Con observación se puede ser el propio "médico" del maíz

Locales 30 de junio de 2018 Por TRIBUNA
Al recorrer lotes de maíz campaña tras campaña junto a productores, frecuentemente encontramos signos de problemas en el cultivo, que en muchos casos reconocemos que es tarde como para hacer algo al respecto.
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Por Raúl Martina - Ing. Agrónomo M.P. 1442

Los avances que hemos logrado al transitar paso a paso hacia el "Manejo de Ambientes" (Bajo, Media Loma, Loma), dejando atrás la vieja mirada de lote homogéneo.
Cuando hablamos de "deficiencia de nutrientes", reconocemos que la disponibilidad de uno o más nutrientes de la planta, en el suelo, ha caído por debajo del nivel requerido para que el cultivo genere un esperado retorno económico.


Sin embargo, junto a cada productor maicero deberemos reconocer estos "signos de peligro", chequeando lotes varias veces durante la temporada de crecimiento del cultivo. De esta manera nos vamos transformando en "médicos" del propio cultivo.
Los déficits de nutrientes que aparecen cuando el maíz es joven con frecuencia pueden corregirse con aplicaciones a tiempo de fertilizantes específicos.


Un conocimiento al detalle, consolidado con visitas periódicas, nos permite saber cómo ha transcurrido, tanto el crecimiento como el desarrollo, de nuestros cultivos y dichas observaciones nos permitirán planificar una mejor estrategia para la próxima siembra.


Resulta oportuno aclarar, que mientras más preciso sea el diagnóstico que acompaña cada observación, mayor será nuestro retorno al momento de elaborar estrategias de manejo del cultivo. Aquí cobran especial interés los análisis de suelo y todo tipo de chequeo que podemos adicionar al cultivo (medición de intensidad de verde o sensor de clorofila), tendientes a esclarecer qué es lo que pasa con el maíz, determinando así con mayor claridad, experiencia tras experiencia, qué le pasa a nuestro cultivo y qué es lo que debemos hacer para lograr los mejores resultados, tanto productivos cómo económicos.

"Si las plantas jóvenes denotan amarillamiento en contraste con el verde oscuro de las plantas sanas que seguramente se sitúan es sitios bien provistos del nutriente, la escasez de nitrógeno está indicada desde temprano. Esto generalmente puede corregirse con aportes de urea o nitrógeno en aplicaciones líquidas, mientras la altura del cultivo lo permita".


La experiencia del recorrido a campo, me indica que es útil comenzar por los dos nutrientes que más demanda tienen y en los que son sumamente necesario incorporarlos en estrategias de nutrición de cultivos, ya que existen sobradas herramientas en el mercado para cubrir sus déficits.

El fósforo
Las deficiencias de fósforo aparecen cuando las plantas son muy jóvenes. La sintomatología es una marca rojiza-púrpura en las hojas. El fósforo también controla el tamaño del tallo y el crecimiento de las raíces. La respuesta de los cultivos a la fertilización fosfatada depende del nivel de fósforo disponible en el suelo.

Asimismo dicha disponibilidad es afectada por factores del suelo, del cultivo y de manejo del fertilizante. Entre los factores del suelo, se destacan la textura, temperatura, contenido de M.O. y el PH, mientras que entre los del cultivo debemos tener en cuenta los requerimientos y el rendimiento objetivo. En las últimas campañas el manejo de estrategias de correcciones de fósforo al voleo en contra estación, ha demostrado resultados por demás interesantes y nos permite comenzar a incorporar la idea de fertilizar la rotación por encima de la fertilización del cultivo, estrategia sustentable de la mano de arreglos de alquileres a plazos razonables o definitivamente en campos propios.

Deficiencia de Nitrógeno
Las deficiencias de nitrógeno no son tan fáciles de detectar en los primeros estadios del crecimiento y los síntomas severos rara vez aparecen después de la cuarta o quinta hoja cuando el cultivo ha tomado un crecimiento vegetativo considerable. Sin embargo, si las plantas jóvenes denotan amarillamiento en contraste con el verde oscuro de las plantas sanas que seguramente se sitúan es sitios bien provistos del nutriente, la escasez de nitrógeno está indicada desde temprano. Esto generalmente puede corregirse con aportes de urea o nitrógeno en aplicaciones líquidas, mientras la altura del cultivo lo permita. Probadores especiales de nitrógeno para maíz también pueden ayudar con el diagnóstico. En el momento en que el maíz ha llegado a estados reproductivos, desde V6 en adelante, la demanda cambia y es clave el ajuste que hayamos implementado; en esta etapa muchos lotes de maíz se quedan sin nitrógeno. El síntoma de amarillamiento en las puntas de las hojas inferiores, que va extendiéndose gradualmente por la porción media de las hojas más arriba en la planta, es el característico.


Para cuando el maíz ha alcanzado esta altura y las hojas inferiores se presentan amarillas, poco podremos hacer para corregir dicho déficit y será clave determinar estos sitios para definir mejores estrategias en campañas siguientes.
Nuestros suelos presentan deficiencias muy marcadas de nitrógeno y todo los que esté a nuestro alcance para corregirlo redundará en aumentos de rendimientos y rentabilidad.

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