Los vecinos de dos barrios piden la intervención “urgente” de la Policía



Vecinos de dos barrios de Río Tercero reclaman con urgencia la presencia policial en esos sectores de la ciudad. Aunque por motivos diferentes, desde hace tiempo vienen padeciendo serios problemas que no han tenido respuesta de parte de las autoridades policiales. Mientras en Monte Grande enfrentan una ola de robos que tiene a maltraer a quienes vivien en ese sector, en Villa Zoila los vecinos padecen las molestias que causan jóvenes que se reúnen casi todas las noches en la plaza Esperanza.

En ambos casos los vecinos han requerido que tanto el Municipio como la Policía accionen para resolver la situación. Si bien desde el área de Seguridad de la Municipalidad se mantuvieron reuniones con los afectados, los problemas subsisten y los vecinos sostienen que una mayor presencia policial en ambos sectores será lo que brinde la solución a sus reclamos.
Sin tregua
La ola de robos que afecta a Monte Grande no es una situación nueva. Aunque con algunos períodos en los que los delincuentes están más activos -como ahora- y otros en donde los hechos disminuyen, desde hace años los robos no dan tregua al barrio.
Los vecinos que hace años viven en Monte Grande dicen saber quiénes son los que roban y aseguran que varios de ellos lo hacen para comprar droga. También apuntan que así como hay quienes cometen hechos delictivos, hay quienes compran el producto de esos robos; “es alimentar una cadena que no se corta si algunos hacen esto”, acusa un vecino.
Robos menores, algunos asaltos, jóvenes que portan armas y se suben a los techos de las propiedades, problemas con drogas, son cuestiones con las que a diario conviven en Monte Grande.
En ese sector de la ciudad los robos ocurren a cualquier hora del día y no son pocos los vecinos que sostienen que al haber llamado a la policía, los patrulleros nunca llegaron porque “la Policía no tiene los móviles suficientes para toda la ciudad”.
Y algunos de los habitantes del barrio advierten, no sin preocupación: “Algún día vamos a vivir un hecho para lamentar, ya que algunos vecinos quieren hacer justicia por mano propia”.
En Monte Grande dos trágicos hechos ocurrieron en ocasión de producirse robos: el más lejano en el tiempo y uno de los más impactantes de la ciudad fue la muerte de Pedro y Dora Zabala, el matrimonio cruelmente asesinado y por el cual no hay responsables en la cárcel. Y el más cercano es la muerte de María Sara Álvarez, una jubilada que se encontraba descansando en el patio de su casa cuando fue sorprendida por dos delincuentes que entraron a robar. La maniataron y la golpearon; producto de la estresante situación la mujer murió.
Por estos días trascendió que llegará a Río Tercero un nuevo jefe para la Departamental Tercero Arriba de Policía, y una de las cuestiones más urgentes para resolver será seguramente cómo dar respuesta al vigente reclamo de los vecinos de Monte Grande.
Sin respuestas
Desde hace algo más de dos años la plaza Esperanza, ubicada en barrio Villa Zoila, se transformó en horas de la noche en lugar de encuentro de jóvenes. El consumo de alcohol y otras sustancias, música a todo volumen, molestias, “concursos” de caños de escape y hasta algunas riñas son moneda corriente. La queja de los vecinos son una constante y aunque se intentaron soluciones como la mayor presencia de personal de Tránsito y Defensa Civil, el problema no cesó.
Los vecinos del sector están cansados y aseguran además que sus jardines se convierten en baños públicos. Reclaman la presencia policial.
La Esperanza se convirtió en el centro de reunión de muchos jóvenes como en su momento lo fueron el Paseo del Riel o el balneario municipal. La convivencia entre diversión y respeto por el horario de descanso de los demás, tiene que ser posible. Las autoridades municipales y policiales deben tomar cartas en el asunto.
