EDITORIAL. ¿Estamos a favor o en contra del progreso?

Locales 21 de mayo de 2023 Por Tribuna
La inversión en libertad, implica desarrollo y prosperidad.
Editorial

Esta semana se terminó de confirmar que en los próximos dos meses se instalarán finalmente decenas de máquinas tragamonedas en el hotel Howard Johnson Piedras Moras de Almafuerte. El funcionamiento de las slots en la vecina ciudad está autorizado por una ordenanza aprobada en septiembre del año pasado. La información indica que la nueva sala de entretenimientos y juego de apuestas está ligada a la operación de venta del hotel, a la empresa Compañía de Entretenimiento y Turismo (CET) que a su vez tiene a cargo la concesión de las tragamonedas en el territorio provincial cedidas por la Lotería de Córdoba.

En su oportunidad, el Municipio de Almafuerte avanzó en aprobar las slots, argumentando que la iniciativa va de la mano del desarrollo turístico de la localidad, una política de Estado que arroja excelentes resultados con la explotación de los atractivos naturales del lago y el balneario. En ese entorno crecieron exponencialmente las ofertas gastronómicas y de alojamientos, que en todas las temporadas aportan millonarios ingresos económicos. La futura sala de slots llevará sin dudas sus beneficios en esa dirección. Debe ser asumida como tal, como lo es en los principales destinos turísticos de la provincia y el país donde funcionan casinos. La dirigencia debe dejar de lado los miedos en ese sentido, que en general no están sustentados en datos y aspectos reales y comprobables.

Una parte de la teoría que rechaza el funcionamiento de las tragamonedas subraya que pueden ocasionar efectos adversos en las personas, como ludopatía y pobreza. Ninguna de estas apreciaciones fueron respaldadas, al menos en los endebles debates previos y posteriores al caso Almafuerte, con datos científicos o estadísticos, sin ir más lejos del casino más cercano a Río Tercero y Almafuerte, ubicado en Embalse. No se ha comprobado, al menos seriamente, efectos negativos en aquella localidad, puerta de entrada a una de las zonas turísticas más importantes de la provincia como lo es el Valle de Calamuchita.

Almafuerte va en la dirección correcta ya que un avance turístico de esta envergadura, le aportará recursos al Municipio (4% de lo que se recauda), fomentará aun más ese perfil, creará nuevas fuentes de empleo, y potenciará los servicios vinculados para atraer más visitantes a la zona. La inversión en libertad, implica desarrollo y prosperidad. En ese sentido es al menos extraño que sectores comerciales cuya misión es facturar más y crecer, expresen cierta oposición a una de las herramientas para lograr ese objetivo.

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