Gabriela Brouwer de Koning. "Estoy lista para nuevos desafíos"

En 2021, Gabriela Brouwer de Koning, entonces presidenta del Concejo Deliberante de Río Tercero, se convirtió en la sexta diputada nacional electa del entonces Juntos por el Cambio, que triunfó en Córdoba de manera holgada en las elecciones de medio término lideradas por Rodrigo de Loredo. Añadió, de ese modo, un antecedente histórico para Río Tercero, al convertirse en la primera dirigente política local en llegar al Congreso Nacional. En los años '50 su abuelo había sido electo para una banca en la Cámara Baja, pero provenía del radicalismo de Villa Ascasubi.

Así, durante cuatro años, Gabriela representó a Córdoba y Río Tercero, promoviendo proyectos y encabezando debates clave, como la creación de la Universidad Nacional de Río Tercero, como instancia de reparación histórica del atentado de noviembre de 1995 en la Fábrica Militar.

Al finalizar en este mes de diciembre su mandato, Brouwer de Koning trazó un balance de su gestión, en diálogo con TRIBUNA.

-Para comenzar, ¿cuál es el balance que realizás de tu gestión legislativa?
-Lo primero que se me viene a la cabeza son los inicios, cómo empezó todo esto. Recuerdo que apenas asumí, Río Tercero, por ser yo de allí, tenía tres causas principales para defender: el tema del pago de las indemnizaciones por el atentado, lograr la reparación histórica que era justamente por el daño causado por el Estado, y también instalar en la memoria colectiva que lo que nos había pasado no había sido un accidente, sino un atentado. Esos fueron los tres objetivos y desafíos que me propuse como ciudad.

-¿Cómo avanzaron esos objetivos, especialmente en lo relativo al atentado de Río Tercero?
-En este recorrido, acompañamos constantemente a la comisión de damnificados, reclamando en sesiones y comisiones, y realizando audiencias en el Ministerio de Defensa, con la Jefatura de Gabinete y con los organismos involucrados en el pago de las indemnizaciones. Hoy puedo decir que a través del reclamo político, principalmente del trabajo legal, se empezó a pagar. Ya corroboré en el presupuesto nacional 2026 que estaría previsto un presupuesto para seguir pagando. Contribuí mucho a que hoy la sociedad argentina sepa que no fue un hecho accidental, sino que verdaderamente nos dañaron con intención. Siento que, de alguna forma, estos tres objetivos se han cumplido.

-Si tuvieras que destacar el logro más importante para Río Tercero, ¿cuál sería?
-El gran anhelo era tener la reparación. Lo más gratificante y lo que más me llena el alma es haber podido lograr la creación de la Universidad Nacional de Río Tercero (UNRT). Más aún que hoy ya abrió sus puertas, se está proyectando tener tecnicaturas el año que viene, y está formando sus docentes. Va a ser no solo un actor que desarrolle Río Tercero, sino un lugar donde se puedan cumplir sueños. Esto es lo que más me llevo en el corazón. Fue un pedido que en lo emocional fue durísimo, y hubo que luchar muchísimo. La verdad es que fue algo muy fuerte, después de décadas de lucha y de pedido. Esto fue producto del esfuerzo de todos, y pude estar ahí canalizando esa demanda. La universidad va a ser trascendental. Recién comienza, pero en los años vamos a ver cómo va a transformar la ciudad, va a cambiar el perfil y le va a dar más dinamismo, desarrollo y también a toda la región. Va a ser un polo, un factor de desarrollo para la región.

-Más allá de Río Tercero, ¿cuáles fueron los ejes de su trabajo en la Cámara de Diputados?

-Recorrimos todo el camino con las demandas, siempre tratando de estar al lado de las instituciones, de las empresas, del sector productivo. Mis ejes principales de trabajo estuvieron relacionados al sector productivo, a la niñez y a las juventudes. También me tocó liderar una de las comisiones en el sistema previsional. Tuvimos que generar propuestas que dieran solución a los haberes de 7 millones de personas. Lo hicimos de una manera muy comprometida y responsable fiscalmente, donde se logró la ley. Estuve en los grandes debates sobre seguridad, acompañando y dando nuestro aporte en las leyes relacionadas a seguridad que enviaba la ministra Patricia Bullrich. Además, estuve al lado de la familia de Blás Correas con su pedido de justicia. 

-¿Qué significó ocupar esa banca y representar a la provincia de Córdoba a nivel nacional, desde el punto de vista personal y político?
-Fue una gran responsabilidad llevar todas las demandas y representar a mi provincia. Uno lleva consigo su territorio y su conocimiento de su provincia. Creo que estuvimos presentes en los grandes debates, tratando de canalizar las demandas de la provincia y de Río Tercero con todo el sector productivo, el sector industrial, y en temas de discapacidad y educación. Sin duda, fue un crecimiento personal también importante. Fue un rol que me hizo aprender muchísimo, desde lo personal de mucho estudio, debate e interacción con gente. Eso produce una transformación interna positiva, una madurez, una evolución como persona. Los obstáculos, como los éxitos, todos te fortalecen. Creo que hoy soy una Gabi distinta, con más fuerza, más madura, con más entereza, y que está preparada para los grandes desafíos, donde nunca bajé los brazos.

-Esto da pie para la próxima pregunta sobre el futuro: ¿qué desafíos planeas encarar ahora?
-Por lo pronto, en el corto plazo, necesito un poco descansar y vincularme con la familia. Voy a volver a mi actividad particular e intensificarla; yo soy abogada y también asesora como politóloga. Quiero seguir trabajando y colaborando con la Universidad Nacional para que se siga consolidando.

-¿Te interesaría la candidatura a intendente de Río Tercero?
-Si me preguntás si me gustaría, te voy a decir que a quien está en política le encantaría que su propia ciudad lo elija. Si me preguntas si estoy preparada, sí, debo decirte que me siento preparada para encarar la administración de una ciudad. Pero también soy parte de un proyecto colectivo, de un radicalismo que nos necesita unidos, que cada uno cumpla el rol que puede ser de mayor utilidad. Voy a estar a disposición si así es que soy útil para lo que me toque, y voy a estar predispuesta a trabajar.