
El juicio fue abreviado y estuvo presidido por la jueza Guarania Barbero.
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La pandemia alteró la excepcionalidad de los rituales de la muerte. La muerte por COVID tiene nuevos protocolos.
Locales10/11/2020 Tribuna
Por Adrián Vitali*
La pandemia producida por el COVID19 altero la cotidianidad de la vida y nos organizamos con una nueva normalidad. Tenemos que usar barbijos, lavarnos las manos con jabón y usar alcohol en gel, tomar distancias en las filas para pagar los impuestos o para comprar alimentos. Los encuentros familiares están determinados a una decena.
Pero también la pandemia alteró la excepcionalidad de los rituales de la muerte. La muerte por COVID tiene nuevos protocolos donde se exige el distanciamiento de los vivos. Los familiares ya no pueden tocar el cuerpo ni prepararlo para el velatorio. Este debe introducirse desnudo sin su ultimo ropaje en una bolsa de cadáver plástica de alta densidad, impermeable y con cierre hermético en la misma habitación de aislamiento donde falleció.
Luego se pulveriza con desinfectante de uso hospitalario o con una solución de hipoclorito. Y se lo coloca en un ataúd para llevarlo al crematorio o al entierro.
La nueva normalidad de la muerte nos arrebató los viejos rituales de los velorios, donde se velaba la memoria y se conmemoraba la historia de la persona fallecida. Ese lugar socializador donde se encontraban los que no se habían visto más, para despedir la misma vida compartida y celebrada en algún momento de la historia.
En esta nueva normalidad de la muerte, el dolor queda atomizado en la impotencia de la ausencia sin rituales. Porque el dolor solo puede ser contenido y aliviado con los abrazos y las palabras de los amigos.
Nos quedamos solos en el andén como el Viejo Matías, mirando las vías vacías del último tren que no pudimos despedir, porque salió de noche con distanciamiento social y en el horario de la nueva normalidad.
*Exsacerdote católico Exsecretario de Participación Social municipal
El juicio fue abreviado y estuvo presidido por la jueza Guarania Barbero.
Gómez expresó su alegría por la nueva función, para trabajar de acuerdo al compromiso enunciado por el gobernador Martín Llaryora a fin de priorizar la salud pública de la población.
Nota de Opinión.
La entidad fue fundada en 1936 y a lo largo de los años se consolidó como referente institucional.
La pieza es un ciclo de monólogos breves que el autor escribió durante la pandemia y que este año cumple su segunda temporada de funciones.
Días atrás el Vivero Municipal de Río Tercero cumplió 10 años. Y en ese marco, la Secretaría de Desarrollo Vecinal de la Municipalidad, presentó los resultados del censo de arbolado urbano, y la efectividad de las 700 intimaciones emitidas para los vecinos frentistas planten árboles en las veredas. El relevamiento arrojó, además, cuáles son los barrios con más y menos ejemplares.
El acto estuvo encabezado por el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, acompañado por el intendente Marcos Ferrer, el secretario General de la Gobernación David Consalvi, y el Jefe de Policía Leonardo Gutierrez.
La categoría contó con 90 patinadoras, quedando las patinadoras locales en los siguientes puestos: Lola Pasteris: 33; Victoria Soria: 45; y Zoe Valla en el puesto 47, siendo esta su primera participación en un evento de tal magnitud.
Gómez expresó su alegría por la nueva función, para trabajar de acuerdo al compromiso enunciado por el gobernador Martín Llaryora a fin de priorizar la salud pública de la población.
El juicio fue abreviado y estuvo presidido por la jueza Guarania Barbero.
La damnificada adujo que no le permitieron ingresar al boliche local por su aspecto físico. El tribunal reconoció el reclamo de multa por daño punitivo.
El ministro de Gobierno participó del Foro Latinoamericano de Alcaldes del Pacto Global por el Clima y la Energía y destacó la política ambiental de la Provincia, basada en inversión pública, liderazgo territorial y apoyo directo a los municipios.