López entre el desafío político y empresario

Locales 08 de agosto de 2020 Por Tribuna
Nuevo director de la Fábrica Militar de Río Tercero
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"Pecho" López junto a Walter Rossaroli, futuro vicedirector, durante la asunción esta semana al frente de la FMRT

El empresario y político justicialista José María López asumió esta semana la conducción de la Fábrica Militar de Río Tercero Sociedad del Estado, con el desafío de reactivarla y atraer inversiones. Dijo que no habrá más despidos y que si se los ordenan se irá a su casa. La gestión arrancará con una auditoría para conocer el estado económico, financiero y productivo de la planta local. Señaló que la fábrica debe ser autosustentable, con lo cual se infiere dejar de depender de dineros públicos.

José María "Pecho" López habló básicamente como político en el día de su asunción como director de la Fábrica Militar de Río Tercero. ¿El mensaje acerca del futuro de la planta estatal debe ser político o netamente empresario? ¿O ambos? 

López fue candidato a intendente de Río Tercero en las pasadas elecciones de 2019 y proviene del mundo empresario: es socio de la fábrica de tractores Pauny ubicada en Las Varillas. Con lo cual la expectativa acerca de su gestión en la histórica Fábrica Militar, es importante dentro de los objetivos que el mismo López definió: autosustentabilidad y reactivación.

Según anunció en su primer contacto con la prensa como director, las primeras acciones estarán basadas en los resultados de una auditoría que su equipo encarará, a modo de diagnóstico. Con esos datos, sobre el desempeño de las áreas química y metalmecánica, López comenzará a trazar su estrategia, que no contemplaría más achiques ni ajustes, sino todo lo contrario: la búsqueda de negocios e inversión. "Si me piden que despida a un solo operario más, me voy a mi casa", manifestó con el fin de llevar cierta tranquilidad laboral, luego del antecedente de no renovación de decenas de contratos de la gestión anterior. 

La tarea no será sencilla. La Fábrica viene atravesando años de abandono, falta de inversión y de modernización. Y López es consciente de ello. En un reportaje reciente admitió que no es posible encarar ningún plan de desarrollo y trabajo, con tecnología de los años '70 y '80. En ese segmento se ubica la producción para la defensa. La Fábrica fue fundada, en su esencia, para la producción de armamento pesado y municiones, cuya tecnología no se actualizó. 

"Es el desafío más importante de mi vida, independientemente de lo que hice en la otra fábrica. Es un desafío nuevo. Siento un gran respaldo del Gobierno nacional", indicó López. 

"Tenemos que ponernos a trabajar y colocar a la Fábrica Militar de pie nuevamente", dijo. 
   La nueva gestión no solo se enfocará en la reactivación de las áreas productivas (actualmente está activa el área química y un contrato menor con el Belgrano Cargas para fabricar un puñado de vagones), sino que deberá discutir un nuevo convenio colectivo con los trabajadores, que no son empleados públicos. Así lo establecen las prioridades de la Sociedad del Estado. Actualmente, el 80% de la planta de personal es contratada y un nuevo marco laboral les dará a los operarios mayor estabilidad, pero con límites de modo tal de no aumentar el déficit económico. 

"Mi principal objetivo es lograr que toda la ciudad vuelva a sentir a la fábrica como propia, es parte de la historia de Río Tercero, de su identidad y tenemos que recuperarla", manifestó por otra parte. 
   "Yo siempre fui claro con ellos (en referencia al Gobierno nacional) y el día que me pidan despedir empleados, renuncio, porque mi tarea aquí es poder sacar la fábrica adelante y no dejar a riotercerenses sin trabajo", profundizó, de nuevo, con un mensaje político.

Pero a la vez expresó, como empresario, que apuntará a lograr una fábrica sustentable y competitiva. "Y es por eso que tenemos que trabajar en equipo para poder lograrlo", añadió. 

Destacó además que volcará toda su experiencia en "gestionar y llevar adelante nuevos proyectos". 

¿Cómo lo hará? Si no recurre al presupuesto estatal, no tendrá otro camino que los acuerdos con privados, en un modelo similar al establecido en Fadea durante el gobierno macrista, que implicó un gran impulso para la fábrica de aviones de Córdoba. 

Otra de las novedades que se conoció es que el militante justicialista Walter Rossaroli, también de Río Tercero, ocupará la vicedirección de la fábrica local. 

López se hizo cargo formalmente de la dirección de la empresa estatal esta semana, en un acto virtual que contó con la participación desde Buenos Aires, del presidente de Fabricaciones Militares Sociedad del Estado Iván Durigón, la secretaria de Ciencia y Tecnología para la Defensa Daniela Castro, y el senador nacional por Córdoba Carlos Caserio, quien lidera el sector político en Córdoba que integra López dentro del PJ. 

Precisamente, López celebró que las principales dependencias nacionales en Río Tercero sean dirigidas por riotercerenses, como el caso del PAMI y la Anses. 

En tanto, desde la Municipalidad se informó que "el intendente y el flamante director se comprometieron a trabajar en conjunto para generar condiciones que permitan reactivar la industria local, creando así nuevas fuentes de trabajo que impulsen el desarrollo y crecimiento de Río Tercero".

De este modo López se convirtió en el primer director civil permanente de la empresa (no interino). Y no fue casual que expusiera otro objetivo: desterrar el manejo "castrense" de la fábrica, históricamente dirigida por militares de carrera del Ejército Argentino.

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