La semana pasada se conocieron los adjudicatarios que tendrán a su cargo la explotación comercial de distintos sectores del Complejo Piedras Moras, a partir del próximo verano.

De esta manera, el Municipio dio un paso clave en su ambicioso proyecto para transformar el principal atractivo turístico de la ciudad.

Básicamente, lo que se buscó con esta licitación pública es generar estructuras más perdurables, teniendo en cuenta la intención de ofrecer servicios más allá del verano, según explicó la subsecretaria de Turismo, Soledad Carrera.

Las costas este y sur del lago fueron divididas en diez sectores a explotar mediante concesiones de 10 años, que permitieran amortizar las importantes inversiones previstas.

Se espera que la naturaleza de los emprendimientos también genere un mayor impacto en la mano de obra local y consecuente profesionalización del sector.

Entre los adjudicatarios, predominaron asociaciones compuestas por inversores locales, aunque también los hay de Villa María. Tanto Tigero Group como Paradores Moras, se harán cargo de tres sectores, mientras que Costa Fundador y Velas Beach, de Roberto Barattero, ganaron la licitación por un sector en cada caso.

A su vez, otros dos espacios contiguos quedaron sin ser adjudicados, uno de ellos es más pequeño pero el restante cuenta con las dimensiones para explotar otro parador. Para ambos casos se buscará alguna figura legal que permita concesionarlos de manera provisoria, al menos para este verano, señaló Carrera.

La titular de Turismo adelantó que para diciembre ya esperan contar con hasta el 60 o 70 por ciento de las obras proyectadas por los privados. Para entonces, se estima que habrán sido invertidos unos 80 millones de pesos.

“Visualmente será un gran cambio”, resaltó Carrera. Además de paradores con un estética diferente a sus antecesores, se destacará la presencia de contenedores gastronómicos, un paseo comercial, un restaurante cerrado, además de convivir cafetería, heladería y panadería en un mismo espacio.

Pero el cambio no solo será visual sino también a partir de la atención, como ocurrirá por ejemplo con el nuevo servicio de cocktelería en la playa.

Otra novedad que no estará a la vista pero resultará fundamental para el concepto de sustentabilidad del proyecto, será un sistema de cloacas que tendrán los paradores de la costa sur.

De esta manera se busca preservar la reconocida calidad del agua en el lago. Al respecto, se aclaró además que seguirán prohibidas las embarcaciones a motor.

Continuando con las reformas previstas para los paradores, también alcanzarán a las cocinas y todos tendrán baños propios.

La accesibilidad será otro tema contemplado en las obras, a través de sanitarios para discapacitados, rampas en los paradores y un circuito accesible que abarque todo el complejo.

Contrarrestando algunos comentarios que ganaron la calle en el último tiempo, Carrera negó que se vaya a cobrar entrada al lago, más allá del estacionamiento, o se encarezcan los servicios como resultado de las inversiones previstas. Sobre esto último, recordó que en el Concejo Deliberante se aprobó un “menú turístico”, que todos deberán ofrecer como alternativa.

Paralelamente, el Municipio planea construir otro cuerpo de sanitarios y renovar los dos existentes, además de reformar la playa de estacionamiento ubicada detrás de la costa este.

Hacia el otro extremo, más allá de la Casa 1916, también se realizan algunas intervenciones menores, en lo que será Punta Arenas.

En ese sector está planificado crear un parque de interpretación que aporte información histórica y natural sobre el lugar, como así también instalar mobiliario, cartelería y posiblemente miradores.