Son siete los detenidos que integraban una banda dedicada a cometer compras electrónicas fraudulentas

La fiscal Paula Bruera avanza en la investigación que parece haber desbaratado una banda dedicada a cometer estafas a través de compras electrónicas fraudulentas, que tuvo como perjudicada a la firma Musimundo, en la sucursal que opera en Río Tercero.
Ya suman siete las personas detenidas e involucradas en el caso, que comenzó a ser investigada cuando semanas atrás el gerente de la sucursal local de Musimundo realizó la denuncia.
Este miércoles, la policía detuvo en Córdoba a otro sospechoso. Se trata de un hombre de 43 años que fue imputado por el delito de encubrimiento agravado. En el domicilio en el que fue detenido se secuestraron tres teléfonos celulares y un TV Smart 43 pulgadas.
La banda de delincuentes se dedicaba a realizar operaciones fraudulentas efectuadas a través de compras telefónicas. Para ello los involucrados utilizaban tarjetas de créditos robadas. Un interno de la cárcel de Villa María realizaba las compras y luego los productos eran entregados en domicilios de Río Tercero y Córdoba.
Los primeros detenidos fueron dos mujeres de 19 y 55 años y tres hombres de 30, 31 y 61 años.
De acuerdo a la investigación que lleva adelante Bruera, en la maniobra además de los detenidos en Río Tercero -dos mujeres y dos hombres- está involucrado un interno del Instituto Penitenciario Nº 5 de Villa María.
La causa se inició luego de que el gerente de la firma damnificada realizara la denuncia al advertir una serie de operaciones fraudulentas efectuadas a través de compras telefónicas. Para ello los involucrados utilizaban tarjetas de créditos robadas.
Luego de varias semanas de investigación se determinó que la línea que era utilizada para estas maniobras provenía del interno de la cárcel de Villa María. El sospechoso era quien realizaba las compras y luego los productos eran entregados en domicilios de Río Tercero y Córdoba.
Durante el operativo realizado semanas atrás en esta ciudad, cuando se produjeron las primeras detenciones, la Policía secuestró documentación de la empresa damnificada, 16 teléfonos celulares, tarjetas de crédito y débito, dinero en efectivo -unos 80 mil pesos-, una pistola calibre 22 y tarjetas SIM.
Los detenidos en Río Tercero fueron imputados por el delito de asociación ilícita y estafas electrónicas.
Días después de estas detenciones se sumó otra. El sospechoso también residía en Río Tercero.