¿Cuál debería ser el futuro de la Fábrica Militar?

Río Tercero le debe a la Fábrica Militar su desarrollo económico, social y productivo. Su instalación en los años ‘30 y el comienzo de su operatividad en los ‘40, constituyó un momento bisagra en la historia local. En torno a la fábrica Río Tercero creció y forjó su perfil industrial, básicamente con una cerrada concepción estatal que en las últimas décadas comenzó a discutirse. 

Un informe de este medio desarrollado en varias ediciones, expuso claramente cuánto nos cuesta a los contribuyentes sostener esa estructura productiva, entre el déficit operativo y las inversiones que provienen de un mismo bolsillo.

¿Su control empresario debe seguir en manos del Estado? ¿Es, a esta altura, estratégico su funcionamiento y producción?

Varios dirigentes políticos y empresarios consultados por TRIBUNA responden a esos y a otros interrogantes. 

“Fábrica Militar es una empresa propiedad del Estado que puede y debe seguir funcionando de esa manera. Opera en sectores estratégicos. Reúne recursos humanos y materiales muy  importantes”, opina el legislador departamental Adrián Scorza (Hacemos por Córdoba).  

“Deben fijarse objetivos y generarse las respectivas planificaciones para lograrlos de una manera eficiente y eficaz. Debe seguir en el Estado”. 
ADRIÁN SCORZA

“Cómo en cualquier otra organización productiva, al margen de la naturaleza del origen de su conformación societaria, deben fijarse objetivos y generarse las respectivas planificaciones para lograrlos de una manera eficiente y eficaz”, añade. En ese punto Scorza introduce al sector privado como un eslabón productivo. “Es fundamental que interactúe con el sector productivo privado, que puedan participar en la administración funcionarios de ese origen”, destaca el legislador y exintendente de Almafuerte. 

“La discusión no debe centrarse en si es privada o no, ya que en los ‘90 este debate se instaló fuertemente para promover las políticas neoliberales del menemismo, para desprestigiar el estado, demostrando que las privatizaciones no siempre son soluciones”, dice el concejal Rafael Prado (UCR). “Pero es fundamental una administración sería y eficiente”, agrega.

“El Estado no es el problema, la traba se da en quienes administran ese Estado que no piensan en reducir el déficit con incrementos productivos”.
RAFAEL PRADO

Según Prado “en la Argentina no todo puede ser visto como un negocio y menos cuando de derechos para la sociedad se trate. Fabricaciones Militares es parte de esa lógica, es una industria estratégica. Las empresas del Estado deben ser bien administradas”, enfatiza. “Necesitamos trabajar en un perfil productivo que no se quede en la orbita de defensa solamente, sino que mire nuevos mercados. Tenemos que apuntar a la industria civil”, opina el concejal. 

En ese sentido, Prado destaca la notable capacidad productiva metalmecánica de la empresa, para la fabricación de vagones de carga que posibilitarían el desarrollo integral del transporte ferroviario y el abaratamiento de costos de los alimentos en beneficio de la gente. Ese sería un “rol estratégico”. 

Sin embargo no lo es puesto que los sucesivos gobiernos kirchneristas han privilegiado los acuerdos con Hugo Moyano (gremio de Camioneros) para que el transporte se monopolice en las rutas en desmedro de la red de trenes. 

“Debemos tener un acuerdo estratégico con el Gobierno de la Provincia para poder ser proveedores Estado; también con este cambio de perfil podemos generar nuevas unidades de negocios. Pero una vez más fuimos engañados: los ciudadanos y los trabajadores de Fabricaciones. Las promesas de producción metalmecánica para desarrollar y producir vagones, la fabricación de radares meteorológicos y arcos para la mina de Río Turbio, por ejemplo, solo se redujo a la reparación de algunos vagones”, cuestiona Prado.

“La  misma situación se dio en las plantas químicas, las inversiones que hicieron solo fueron para mantener una continuidad productiva, mejorando solo el proceso y no apostar a las cuestiones operativas y ambientales para que los trabajadores desarrollen la producción de un modo efectivo y sustentable, como por ejemplo el reactor de nítrico, un reactor anunciado con bombos y platillos pero que era usado”, expresa el concejal.

“Fabricaciones militares no debe ser analizada como un trampolín para escalar políticamente, debe ser vista como una fábrica de producción. El Estado no es el problema, la traba se da en quienes administran ese Estado que no piensan en reducir el déficit con incrementos productivos, ya que la mano de obra de los operarios es altamente calificada. Es evidente que no la hacen funcionar y la explotan en su máximo esplendor. Necesitamos trabajar en un perfil productivo que no se quede en la orbita de defensa solamente, sino que mire nuevos mercados. Tenemos que apuntar a la industria civil”, concluye.

Fabricaciones Militares experimentó una gran transformación años atrás cuando el Gobierno nacional decidió el cambios de estatus jurídico a una Sociedad del Estado, que suponía mayor independencia para su manejo empresario. Contemplaba además la discusión de nuevo convenio colectivo de trabajo para encuadrar a sus trabajadores. No hubo prácticamente avances en ese sentido. 

“Es una obligación moral que todos los actores políticos y sociales de la ciudad trabajemos juntos para recuperar el esplendor de la fabrica”.
GUSTAVO PRETINI

Gabriel Prieto, empresario e integrante de la comisión directiva del Centro Comercial subraya que es “fundamental” que la FM sea autosustentable, sin necesidad de privatizarla. “Fue la madre de industrias en nuestra ciudad. Nuestro crecimiento tiene que ver con Fabricaciones  Militares. Fue en otra época, en otro contexto. Hay que buscarle otro trabajo a Fábrica Militar. No tenemos que subsidiarla. Hay que hacerla productiva y autosuficiente. Invertir en más producción química. Es difícil pensar en cerrarla porque sería un golpe para la ciudad”, opina Prieto.

“Las empresas del Estado  no pueden ser deficitarias y mucho menos ser un reducto de militantes”, señala Pedro Bossa, dirigente del PRO local y vocal del Tribunal de Cuentas municipal.  “Afectan al contribuyente que cada día resiste  mayor presión fiscal y ve cada día reducido su poder adquisitivo. Las  empresas del Estado deben tener un componente privado que asegure que las mismas sean viables y sostenibles en el tiempo”, agrega.

En ese sentido, para Bossa “la premisa de las empresas  del Estado debería ser  que las mismas sean, indiscutiblemente,  autosustentables. Que  uno de sus principios  sea generar puestos de trabajo verdaderos y bien remunerados”. 

"El estado militante al servicio de la política perjudica al contribuyente y a la sociedad .   Es fundamental la participación del sector privado para  garantizar que las empresas públicas tengan un componente de realidad y sentido empresarial”, sostiene.

“Las  empresas del Estado deben tener un componente privado que asegure que las mismas sean económicamente viables y sostenibles en el tiempo”
PEDRO BOSSA     

“A la Fábrica Militar, cómo la madre de industrias,  tenemos que potenciarla con inversión, con desarrollos tecnológicos y medioambientales, para que vuelva a  ser el motor de la economía local, como lo fue en sus orígenes y que permitió el crecimiento de Río Tercero”, cierra Bossa.

El dirigente del PRO menciona al sector privado como socio fundamental, que no se le debe temer porque es el único capaz de garantizar un modelo productivo moderno y autosustentable.

“Es una obligación moral que todos los actores políticos y sociales de la ciudad trabajemos juntos para recuperar ese esplendor que la fabrica alguna vez tuvo”, expresa Gustavo Pretini, referente político del justicialismo. “Una fabrica autosustentable es posible, y ese es el objetivo que debemos fijarnos”, agrega.

“Somos nosotros, los ciudadanos de Río Tercero, los que debemos estar al frente de la recuperación de nuestra industria madre. Es increíble que los gobiernos locales no presten atención a esto”, aporta. “Es imprescindible crear mecanismos de trabajo conjunto entre la Dirección de Fabrica, el intendente municipal, los concejales, y todos los actores productivos de Río Tercero para crear un programa de fortalecimiento y recuperación”.

Trabajo conjunto

Según Pretini, “hoy sabemos que las plantas químicas funcionan, y trabajan de manera eficiente con Petroquímica y Atanor. Pues bien, deberíamos tener constituida una mesa de trabajo donde la Fábrica Militar, las químicas privadas y el gobierno local trabajen de manera conjunta en mejorar este sistema de producción, para hacerlo más eficiente, más sustentable ambientalmente, y posibilitar la diversificación no solo de la producción sino de la venta de productos”. 

“La División Mecánica es, sin lugar a dudas, un desafío mucho mayor -sigue Pretini-. Tenemos una gran capacidad instalada, que con un trabajo serio y coordinado podríamos poner a producir y darle trabajo a miles de vecinos de la ciudad. Para ello, el intendente debería encabezar una convocatoria amplia, adonde los directivos de fábrica, junto a los concejales y a los empresarios de la ciudad discutamos y elaboremos un plan de trabajo para la recuperación y puesta en marcha de toda la capacidad instalada hoy ociosa”.

“Hay que buscarle otro trabajo a Fábrica Militar. No tenemos que subsidiarla. Hay que hacerla productiva y autosuficiente. Invertir en más producción química”.
GABRIEL PRIETO

Para Pretini “la pregunta es clara: ¿si los riotercerenses no nos preocupamos por recuperar nuestra fabrica, si nuestro intendente no se preocupa en tender puentes y generar trabajo conjunto, porque lo harían otros? ¿No es claro que somos nosotros los que debemos estar en primera línea para trabajar en un plan de crecimiento hacia el futuro de fábrica. En definitiva, la industria refleja un problema que la ciudad tiene hace mas de 20 años: gobiernos que no saben pensar en grande, que no miran al futuro y que se quedan en las pequeñeces”. 

Prado, por su parte, entiende que “es fundamental una administración sería y eficiente. El Estado cumple un rol fundamental, es un ordenador y regulador para que en ella sus habitantes puedan vivir dignamente”.

“Todos en Río Tercero, en mayor o menor medida tenemos una historia que nos une a Fabrica Militar: un padre, un abuelo, un amigo o algún otro familiar que pasó por la industria que fue el motor, que hizo que la ciudad crezca y se desarrolle por encima de las localidades vecinas”, concluye Pretini.

El debate no es nuevo. En las últimas tres décadas la empresa estatal fue protagonista de diversos momentos históricos. Estuvo al borde de su desaparición por las explosiones de 1995; pasó por ajustes; procesos privatizadores y estatistas. Siempre fue deficitaria y es desafío que se impone para modernizarla y que no siga siendo una onerosa carga para el contribuyente.