-¿Tener brotes de coronavirus en el departamento fue algo previsible o evitable?
-Sabíamos todos que estar sin casos positivos en el departamento era una situación que no se podía mantener por la dinámica propia de esta enfermedad.
Lo que no preveíamos era un brote de estas dimensiones como ocurrió en Oliva. Hubo un relajamiento vinculado al comportamiento social. No lo decimos como un castigo sino una experiencia que nos sirva en las otras localidades que están sin casos.

-¿Qué particularidades pudo haber tenido Oliva?
-Hay un par de cuestiones. Una es común a todo el departamento y es la alta circulación entre las localidades. También la cercanía que tenemos con un gran conglomerado como Córdoba. En el caso puntual de Oliva se agregó, según versiones, una serie de encuentros sociales que se debieron evitar. Más que falta de control hubo una cuestión de comportamiento de los propios  vecinos. También tengo entendido que casi la mitad de su población está vinculada al instituto psiquiátrico y eso la torna más vulnerable.

-¿Está de acuerdo con las medidas que se fueron tomando?
-En general se observa entre los intendentes una preocupación por mantener un estado controlado en la cuestión sanitaria, incluso no hubo medidas extremas en nuestro departamento que está vinculado a dos COE, el de Alta Gracia y Villa María. En los próximos días habrá reuniones para ajustar detalles porque estamos pasando por un momento donde la problemática se acentúa y creo que hay que trabajar más. Pero en cuanto a las medidas locales, creo que han sido restrictivas pero siempre respetando los derechos, con un criterio de sentido común sin cercenar las libertades de nadie sino regular el tránsito entre localidades. Creo que han sido tomadas en consenso y como sociedad debemos aceptar porque buscan cuidar la salud.

-¿Se analizan otras medidas?
-En el aspecto sanitario se analizan más detalles para ver cómo evoluciona esto, que parece va a tener una complejidad mayor. Respecto a las medidas económicas y sociales, actualmente hay muchas a nivel nacional o provincial. Creo que hay muchos ejes que se tienen en claro porque se sabe de las necesidades que hay y habrá después de esta pandemia, el tema es ir viendo cómo se volverá a la normalidad. Los gobiernos de cualquier orden, municipal, provincial y nacional, están orientados a cubrir las necesidades de los vecinos. Tengo expectativas positivas considero que van a estar trabajando para que la sociedad tenga la mejor solución  en torno a esta situación inédita y complicada, que está golpeando duro.

-¿La Provincia estaba preparada para la situación actual?
-La organización que previó la Provincia creo que está dando resultado positivo. El trabajo que se está ejecutando es eficiente. El desafío ahora es mantener la famosa curva de la manera que se logró desde que apareció la pandemia. Las localidades tienen su propia responsabilidad en como organizan su atención de la salud y no todas tuvieron una eficacia uniforme. Lo que ayuda es que se hicieron consultas permanentes con referentes locales. La organización a través de los COE también fue eficaz al margen de los detalles que siempre faltan y no tienen solución inmediata. Hay que ver cómo se transita todo el recorrido de la pandemia, hasta ahora los resultados son alentadores y uno ve que las autoridades están más atentas que nunca, por eso tengo esa visión optimista a pesar del grave momento que estamos pasando.

-¿Siente que se está preparando psicológicamente a la población para tener casos?
-El hecho de no haber tenido casos en nuestro departamento durante mucho tiempo, si bien es positivo, en términos sociales tiene un aspecto contraprudecente. Por eso hay que estar preparados también como sociedad para saber que tenemos que convivir con esto y que algún vecino, amigo o familiar va a sufrir contagio pero no hay que desesperarse, es parte de la realidad que nos toca vivir. Creo que habría que trabajar más, en cómo debemos comportarnos pero también comenzar a transmitir que la llegada de casos es lo más probable, sobre todo los estados locales.

-¿Cómo atravesó la experiencia propia del hisopado?
-Tomé la decisión de hacerlo aunque no correspondía. Está todo protocolizado y no es una cuestión de criterio personal. Por la función que desempeñamos y evitar cualquier tipo de dudas o comentarios, lo hice en el ámbito privado para transmitir tranquilidad a la sociedad en general. No hay ningún hecho que vincule nuestras visitas con los hechos que ocurrieron ni estoy en aislamiento. Hay que estar preparado, sin estigmatizar a nadie y si ocurre un contagio, actuar según las previsiones de los equipos médicos dictadas por el COE de la Provincia.