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Falta de apoyo, un mal con el que debieron luchar no solo en las islas

Tancacha. El testimonio de un excombatiente de esa localidad, permite visualizar algunos obstáculos que debieron sortear aún después del conflicto bélico.

Regionales04/04/2022 Tribuna
REGIONALES - Malvinas
Eduardo Miranda.Tras combatir en la guerra de 1982, volvió a las Islas Malvinas en 2009.

Se acerca un nuevo aniversario del desembarco de las tropas argentinas en las Islas Malvinas y por el peso específico de los 40 años, parece no ser uno más.

Naturalmente, cada 2 de abril puede generar sensaciones distintas, especialmente entre los excombatientes, pero de manera colectiva se viene observando una vigilia particular este año.

En Tancacha por ejemplo, desde septiembre pasado, el segundo día de cada mes, tiene lugar un sencillo pero siempre emotivo acto en la Plaza de los Veteranos. También se han colocado placas identificatorias en las viviendas de cada uno de los tancachenses que estuvieron en el Atlántico Sur.

Uno de ellos, Eduardo “Lala” Miranda (58), traza un hilo conector entre lo que ocurrió hace cuatro décadas y el presente, aunque aclare que no todos han procesado de la misma manera semejante experiencia. Además de él, Tancacha aportó otros seis soldados: Cesar Ulbrich, Felipe Galli, Walter Actis, José Luis Maldonado, Víctor Raimunda y Roberto Martínez, aunque éste ultimo se encuentra radicado en Río Tercero.

Admitiendo que este 40º aniversario “suena distinto”, de manera similar a lo que ocurre cuando alguien cambia de década al cumplir años, Miranda siente que el tiempo pasó rápido pero “sigue todo igual”. En esa expresión se descubre tácitamente el reclamo hacia un reconocimiento que no fue el esperado, desde el mismo momento en que regresaron por la “puerta de atrás” al país, tras el conflicto bélico. “Nos escondían porque parecíamos una piltrafa”, recuerda.

“Desde los gobiernos nunca nos preguntaron si nos hacía falta algo. Hubo muchos que la pasaron mal y deberían haber necesitado alguna asistencia psicológica. Recién en el 91´ nos reconocieron la mutual del PAMI pero seguimos reclamando una mayor cobertura médica, sobre todo en los pueblos chicos”, apunta.

No obstante, nada parece empañar el “orgullo por haber defendido la patria” aunque al mismo tiempo no puedo ocultar sentirse “en deuda por no haber podido recuperar las islas ”. Esta mezcla de sentimientos es la que debió conjugar especialmente cuando logró volver a las islas en 2009.

También dice sentirse a gusto con los llamados que recibe cada año para esta época, dado que considera importante redundar en un mensaje: “Las guerras no deben existir porque quedan secuelas que no se recuperan nunca más”

Pero si de rencores se habla, asegura que no está enojado con los soldados británicos sino con los gobernantes de turno. También es fuerte el sentimiento que le despierta un país vecino porque asegura que a pesar de haberse enfrentado a una potencia bélica, la resistencia argentina no hubiera sido sencilla de vencer, sin las bases que Chile le permitió montar a los británicos.

Más acá en el tiempo, aunque también ya sea un recuerdo, Miranda lamenta que ya no se pueda continuar organizando en Tancacha una cena que reunía a veteranos de distintas provincias y había alcanzado una dimensión única en el país.

“La hicimos durante unos diez años pero se volvió algo muy grande y cuando se cayó el apoyo fue imposible. Hasta tuve que sacar un préstamo para pagar algunos gastos”, afirmó con un tono de resignación que parece naturalizado tras la sucesión de situaciones ya descriptas.

A modo de epílogo, “Lala” como la mayoría lo conoce en Tancacha y la región, pide resumir su testimonio con una frase que vaya si merece ser atendido. “Honor y gloria a los héroes que dieron su vida por la patria”, exclama como un grito de guerra que el paso de los años no logrará callar.

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