La calificación de "zona blanca" libre de coronavirus, hizo que Río Tercero ingresara en el lote de decenas de ciudades y pueblos del interior cordobés, que flexibilizan su actividad en forma paulatina. 

A la apertura controlada de la semana pasada, se suman desde hoy las peluquerías, agencias de quiniela, nutricionistas y psicólogos (ver página 35). Y de este modo, la ciudad va recuperando su normalidad económica.

Pero los cambios y el nuevo escenario que se avecina son inevitables. Tanto es así, que el intendente Marcos Ferrer anticipa que la Municipalidad no estará ausente en la tarea de apoyo e innovación. "Sin hacer populismo", su administración se prepara para los nuevos paradigmas, dice en una entrevista concedida ayer a TRIBUNA. 

Ferrer exhibe a nivel provincial y nacional muy buenos resultados en la tarea de control y apego ciudadano a los protocolos sanitarios establecidos, escenario que motivó al Gobierno provincial a colocar a Río Tercero como ejemplo dentro de las ciudades más grandes de la provincia sin virus. "Es un logro de toda la ciudadanía", aclara el intendente.

"Río Tercero ha llevado muy bien su control sanitario y hemos sido los primeros en muchas de las medidas que luego se han tomado a nivel provincial y nacional. Y nos ha permitido ganar mucho tiempo", señala el intendente. 

"Es fundamental en esto el compromiso que han tenido los vecinos, con las medidas de precaución y de seguridad. De nada sirve que el Estado proponga cosas y la gente no las cumpla", profundiza. 

-¿Cómo señalaría la actitud de los riotercerenses?
 -Han sido muy responsables, y estamos en una situación que nos permite flexibilizar algunas actividades, que han arrancado y otras desde este sábado. 

 -En general el comportamiento de la gente fue y es bueno, en acatar las medidas de higiene y distancia social.
-Sí, es un logro de la comunidad de Río Tercero. Nosotros no tenemos un escudo que nos vuelva inmunes. Lo sostuve siempre desde que comenzó la pandemia. Probablemente en algún momento la enfermedad llegue a la ciudad, pero está claro que hemos ganado una enorme cantidad de tiempo y que ha sido mérito de los riotercerenses. Más allá de lo que establezca o proponga la Municipalidad, es muy importante el compromiso social. Basta salir a la calle para ver a los vecinos circular con los elementos de protección; el cuidado en todos los comercios de la ciudad. Todos son muy responsables fundamentalmente en el distanciamiento personal, que es una de las medidas fundamentales para evitar los contagios. En el uso del barbijo hubo un acatamiento del 99% desde el día uno. Hoy es total. Se entendió que el cuidado individual impacta en el cuidado general de la comunidad. 

Colaboración
-¿Qué espera para el día después de la pandemia? ¿Cuáles cree serán los desafíos?
-La económica es una cuestión emergente y fundamental. Sin dudas habrá sectores de la economía de la ciudad, que no serán pocos, que van a tener dificultades serias. Y el Estado municipal los va acompañar. Vamos a tratar de tener a resguardo y defender la economía de la ciudad, teniendo en cuenta que la economía del Municipio también se verá muy afectada. Hay una caída del 40% en la coparticipación, alrededor del 50% en los ingresos propios. La Municipalidad estuvo cerrada al principio (del aislamiento) y después porque la actividad misma ha caído. La Tasa al Comercio e Industria, por ejemplo, que es el tributo más fuerte en materia de ingresos, se calcula sobre la facturación de los comercios y las industrias y se ha caído. Será una situación compleja para todos, en la que vamos a tener que agudizar el ingenio, y ser inteligentes en las decisiones. Todos los empresarios, comerciantes e industriales quiero que se sientan tranquilos. El Municipio los acompañará en lo que pueda. Las medidas que haya que tomar para aliviar la carga se van a tomar. Obviamente sin perder de vista que no podemos hacer populismo. El Municipio también sufre la crisis. Todos deberemos ser solidarios. Río Tercero va a salir adelante. Estoy convencido. La ciudad ha tenido que enfrentar situaciones complejas y las ha sabido sobrellevar, salió adelante y con más fortaleza. No creo que esta sea la excepción. Sin ir más lejos el evento de las explosiones (de 1995 en la Fábrica Militar) fue lo que puso a prueba nuestro temple y nuestra capacidad de salir adelante. Lo logramos. A lo largo de los años además hemos atravesado muchas crisis económicas. Esta tiene muchas condiciones particulares, ya que está enmarcada en un problema de salud de carácter mundial, pero si somos solidarios y tratamos de entre todos construir alternativas de solución, vamos a salir rápido y más fuertes. 

Hacia adelante
-¿Lo ve como una oportunidad de cambio?
-Sin dudas. Es quizá una frase hecha pero todas las crisis son oportunidades. Río Tercero hoy está vista desde la Provincia y el país, como una ciudad que ha manejado bien la crisis. No es infalible. Nos puede tocar que se propague la enfermedad, pero hemos avanzado en el tiempo. Si nos hemos preparado y fuimos cuidadosos en el cuidado sanitario, también lo podemos ser desde lo económico. Río Tercero tiene una potencialidad que no todas las ciudades poseen. Tenemos una industria y un comercio muy fuertes. Muy buenos emprendedores, muchas pymes, un sector agropecuario fuerte, profesionales y un polo educativo importante que le dan a Río Tercero, junto a la solidez de sus instituciones, una plataforma para recuperarse rápido. La mejor manera de lograrlo es ser solidario: entender que el impulso de uno arrastra al otro. Tenemos que trabajar todos juntos, es imposible que lo haga el estado y las instituciones en soledad. 

-¿Cuál es su posición desde lo político e institucional con la visión que tiene la provincia y el país?
-Sin dudas que me pone contento que nos usen de ejemplo para algo positivo. Es un valor de la comunidad. No es un logro personal sino del compromiso de la comunidad.