más de un año y, además, se alcanzó tras registrar diciembre una baja mensual en los precios (conocida como deflación) de 0,1%.

En Argentina, la inflación interanual no cede y las expectativas de los agentes consultados por el Banco Central (REM) para este año es de 98% anual.

Las causas de la inflación en Argentina poco tienen que ver con lo ocurrido en el resto del mundo. Su origen no es importado ni explicado por eventos extraordinarios, sino por una constante que se ha profundizado rápidamente en los últimos años.

La excesiva emisión de pesos erosiona el poder adquisitivo de nuestra moneda, y esto continuará ocurriendo mientras no se corrija el elevado sesgo deficitario del gobierno nacional. Hasta que esto no cambie, la inflación continuará siendo uno de los principales flagelos de la economía argentina.

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