AGRO. Iniciamos un nuevo ciclo

Locales 05 de noviembre de 2022 Por Tribuna
Columna del ingeniero agrónomo Raúl Martina (M.P. 1442)
AGRO Siembra

Llegó noviembre y con el inicio del mes llegarán las lluvias tan esperadas para iniciar con las tareas del proceso de siembra.

Cada agricultor durante este mes del año, prepara, apunta y dispara toda su maquinaria al acontecimiento más esperanzador que tiene el sector, la siembra. Vivencio este momento que se repite año tras año, como un evento asociado a la esperanza, porque el proceso de siembra es un acto de apuesta y confianza pensado a futuro.

Las semillas que depositamos en los surcos se convertirán en cultivos llenos de fructificaciones, este acontecimiento marca el antes y el después del esfuerzo de reflexión y estudio que los profesionales de la producción agropecuaria nos dimos durante los meses invernales. Porque entre los numerosos cambios que asumió el campo argentino, se incluye el análisis en conjunto de los productores con sus asesores técnicos, ingenieros agrónomos, médicos veterinarios, administradores agropecuarios, contadores públicos y muchos actores más que se han capacitado para hacer una producción sustentable y sostenible, para ser eficientes en el uso de los recursos naturales y poder llegar con lotes limpios, perfiles húmedos (en la medida de lo posible), tierras fértiles, insumos en las cantidades necesarias, biotecnología en semillas cada vez más versátiles y de alta adaptación a las diferentes regiones productivas del país. Todo el engranaje se pone en movimiento, a pesar del escenario actual.

Así, insumos como semillas, fertilizantes biológicos, productos agroquímicos en dosis adecuadas, recetas fitosanitarias, equipos de pulverización (cada vez más complejos, seguros y eficientes) y de labranzas camiones, tractores, sembradoras, camionetas, y por sobre todas las cosas, mucho ingenio y estrategia, para cumplir con la actividad más ancestral que ha permitido al hombre dejar de ser nómade para convertirse en un ser social que desarrolle comunidades y pueda construir civilizaciones. Estoy hablando de la siembra, la producción de alimentos en un espacio físico determinado. Así, la agricultura ha permitido un cambio de hábitos extremadamente positivo para la humanidad.

El Gobierno nacional (nuestro socio en las ganancias), sigue sin reaccionar a favor del sector productivo, el que aporta una gran parte del PBI, no hay acciones políticas de fondo, el objetivo es devaluar en cuotas y por sectores lo que evidencia que, cerrando el cepo, es solo un accionar para perjudicar a la próxima administración, mientras tanto en el imaginario de cada uno de los actores que formamos parte del sistema productivo agropecuario, el clima y la política no nos proponen un horizonte alentador. Hay un horizonte finito si se mira el futuro cambio de gobierno, en un mundo cada día más complicado, con aumentos de tasas, precios de commodities bajos, países entrando en recesión y eventos de sequía que afectan las proyecciones de cosecha. La venta de la oleaginosa a valor dólar soja (como recaudación extra) nos ayudó a equilibrar algunos compromisos transitoriamente, la incógnita es saber cómo seguirá la historia, ya que hasta las próximas elecciones presidenciales falta mucho camino por recorrer.

Les comparto las expresiones del poeta, filósofo y pensador británico James  Allen que considero oportunas: “La ley de la cosecha es cosechar más de lo que se siembra. Siembra un acto y cosechas un hábito. Siembra un hábito y cosechas un carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino”.
    Llegó noviembre y les deseo buenas siembras...

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