Miguel Siciliano, secretario de Gobierno de la Municipalidad de Córdoba y uno de los hombres más cercanos al intendente capitalino y candidato Martín Llaryora, sostiene que la provincia que viene debe seguir con la impronta que le ha dado el gobernador Schiaretti, de desarrollo, progreso y respeto institucional, pero añadiendo reformas que vendrán a consolidar un proyecto federal.

Siciliano estuvo la semana pasada en Río Tercero encabezado una delegación que “vendió” a la Córdoba turística con sus atractivos, en la antesala de los 450 años de su fundación.

Como no faltó la política, TRIBUNA dialogó con el funcionarios acerca del plan de Llaryora como eventual futuro gobernador, la idea de ampliar la coalición Hacemos por Córdoba hacia otros partidos y referentes, y la fecha electoral: la llave política que decidirá Schiaretti en los próximos días.  

-¿Cómo se traslada el trabajo de gestión de Martín Llaryora en la ciudad de Córdoba a la propuesta provincial?
-La Provincia de Córdoba necesita un gobernador que no pelee, que no divida, que no discuta, que no trate de meter a Córdoba donde no está. Córdoba no es parte de la grieta nacional, que le sirve a los políticos, no a la gente. Martín es como Schiaretti porque fue su vicegobernador, es parte de su equipo. Martín tiene una exitosa experiencia en gestión. Ha cambiado definitivamente a la ciudad de Córdoba. Es la garantía de que Martín Llaryora gobernador seguirá teniendo a Córdoba en este camino: del progreso, de la unión. Córdoba no necesita improvisaciones. No necesita dirigentes que vengan a hacernos pelear entre nosotros. Córdoba necesita continuar con la obra pública, continuar con el gas natural, con la conectividad y la conexión. Córdoba necesita avanzar. No puede parar. Y Llaryora es la garantía de eso. Después la gente elegirá. Martín va a mejorar el gobierno muy bueno que viene haciendo Schiaretti y que le dará no solo continuidad sino mejoras a la provincia. 

-La oposición sostiene que los temas a mejorar están dentro de la salud, la educación y la seguridad, que ustedes plantean como una reforma de segunda generación. 
-Por supuesto. Es gigantesco lo que venimos haciendo en la ciudad de Córdoba en materia de salud. Los alumnos de las escuelas municipales tienen robótica, internet, conectividad. Además de las obras públicas que hemos hecho para mejorar las escuelas públicas, hemos cambiado el sistema educativo. Llaryora entiende que la educación es clave, para igualar en la oportunidad. Un pibe o una piba que va a la escuela pública tiene que obtener allí la misma oportunidad, que quien va a una escuela privada. Lo estamos haciendo en la ciudad de Córdoba. En seguridad, es la primera vez en la historia que un intendente de la ciudad de Córdoba se va a involucrar de manera contundente en ese tema. Martín no es indiferente (a la problemática). Podría responder que no es un tema de él, pero no. La pobreza, el contexto nacional, la falta de trabajo es prima hermana de la inseguridad. Cuando la crisis económica pega, la falta de trabajo azota, y las decisiones nacionales actuales no son las que hacen que un país crezca; la inseguridad se nota más. Martín tiene en claro que cuando hay que involucrarse, aunque constitucionalmente no sea la ciudad de Córdoba la encargada, debe hacerlo. Con el patio de los cordobeses, que es el Parque Sarmiento, vamos a lanzar un programa piloto, que si sale bien y luego de ajustarlo, lo vamos a llevar a otros lugares de la ciudad. Hay que involucrarse en la vida de la gente. Usted hablaba de la oposición, y por ahí veo a candidatos a gobernador, que no está mal que critiquen propuestas, pero no pueden pretender que la gente elija solo desde la crítica. ¿Cuál es la propuesta? ¿Qué se espera dar? ¿Cómo pensar que Córdoba esté mejor? ¿Criticando, peleando, discutiendo, señalando? Me parece que la política tiene que cambiar. Martín es como Schiaretti. Estamos ahora en Río Tercero. El intendente no es de nuestro partido…

-Esa era la próxima pregunta, ¿cuál será la relación con los intendentes, sobre todo opositores?
-Excelente. Pregúntele al intendente de Río Tercero si alguna vez Schiaretti le mezquinó obras. Si Schiaretti le retaceó presupuesto. Si no le envió la coparticipación. La respuesta va a ser no, porque nosotros tenemos claro que el intendente puede ser de un partido o del otro, pero gobierna a su pueblo, representa a su gente. Hay que llevase bien con los intendentes y Martín es garantía de esto. Además, nuestro espacio político está formado por dirigentes que vienen del peronismo, del radicalismo, del vecinalismo. Es decir, toda persona que entienda que la política y la gestión pública vaya por ese camino, que es el de mejorar, no importa el partido del que venga. ¿Si viene del peronismo o del radicalismo no puede sumar? Si es una persona decente, con ganas de trabajar y conciba al estado como nosotros, bienvenido sea. Nosotros estamos generando una gran coalición, que tiene como objetivo tener mayores ideas, mujeres y hombres que puedan ayudarnos a crecer en ideas y en vocación. Se vienen buenos tiempos para Córdoba. Con Llaryora gobernador se viene una nueva etapa que hará que Córdoba continúe el proceso de Schiaretti, pero con cambios interesantes. 

-¿Cuál cree que puede ser la fecha ideal para las elecciones en la provincia?
-No tengo opinión formada sobre eso y no me gusta opinar sobre los temas que no conozco. Estoy enfocado en la gestión y en la ciudad y no formo parte de la estrategia provincial. Sí sé que, como la ley indica, el gobernador -siempre cumpliendo con la ley- dará la fecha de las elecciones acorde a la ley. Y votaremos. Se ha armado mucho revuelo.

-Se sostiene que ustedes prefieren que sea lo antes posible.
-Martín quiere votar mañana, porque sabe que la gente de la provincia está dispuesta a acompañarlo. Pero estoy convencido que el camino es trabajar con humildad y honestidad, sin pelear ni agredir. La gente está harta de ver a los políticos pelearse entre sí. Quiere vernos trabajar unidos.