Se piden más permisos de obra, ¿pero se construye más?


Sin necesidad de entrar en registros oficiales, era palpable que el sector de la construcción venía logrando mantener un ritmo inmune a los avatares sanitarios y económicos de estos últimos años.
Sin embargo, ese biorritmo puede verse alterado en este particular 2023 en el que la pandemia ya es un triste recuerdo pero el contexto electoral parece haber influido sobre indicadores cuantitativos y cualitativos.
El dato sobre el que puede basarse el particular diagnóstico actual tiene que ver con una duplicación en la cantidad de permisos de obra otorgados por el Municipio en este primer semestre.
Hasta junio incluido se tramitaron 126, cifra que prácticamente dobla a lo ocurrido en el mismo período de los dos años anteriores, ya que fueron 65 en 2022 y 77 en 2021.
No obstante, nadie puede ratificar que haya un “boom” de la construcción, con lo cual, puede suponerse que un importante cúmulo de proyectos, no logran trascender el papel o bien, se trata de intervenciones menores.
Arquitectos
Una referencia ineludible para darle valor agregado a lo que pueden ser fríos números, puede encontrarse en el Colegio de Arquitectos de Río Tercero, que en realidad abarca los departamentos Tercero Arriba, Calamuchita y Santa María.
Su presidente, Martín Giardina, revela un informe de la entidad, donde constatan una tendencia de crecimiento este año con respecto al anterior en cuanto a metros cuadrados registrados, aunque difícilmente se llegue a niveles de 2021.
Toda esta previsión, aclara que está condicionada a lo que pueda ocurrir en las elecciones de octubre y el rumbo político que tome el país.
Por lo pronto, atribuye esta variación a los vaivenes del dólar, con lo cual, sugiere que está más vinculada con inversión de un sector de mayor poder adquisitivo que al real acceso a la vivienda, ya que el precio del metro cuadrado evolucionó a otro ritmo que los salarios.
Esto puede verse en los lugares que más crecimiento registraron en este sentido, como Calamuchita, Alta Gracia o Almafuerte, destinos elegidos principalmente para quienes pueden optar por otro estilo de vida, más vinculado con la naturaleza y alejado de los grandes centros urbanos.
Al mismo tiempo, Giardina cree que cuando el “Municipio empieza a ordenar el territorio”, es decir, abrir calles, adoquinar, llevar servicios y dotar de la infraestructura necesaria, motiva nuevos proyectos de construcción.
Proveedores
Entre otros referentes del sector, se puede apelar a proveedores de un insumo clave en el proceso como es el hormigón y sus visiones contrastan con las cifras mencionadas.
La Cooperativa de Servicios Públicos es uno de ellos, y su gerente, Roberto Aliciardi advierte que el movimiento de los primeros meses del año se frenó en estos últimos dos.
También sostiene que la escasez de otros elementos como aberturas o hierros, desalienta las construcciones.
Desde su experiencia, el directivo atribuye esta inercia a la incertidumbre reinante pero cree en una reactivación a medida que haya nuevas definiciones políticas.
Mario Aittman, de Hormicor, solo observa un crecimiento este año pero de la obra pública, algo que le atribuye al calendario electoral, aunque cree que construir sigue siendo una opción sostenida de inversión.
No obstante, en el ámbito privado no observa actualmente obras de relevancia, que generen un impacto económico colectivo y el movimiento en ese ámbito está mas bien ligado a refacciones, continuando una tendencia bajista de 2021 para acá.
Como corolario en términos cuantitativos, nuevamente apelando a datos del Municipio, los metros cubiertos que fueron registrados este año muestran una fluctuación importante, con un contraste grande en el cierre del primer semestre, ya que del pico de 3.165 de mayo, entre viviendas y locales comerciales, cayó a un piso de 1.395 en junio.
