Almafuerte. Cooperativa y Municipio ante el desafío de coordinar esfuerzos por el agua

Los problemas con el abastecimiento de agua potable ya llevan varios años en Almafuerte, pero 2023 podría ser clave para avanzar hacia una solución definitiva. Para ello, las dos principales instituciones de la ciudad deberán alcanzar una comunión de trabajo que deje atrás una historia de desencuentros para consolidar una relación institucional como demandan estos tiempos.

De manera pública, la Cooperativa de Servicios Públicos, como concesionaria del servicio, tomó la iniciativa con estudios exploratorios que localizaron agua en cantidad y calidad.

Pero de poco servirán estos avances si no están acompañados por una firme decisión política del Municipio, como dueño del servicio, para buscar un financiamiento millonario que permita construir un acueducto para llevar el vital elemento hacia la ciudad.

Alberto Charras, quien desde la reciente asamblea, ha vuelta a ser el presidente de la Cooperativa, reconoce el acompañamiento municipal, aunque sugiere que hay algunos puntos de vista distintos en esta etapa del proceso.

Operativamente, el directivo señaló que el lugar donde está previsto hacer la perforación, en el balneario municipal, no cuenta con denominación catastral y eso impidió que ingresara antes de fin de año, el pedido de autorización ante APRHI (Administración Provincial de Recursos Hídricos).

No obstante, confía en que esa circunstancia podrá resolverse sin inconvenientes, con ayuda del Municipio en las gestiones pertinentes, para poder perforar durante el mes de marzo, como estaba previsto. Mientras tanto, comentó que ya se inició la compra de los insumos necesarios, sobre todo cañerías.

Amparado en las coincidencias que arrojaron estudios realizados por el experimentado geólogo Héctor Frontera y profesionales de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), Charras y todo el Concejo de Administración de la Cooperativa, se muestran seguros sobre la solución que aportará ese nuevo pozo de alrededor de 100 metros juntos al río Ctalamochita.

Consultado por este medio hace algunos días, el intendente Rubén Dagum se mostró más cauto. “Perforemos, comprobemos que esa cantidad y calidad de agua existe y vemos qué sistema hay que hacer. Cuando el estudio marque el qué, voy a buscar el cómo”, comentó.

En este contexto, Charras admite que “los tiempos políticos son diferentes a los nuestros”, dejando entrever que, desde su óptica, las gestiones por el mencionado financiamiento, no tienen aún el ritmo deseado.

“Hace tres años que venimos trabajando en esto y tenemos claro cuál es el proyecto, pero parece que el intendente necesita más certezas”, señaló, más allá de reconocer que Dagum lo convocó para charlar sobre la cuestión, ni bien asumió nuevamente en el cargo.

“Sé que se están haciendo cosas, pero faltaría más fuerza en ese apoyo.  No veo que el tema se encuentre en un primer orden de prioridad. Por ahí se dedica mucho tiempo al turismo y está bien porque mueve la economía local, pero sin agua, no va a durar mucho tiempo”, agregó sobre la actitud municipal en torno al servicio.

En la misma sintonía, cuestionó el funcionamiento de la comisión mixta que integran representantes de la Cooperativa, el Municipio y los asociados y tiene como objetivo definir las obras necesarias, asegurando que se han generado allí algunas divergencias.Charras cree que “fue un avance hasta hace un tiempo atrás, pero empezó a ser una traba porque se postergaron ciertas definiciones y ya sería necesario reglamentar su funcionamiento”.

Tal como ya advirtieron otros directivos de la institución, si el acueducto no empieza a construirse antes de mediados del próximo año, quedarán por delante dos veranos más y no uno, padeciendo los mismos inconvenientes que en el actual.

“Estamos dispuestos a ir a hablar con quien sea en conjunto al Municipio y hasta de salir de garantía si fuera necesario, porque sí o sí lo tenemos que hacer juntos y lo antes posible, para concretar la obra de una vez por todas. Creo que hay buenas alternativas, pero no se están ejecutando y ya tendríamos que estar haciendo algo”, exclamó Charras.

Al margen de cierta incertidumbre actual, el presidente afirmó que lograron bajar los reclamos durante este año, merced a algunas acciones paliativas como la puesta en marcha de un pozo realizado hace dos años, al lado del tanque, que aporta algo de alivio en cuanto a caudal, más allá de poseer niveles de sulfato que no son los ideales.

Igualmente, no deja de preocuparse por lo que considera un excesivo consumo entre los almafuertenses que alcanza un promedio de 1.000 litros diarios por casa y reclama que el Municipio ejerza “su poder de policía” para regular con alguna ordenanza, acciones como el riego en domicilios o lavados de autos con manguera.