El debate sobre las pistolas de descarga eléctrica, también en Río Tercero

Locales 22 de octubre de 2022 Por Tribuna
Funcionarios judiciales, abogados y vecinos de la ciudad se manifestaron sobre su utilización.
descarga

Esta semana se conoció que el Gobierno de Buenos Aires recurrió a la Justicia para solicitar autorización para el uso de las pistolas Taser, mediante un “amparo por mora”, y que se destrabe su importación para ser utilizadas por la Policía porteña. La Anmac (ex Renar) había autorizado su importación, aunque luego un funcionario dio marcha atrás con la medida. La decisión de la Ciudad de ir a la Justicia vuelve a generar un debate sobre el uso de estos elementos en las fuerzas policiales. TRIBUNA se propuso trasladar esa discusión al ámbito local y para ello requirió diferentes opiniones.

El vocal de la Cámara del Crimen de Río Tercero Marcelo Ramognino, opinó que la utilización de las pistolas eléctricas “es saludable, una cuestión a tenerse en cuenta y a evaluar”. Y argumentó su afirmación: “El estado es el que tiene el monopolio de la fuerza pública y por ende requiere  necesariamente de herramientas para poder hacer efectiva esa responsabilidad. Dentro de esas herramientas están estas pistolas”. Asimismo, el juez indicó que a su entender “lo más importante de estas armas es que son no letales y se pueden utilizar en lugares particulares, como aquellos de aglomeración de personas donde hay posibilidades de que una bala de rebote o una bala que por un fallo de puntería del tirador termine finalmente impactando en otra persona y causando un daño gravísimo en alguien que no tiene nada que ver. O del otro costado, el funcionario policial que tiene que repeler un ataque no lo haga producto de la posibilidad de causar un daño a un tercero”. 

Más allá de las ventajas que ofrecen este tipo de armas según su visión, Ramognino sostuvo que “si quien usa estas pistolas comete algún exceso o no la utiliza dentro del marco del protocolo, tendrá que asumir las consecuencias administrativas o penales según corresponda”.

El funcionario consideró además que para abordar el debate “hay que despojarse de cuestiones de ideología y todo este planteo que en algún momento se ha tratado de introducir vinculado con las picanas”. “Me parece que es una cuestión en la que se ha traspolado la ideología a un tema de estricta connotación de seguridad”, aseveró.

En coincidencia con el juez opinó el fiscal de Cámara, Gustavo Martín. “En una policía que no se caracteriza por la formación, por la mesura, un elemento que sea menos irreversible que las 9 mm., que matan seguro, es positiva su utilización”, dijo. Además señaló que “tienen la limitación que no pueden ser utilizadas a tanta distancia como un arma de fuego, lo cual a su vez puede llegar a ser un beneficio porque se limitan los excesos”. Y fue categórico al asegurar que el caso “Valentino Blas Correa no hubiera pasado si se hubieran utilizado este tipo de armas”.

De todas formas, Martín no dejó de reconocer que la utilización de estos aparatos es controversial, “no se restringe a la mera grieta que de un lado tiene a quienes las quieren implementar, y del otro quienes opinan lo contrario. Se ha dado debate, aunque poco a poco va imponiéndose (la aceptación de uso) precisamente porque no tiene efectos irreversibles, más allá de que quienes las cuestionan dicen que sí los tienen de acuerdo al lugar (del cuerpo) donde impacta la conexión. Creo que no hay base ni para desmentirlo ni para sostenerlo”, señaló.

Por su parte, el presidente del Colegio de Abogados de Río Tercero, Mauro Dichiara, también se manifestó a favor de la utilización de las pistolas eléctricas “por la sencilla razón de que no son letales”. Aportó que su implementación “reduciría el índice de violencia policial en las calles, siempre y cuando su uso sea correcto y no abusivo”.

Respecto a la preparación del personal policial para usar este tipo de armas, Dichiara consideró: “Creo que la preparación va a existir, porque si no tenemos un personal policial preparado para el uso de estas pistolas, mucho menos lo tenemos para el uso de un arma de fuego”. Además señaló que “con la capacitación correcta y el uso adecuado, se ahorrarían muchas situaciones de violencia y de letalidad en el ejercicio de la fuerza policial”.

Respecto al debate planteado en torno a la implementación de esta herramienta de seguridad, el abogado dijo que “debe ser profundo y serio y no como hasta ahora se observa que parece más una discusión ideológica basada en falsos progresismos que en la utilidad o no de este tipo elementos para mayor seguridad de los ciudadanos”.

Rechazo
El abogado penalista Carlos Pajtman se manifestó en contra del uso de las pistolas eléctricas. Puso en duda el hecho de que no sean letales: “Hay que ver para quién y en qué casos no son letales”, puntualizó. “La descarga (eléctrica) es muy alta, a tal punto que se bloquea el sistema nervioso muscular y lleva a la persona a una rigidez total”, argumentó.

Por otra parte, opinó que por la experiencia que se tiene en esta región, “lo único que pueden hacer este tipo de pistolas es incrementar la violencia”. “Afortunadamente no tenemos un altísimo porcentaje de delitos a mano armada y con disparos; no hay tiroteos habitualmente en esta zona. Creo que con lo que ya hay de balas de goma es suficiente. No veo necesario ni oportuno utilizarlas”, apuntó.

Respecto a la preparación del personal policial para utilizarlas opinó que tendrían que hacer una “enorme” capacitación, pero insistió en que su uso será para “fomentar más violencia en una sociedad que es violenta pero no tanto”.

Encuesta

En este incipiente debate propuesto por TRIBUNA alrdedor del tema del uso de las pistolas de descarga eléctrica dentro de la fuerza policial, quienes participaron en la encuesta, respondieron mayoritariamente que “son seguras y evitan muertes”. Nadie de quienes participaron consideró que “son peligrosas y la Policía abusará de su uso”, y además ninguno dijo que sería necesario “abrir un debate entre especialistas”.

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