Es hora de revisar el rol de las entidades representantes del campo

Información General 03 de agosto de 2020 Por Tribuna
*Por Adriana Cabo
campo

Hace una semana se presentó el Consejo Agroindustrial Argentino, una nueva agrupación que nuclea a 42 entidades relacionadas al campo y a la producción de alimentos. El objetivo es trabajar para lograr la reactivación económica, potenciar la agroindustria, hacer crecer exportaciones hasta 100.000 millones de dólares anuales y generar 700 mil empleos adicionales sin descuidar el entorno ambiental y sin requerir subsidio del Estado.  

La entidad trabajará en la elaboración de un proyecto de ley que incremente las agroexportaciones y genere más empleos. El proyecto será enviado al Congreso de la Nación para que se convierta en una política de estado. De su aprobación dependerá que sea una real iniciativa para incentivar a la agroindustria o quede solo en un título político como otros similares, anteriormente presentados.  Para ello se deben elaborar propuestas sectoriales antes de 60 días que integren el proyecto para que pueda ser tratado por el Congreso de la Nación antes de terminar este año.

De las cuatro entidades representantes del agro no se sumó al proyecto la Sociedad Rural Argentina. La Mesa de Enlace aparece así diluída en este foro agroindustrial, que incluye bolsas de cereales, a la industria aceitera, molinos, avícolas, semilleros y otras entidades

Las gremiales del campo perdimos representatividad por varios motivos: no supimos instrumentar mecanismos sólidos ni reales para representar a los productores primarios, más bien cada una hizo su propio juego y la desconfianza de los productores en las entidades aceleró la decadencia de cada una de ellas.

Los autoconvocados son más que en 2008 porque como entidades no logramos darles respuestas a sus inquietudes y muchos dirigentes de economías regionales se asociaron a CAME. 

El Gobierno captó integrantes de Federación Agraria Argentina que antes representaban a los productores, para que pasaran a ser funcionarios. Una debacle desde donde se lo mire.

Llegó la hora de hacer autocríticas dentro de las entidades agropecuarias, volver a leer los estatutos o bien hacer un paso al costado si no se sabe para qué se está en ese lugar.

El sector agropecuario, moderno, dinámico, necesita de gremios serios, no para confrontar por el simple hecho de hacerlo, sino para representar al campo argentino en toda su diversidad, sentarse a la mesa de diálogo con el gobierno de turno para plantear dificultades, pero también para acercar posibles soluciones y así poder contribuir a que el país pueda producir alimentos para consumo interno y el mundo.

*Vocal de la filial local de la Federación Agraria Argentina (FAA)

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