Aunque puede no contar con el apoyo ni trayectoria de sus pares radicales, Alberto "Pinino" Escalera (59) busca presentarse como una alternativa válida dentro del centenario partido.
Aclara que no tiene problemas con nadie pero tampoco se siente contenido por el radicalismo local, aunque lleva unos 30 años como afiliado.
"No voy más al comité porque en las últimas reuniones me dejaron a un lado, noto que no caigo bien, así que haré todos los trámites directamente en Córdoba", afirma el precandidato a intendente.
A pesar de esto, por el momento se mantiene firme en la intención de ser una de las tres opciones que competirá en las internas partidarias, junto al odontólgo Rubén Dagum y el concejal Daniel López, a quien apoyó en otras elecciones, admite.
Si bien desde la UCR aún no confirmaron cuándo decidirán el candidato, se especula que ocurrirá en julio.
Mientras tanto, Escalera continúa pintando autos en su taller de barrio Manuel Belgrano, oficio que desempeña desde los 12 años.
Hasta el momento, la presentación de sus aspiraciones políticas se limita a algunas publicaciones en la red social Facebook pero afirma que después del 15 de junio, lanzará su campaña.
"Ya tengo el equipo prácticamente armado y con muchos jóvenes", adelanta.
"Aunque todavía no me lancé del todo, empecé a hablar con la gente y noté el apoyo, soy muy conocido por la gente en los barrios", agrega confiado en contar con el necesario respaldo popular.
Proyectándose en el rol de intendente, advierte: "Primero habría que ver en qué condiciones queda el Municipio para proyectar obras grandes", aunque cree que el intendente Adrián Scorza está realizando una "buena gestión".
No obstante, plantea como prioridad, mejorar el estado de las calles en la ciudad.
También plantea posibles soluciones para el conocido déficit habitacional, pensando principal- mente en las parejas jóvenes. En ese sentido, asegura que la Municipalidad posee unas 4 hectáreas en cercanías del cementerio, donde podrían construirse entre 40 y 50 viviendas.
Además, afirmó también que ya tuvo algunos contactos para la compra de dos hectáreas, -cuyo costo rondaría los 40 mil dólares- para destinarlas a terrenos, instalando una cooperativa de trabajo.
Otra propuesta particular, si llega a ser el jefe comunal, es la de donar el 50 por ciento de su salario para instituciones de la ciudad.