El Covid-19 cede terreno para la atención de otras enfermedades

Locales 04 de julio de 2020 Por Tribuna
Desde la irrupción de la pandemia, este virus monopolizó la atención, generando el riesgo adicional de desatender otras patologías importantes. Con el paso del tiempo la tendencia comienza a revertirse con una compleja mezcla de relajación y conciencia.
LOCALES - Salud

La ya mencionada nueva normalidad se presenta de mayor manera en algunos sectores y ni asoma en otros.
 Pero si de salud se habla, el privilegio de ser una zona blanca va repercutiendo positivamente en el amplio abanico sanitario que va más allá del tristemente célebre Covid 19.

 Con el avance de este virus, no son pocos los especialistas médicos que han manifestado públicamente el temor por una pandemia aún mayor, a partir de las enfermedades preexistentes.
 Es sabido que patologías crónicas como las cardiovasculares, de hipertensión o diabetes, requieren un control periódico. Algo que de manera casi inevitable, se vio interrumpido a partir de la emergencia sanitaria surgida en marzo.
 Afortunadamente, según directivos de nosocomios locales, la peligrosa tendencia inicial ya ha sido revertida y aparentemente, a tiempo.

 Para Pablo Amodei, director del Hospital Provincial de Río Tercero, esa situación solo se extendió durante el primer mes de la pandemia. “Ahora estamos teniendo igual o mayor demanda que el año pasado para esta época”, asegura y atribuye esto a que en alunas clínicas privadas, la atención sigue resentida.
 Solo observa una caída en el número de intervenciones quirúrgicas programadas, postergadas por los propios pacientes, en la medida que puedan hacerlo.

 En comparación con años anteriores donde para esta época afloraban las afecciones respiratorias, hay menos consultas, pero se debe al efecto propio de la cuarentena.

 Amodei estima que se está atendiendo a un 30 por ciento de lo habitual por estas causas, ya sean niños o adultos, como consecuencia lógica del aislamiento.
 Sus dudas residen en lo que puede ocurrir a partir de agosto con la vuelta prevista de las clases y una mayor flexibilización de las actividades, cuando aún persistan temperaturas bajas.
 

También valoró la situación en que se encuentra el hospital en cuanto a insumos y recursos humanos. Incluso, asegura que están mejor que otros años porque han recibido refuerzos por parte de la Provincia y eso no solo repercute a lo vinculado al Covid-19, sino de manera general. Como ejemplo de esto, el director citó la incorporación de un aparato para medir la oxigenación en sangre ante afecciones respiratorias, algo que el hospital nunca tuvo antes.

 La ecuación antes mencionada, genera una menor ocupación de camas y eso contribuye con esta situación por ahora favorable, valoró.
 Las restricciones en cuanto a especialidades atendidas, también duraron aproximadamente un mes, resume Amodei.

 Una limitación que aún persiste pasa por el espacio físico que se vio reducido en la sala de espera para separar a pacientes febriles del resto, como parte del nuevo protocolo impuesto.
 Al igual que en otros centros médicos, esto obliga a que algunos pacientes deban aguardar afuera, pero es algo que escapa a las posibilidades edilicias de un hospital y nadie puede saber cuando se podrá remediar.
 Resta aguardar qué ocurrirá antes; la conclusión del nuevo hospital público con su mayor espacio o la aparición de una vacuna que derribe las barreras de prevención actuales.

Centros privados
 En la Clínica Savio hace aproximadamente un mes que se recuperaron las consultas de rutina, estima su director Carlos Duer.
 Hasta entonces, las atenciones se limitaban a descompensaciones cerebro vasculares y prácticamente nada de consultorio, señaló.
 El médico cree que el miedo  resultó una respuesta natural, alejando a la gente de las clínicas pero no observa un desmejoramiento generalizado en torno a enfermedades preexistentes.
 No obstante, prevé que habrá un notable crecimiento en la demanda psicológica y psiquiátrica, aún después de la pandemia.

 Mientras tanto, observa con cierta preocupación, la relajación predominante en la sociedad.
 En cuanto a la organización interna de la clínica, Duer recordó que esta pandemia generó una logística no habitual y gastos imprevistos, “sin la asistencia oficial que se había prometido”.

 En el contexto actual, el número de consultas programadas está reducido. Pero también cayó la atención espontánea que motivan enfermedades propias de esta época como las cardiovasculares y respiratorias, sobre todo en los más pequeños, reconoce.
 Aquí también, el protocolo de atención obliga a que algunos pacientes deban aguardar afuera del edificio, algo que fastidia no solo por el frío reinante sino por una falsa sensación de creer que no van a ser atendidos, señala Duer.

 En cuanto a la Clínica de la Cañada, la apertura de grilla es controlada en función de una demanda que crece de manera progresiva cada semana, sostiene su directora, Marta Santi.
 Para este proceso se han establecido prioridades de atención, según las patologías, sin abandonar las teleconsultas, explica la directiva.
 En cuanto a prácticas médicas, Santi cita como ejemplos que con ciertas medidas de prevención se vuelven a colocar “hoolters” pero todavía no se realizan ergometrías, teniendo en cuenta la espiración de aire que demandan.

 En cuanto a la atención remota, cree que “es momento de amigarse con la tecnología”, como un aprendizaje que deja esta situación inesperada. “Para mostrar análisis o pedir recetas, se pueden evitar consultas presenciales, sin tener que salir a la calle, exponerse al frío o una sala de espera”, apunta Santi.

 A su vez, cree que es clave la confianza mutua con el paciente, no solo la que puede brindar la clínica a la hora de tomar precauciones para evitar ser foco de contagios. De hecho, asegura que se realiza un control estricto al ingreso y otro en el área administrativa. También pide que quienes concurran sean “honestos” en cuanto a la descripción de síntomas.
 Esta advertencia parece ligada a su observación cotidiana: “En la calle veo mucha relajación, no solo la falta de barbijo, sino también de respeto social”, advirtió

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