Tragamonedas: ¿este verano si?

La posibilidad de que Almafuerte reciba un innegable impulso como destino turístico con la instalación de tragamonedas dentro de su ejido urbano, persiste desde hace más de un año, aunque sigue sin tiempo cierto de concreción.

No obstante, la alternativa volvió a tomar impulso recientemente tras conocerse que la empresa CET (Compañía de Entretenimientos y Turismo S.A.), encargada de instalar los slots en la provincia, compró el hotel Howard Johnson, ubicado junto a la autovía a escasos kilómetros del Piedras Moras.

Con este panorama, se renueva la expectativa de saber si Almafuerte se transformará finalmente en la 18º ciudad cordobesa en contar con estos juegos de azar.

Tras consultas realizadas por este medio ante una importante fuente de la empresa que adquirió el hotel cinco estrellas, puede percibirse que la cautela sigue predominando, pero le va cediendo espacio al optimismo para que se concrete en el corto plazo.

Desde CET admitieron que se encuentran en un “proceso de transición” pero ya están trabajando en mejoras edilicias relacionadas a la seguridad y servicios básicos del inmueble.

Todavía no está definido si será necesario incorporar una nueva sala o adaptar algún espacio existente, ya que esta alternativa de entretenimiento habría sido contemplada en la misma concepción del hotel.

El mismo fue inaugurado en octubre de 2013, cuenta con 45 habitaciones en casi 6.000 metros cuadrados cubiertos y una sala de convenciones con capacidad para 300 personas, donde se instalaría la sala de juego.

Al mismo tiempo, desde CET reconocen que el mantenimiento del mismo no será tan sencillo si no se cuenta con esta nueva fuente de ingresos.

En este marco, la intención de avanzar hacia la postergada instalación de slots está clara y su dilatación tiene como principales factores, una serie de autorizaciones oficiales y demás cuestiones burocráticas, según revelaron.  Otro obstáculo no menor a sortear es la importación de elementos indispensables, comenzando por las propias máquinas.

Es un proceso que no demandaría menos de tres meses, con lo cual “tenemos hándicap para llegar a la temporada turística”, admitieron.

Recreo y trabajo
Más allá del atractivo adicional que le aportaría una nueva sala de juegos a este destino emergente, no es menor la expectativa en torno a la fuente laboral que representaría.

Vale recordar que su instalación cuenta desde hace un año con la aprobación del Concejo Deliberante, pero entre otras cuestiones, la ordenanza establece que un 80 por ciento de la mano de obra generada por este emprendimiento, debe ser local.  El proyecto presentado para su aprobación, apuntaba a unos 30 puestos de trabajo.

Intentando mitigar el costo político por la resistencia que suele generar este tipo de espacios, entre cierta parte de la ciudadanía que repara en el riesgo del juego, el visto bueno de los ediles estuvo precedido de una encuesta pública. Si bien la respuesta fue mayormente positiva, la normativa también dejó en claro que no habilitaba la instalación de salas en la zona céntrica.

Que estas máquinas se encuentren en un lugar retirado de la ciudad, supone una acción premeditada, similar a lo que ya ocurre con la vecina localidad de Embalse. Distinto es el efecto que puede genera si están inmersos en una zona comercial, donde el ciudadano puede verse tentado a ingresar cuando no tenía previsto hacerlo, utilizando fondos destinados para otra cosa.

De la misma manera que ya ocurre en otras localidades con slots, su instalación supone un convenio mediante el cual, un 4,5 por ciento de lo recaudado es destinado al Municipio. En el caso de Almafuerte, ese canon se destinaría a las áreas de Salud y Acción Social, según afirmaron desde el Concejo Deliberante.