AGRO. Argentina, un país

Lo primero a analizar frente al panorama actual del sector agropecuario, es de dónde venimos. Hasta agosto las cosas venían más o menos normales. Teníamos a los principales productos (soja, maíz y Trigo) por volumen de producción con retenciones, liquidándose al tipo de cambio mayorista del Banco Central. La guerra desatada a principio de 2022 había hecho que los precios de los comodites volaran por las nubes debido a la importancia del Mar Negro en el comercio mundial. Luego de los acuerdos del corredor de granos entre Ucrania, ONU y Rusia y la proximidad de las cosechas de verano del hemisferio norte, los precios volvieron a niveles de preguerra.
Pero en agosto todo cambió, el Gobierno nacional tomó una medida que alteró todo. Apareció el famoso dólar soja. De un día para otro se pasó de liquidar del tipo de cambio mayorista, a una cotización fija de 200 pesos por dólar. Eso significó que el Banco Central le diera un premio al productor que tuviera en su poder soja y la vendiera en el transcurso del mes de setiembre. La medida apuntaba a que los productores liquidaran así aumentando las reservas del Banco Central. Dos cosas positivas pasaron, en setiembre la soja vendida superó las estimaciones del Gobierno y los productores la vendieron como si no tuviera retenciones. Lo negativo fue que al tomar una medida sobre un producto en particular, alteró las relaciones de precio con otro producto (la mayoría de los alquileres de las tierras están en kilos de soja). Otro aspecto negativo es que el Banco Central emitió una cantidad de pesos que parte fueron absorbidos por una letra emitida por el mismo Estado, pero otra se fue a la calle, generando más presión sobre los precios.
El escenario actual es culpa del Gobierno pero los factores climáticos también hicieron lo suyo. Las ventas de soja fueron utilizadas para pagar alquileres y comprar insumos para la producción, y toda esta masa de dinero contrajo la venta del resto, maíz y trigo básicamente. Las liquidaciones del sector agro están muy bajas para la normalidad de estos meses (si se vende un stock ahora no habrá para vender en el futuro).
Hoy nos encontramos que el precio del maíz de la posición diciembre casi cotiza como si no hubiera retenciones. La soja está subiendo considerablemente. Los compromisos de embarques se tienen que cumplir y para poder originar mercadería hay que pagar un plus.
El trigo merece un párrafo aparte para entender cómo estamos. El Gobierno, buscando dinero en febrero y marzo, permitió a los exportadores adelantar declaraciones juradas de ventas al exterior y cobrar las retenciones en forma adelantada. El clima jugó una mala pasada, primero una sequía y en etapas críticas heladas tardías terminaron reduciendo la producción a niveles donde lo declarado para exportar más el consumo interno, es superior a la producción (incluido el remanente cosecha 2021/2022). En base a esto se toma una medida el 1 de noviembre de postergar al sector exportador por 360 días esas ventas al exterior. En su artículo 4 también aduce que los productores puedan no hacer entrega del forward (venta de mercadería a una fecha determinada con o sin precio) en caso de demostrar incumplimiento por fuerza mayor.
En Argentina intentar proyectar lo que va a pasar es una tarea imposible. Pero vamos a procurar hacerlo. El clima es el factor fundamental para el análisis. La Niña está afectando a las zonas productivas de manera significativa. Los modelos de proyección climática no avizoran cambios positivos y vamos a seguir con este patrón durante toda la campaña 2022/2023.
Organismos nacionales y de EE.UU. (USDA) aún mantienen las proyecciones de producción para Argentina y Brasil, pero a medida que pasen los días y empiecen los momentos críticos habrá que ver cómo se comportan los precios.
En Argentina las cosas ocurren de forma diferente a como se desarrollan en otros países productores. El problema no es solo el Gobierno, es el argentino, somos todos.
El dólar soja fue una transferencia de recursos del país a un grupo de personas que producen soja. No se niega que el que vendió se benefició con ese mayor precio. Pero si queremos crecer ese no es el camino. Existen muchas medidas que se pueden tomar para que Argentina crezca y se desarrolle, pero con brecha cambiaria, infinitos dólares, retenciones, cupos de exportación, medidas por un mes, no es.
