Al margen de la situación sanitaria, para los almafuertenses, el servicio de agua potable representa otra de las principales preocupaciones, que incluso, se intensificó durante la pandemia.

Reiterados cambios en la coloración del vital elemento vienen generando malestar entre los vecinos.  “Hemos perdido nuestra credibilidad porque hace rato que venimos con el problema y si bien el agua es potable, no le podemos pedir a la gente que la tome”, reconoce Alberto Charras, presidente de la Cooperativa de Servicios Públicos.

En su repaso cronológico de las acciones realizadas para enfrentar este inconveniente, explicó que se formó una comisión especial junto a representantes del Municipio y concejales. Paralelamente se enviaron muestras de filtros a distintos laboratorios de la provincia. De esta manera, corroboraron que el alto contenido de hierro y manganeso del agua del lago, genera una reacción cuando entra en contacto con el cloro, cambiando su coloración.

El fenómeno aparece muy inestable y ligado al arrastre de sedimentos y agroquímicos, como resultado de las lluvias. Los cortes de energía que afectan el bombeo y cortan la circulación del agua, también contribuyen a
esta situación, entre otros factores. Vale recordar que el Piedras Moras es una de las dos fuentes de agua, junto al pozo ubicado en el predio La Bomba, junto al espejo de agua.

Ante esto, se tornó imperiosa la búsqueda de una tercera alternativa de captación, teniendo en cuenta además el crecimiento demográfico de la ciudad. Esto originó una licitación para contratar un geólogo que ayudara a elegir el lugar más apropiado para una nueva perforación.

Fue así como se determinó que al lado del actual tanque de agua, en una profundidad estimada de
100 metros, detectaron la presencia de agua en buena cantidad y calidad. A través de otro proceso licitatorio, una empresa de Córdoba fue la elegida para perforar el terreno en búsqueda de una solución que ya todos esperan con ansias en la ciudad.

Charras explicó que el próximo paso es administrativo y tiene que ver con la autorización gestionada ante APRHI (Administración Provincial de Recursos Hídricos). Ese paso burocrático podría demorar hasta seis semanas, estimó Charras, con lo cual, cree que serán fundamentales las gestiones a nivel político que puedan realizarse desde el Municipio para agilizar los plazos. Vale recordar la responsabilidad que le compete a éste último, como dueño del servicio, más allá de que la Cooperativa sea la concesionaria.

Una vez conseguido ese “permiso”, la perforación en sí demandaría entre 15 días y un mes, anticipó el presidente. Así están dados los plazos para enfrentar esta cuenta regresiva rumbo a la época de mayor consumo, como ocurre con cada temporada estival. Mientras tanto, el presidente admite que durante estos próximos dos meses se preparan para enfrentar “la peor situación”.

Según precisó, el costo estimado de todo este proceso ya iniciado ronda los 4 millones de pesos que invertirá la Cooperativa e irá recuperando a través de un fondo de obras que se cobra en la factura, asumiendo el costo
financiero de hacerlo en un año y medio.

La nueva perforación para
obtener una tercera captación se realizará junto al
tanque de agua pero previamente, requiere de una autorización provincial.

De todos modos, Charras aclara que la perforación en marcha viene a dar respuesta a una emergencia pero no es una solución de fondo. “Hay que pensar en más captaciones que soporten un crecimiento de la ciudad a 30 años, porque ni siquiera estamos en condiciones de proveer a nuevos loteos”, admitió el directivo.

En ese marco, la mira está puesta en un importante acuífero que abarca una zona comprendida entre Los Cóndores y Río Tercero. Puntualmente, enfrente del reconocido hotel ubicado sobre la autovía de ruta 6 podrían
concentrarse futuras perforaciones. Sea allí o dentro de la ciudad, esperan poder concretarlas ya durante el primer trimestre del año próximo.