En las salas asistenciales municipales, los profesionales observan con preocupación desde hace un tiempo el aumento de casos de sífilis. “Mientras el VIH se encuentra en una etapa de amesetamiento, la sífilis va en escala ascendente”, aseguró contundente la secretaria de Salud de la Municipalidad, Silvina Cisneros.

El área de Salud municipal lleva adelante un programa en el que se realizan test gratuitos para ambas enfermedades de transmisión sexual. “Este año en el (Encuentro) No Durmai hicimos de los dos test”, apuntó la funcionaria, quien resaltó que se observa con preocupación el crecimiento de casos de sífilis.

El alza se registra desde hace algunos años en hombres que tienen sexo con hombres, en mujeres transgénero, pero también en la población en general. La sífilis no discrimina: como el VIH, se encuentra en cualquier estrato social y a nivel local no hay un segmento de la población que se destaque por la presencia de la enfermedad.

Mientras los datos epidemiológicos muestran una reducción o estabilización en los nuevos casos de VIH, en contrapartida otras infecciones de transmisión sexual (ITS) no dejan de crecer.

¿Cómo se explica que la sífilis, que durante los siglos XV y XVI afectaba al 15% de la población y ocasionaba miles de muertes reemerja con fuerza -porque nunca fue eliminada- en pleno siglo XXI, cuando es bien sabido que una conducta sexual segura previene la transmisión?

Las razones que explicarían este hecho incluyen cambios en las conductas sexuales, el uso de drogas de diseño y, sobre todo, la reducción de las medidas de protección en las relaciones sexuales. 

“El aumento de casos de sífilis nos está indicando que no existe mayor conciencia frente a las enfermedades de transmisión sexual”, sostuvo Cisneros. Y brindó un dato llamativo. Apuntó que contrariamente a lo que podría pensarse, los jóvenes son quienes “más utilizan el preservativo masculino, mientras que los mayores de 40 son quienes más se resisten”.

La médica añadió que los casos de sífilis se han detectado tanto en hombres como en mujeres, de diferentes edades.

Qué es la sífilis
La sífilis es una infección producida por la bacteria Treponema pallidum (TP), que se transmite fundamentalmente por contacto sexual y vertical (durante el embarazo o el parto). Su evolución se divide en varias etapas: primaria, secundaria, serológica o latente y terciaria.

Una pequeña llaga o úlcera llamada chancro es su primera manifestación. Suele aparecer en la boca, el ano, el pene o la vagina. En general es indolora y se cura sola, por lo que a veces el paciente no consulta -o consulta y lo diagnostican mal-, no hace el tratamiento correcto y la enfermedad avanza, por más que las lesiones se vayan. Aún sin síntomas, en esta etapa la infección se transmite.

A través del torrente sanguíneo los treponemas pueden diseminarse por todo el cuerpo, lo que da inicio a la etapa más “florida” de la infección, la secundaria, denominada “la gran simuladora” porque puede presentarse de las formas más variadas. Lo más común es erupción bien característica, unas pápulas eritematosas coloraditas que pueden aparecer en el tronco, en manos y plantas de los pies. Además de las manifestaciones cutáneo-mucosas, las adenopatías (inflamación de los ganglios) también son características de esta etapa. Pero hay expresiones menos frecuentes advierten los profesionales y señalan que la enfermedad puede llegar a manifestarse como una faringitis y para cualquiera que no lo piense puede pasar totalmente inadvertida.

Si no se trata la infección, las lesiones -en el caso de que las haya- desaparecen espontáneamente y la infección permanece “dormida” durante un buen tiempo, sólo detectable a través de pruebas de laboratorio. Varios años después sobreviene la etapa terciaria, cuyos síntomas pueden incluir dificultad de movimiento de brazos y piernas, parálisis, entumecimiento, ceguera y enfermedades del corazón. De uno a cuatro pacientes no tratados pueden padecer neurosífilis en cualquiera de las etapas de la enfermedad.

Menos VIH
Tal como lo asegura Cisneros los casos de VIH se encuentran estables desde hace algún tiempo. Y hay una explicación para ello: “Desde que el tratamiento para los pacientes es más sencillo, hay más conciencia y se sigue mejor”, señaló. La médica explicó que hasta hace algunos años los pacientes con VIH debía tomar varios medicamentos al día mientras que actualmente eso ya no es así.

“Con esta nueva medicación se logra lo que se llama carga viral indetectable, por lo cual el nivel de transmisión es muy bajo, aunque de igual manera se insiste en que los pacientes utilicen un método barrera como el preservativo masculino”, explicó.

Durante la pandemia, desde el Municipio se logró que la medicación requerida para pacientes con VIH llegara directamente a la farmacia municipal. Esto facilitó el tratamiento a los pacientes que ya no debieron retirar la medicación en la ciudad de Córdoba. “Los medicamentos son distribuidos en la salas asistenciales para que los luego las trabajadoras sociales los entreguen o bien los pacientes los retirar directamente de la farmacia municipal”, comentó la secretaria de Salud.