Navegando hacia la cresta de la ola

Deportes 22 de febrero de 2020 Por Tribuna
En Villa Carlos Paz. El joven de Almafuerte de 16 años participa este fin de semana de un Torneo Sudamericano. A base de sacrificio, sueña con dedicarse de lleno a un deporte no muy popular.
Atilio Maffini-windsurf

Con la pausa y la sapiencia de un experimentado, Atilio Maffini dialoga a distancia desde Villa Carlos Paz sobre su incursión en el windsurf, un deporte no tan tradicional y en el que se destaca, a pesar de su juventud.

 "Empecé en la escuela municipal de vela con un velero chico, entrando al mundo de la navegación. Crecí y probé el windsurf, en una embarcación más grande. Me gustaba el deporte en sí porque tenía adrenalina y su parte extrema, a la vez que no era peligroso. Fui aprendiendo a navegar y entré al mundo de la competición con una tabla juvenil", sintetizó sus inicios en la actividad.
   Tiene 16 años, está a punto de comenzar a transitar 5° año de la escuela secundaria en Almafuerte y lleva ocho años de entrenamiento, los últimos cuatro en el windsurf.

   Consultado por cómo se dio el título a nivel nacional, indicó que hace tres años que compite, aprendiendo por su cuenta y notando avances, al obtener mejores puestos.
   Viáticos por traslados y cambio de equipamiento conlleva grandes erogaciones. "El equipo es el mismo pero el estado influye, cada tanto hay que renovarlo", subrayó.

 Los torneos nacionales el año pasado fueron en Mendoza, San Luis, Córdoba y Buenos Aires. "Van variando las provincias y algunas van rotando. En Almafuerte entreno, pero solo. No tengo con quién medir si hago las cosas bien o mal. Para lo técnico y el manejo de la tabla, me tengo que ir a Carlos Paz. Estoy con Reutemann como entrenador y los chicos de la provincia", sintetizó sobre las sedes de la actividad.

Desde ayer y hasta el 25 de febrero, Maffini está participando del Sudamericano en Villa Carlos Paz. El calendario inminente también incluye una incursión por Montevideo, con embarcación en vela para categoría juvenil y un clasificatorio para el Mundial Juvenil en Brasil.

 

 La modalidad de puntuación en el torneo se da por las posiciones obtenidas en las distintas regatas, descartando los peores lugares. Quien suma menos puntos -por las ubicaciones- es el ganador. Los descartes se dan a la quinta y a la duodécima regata.
 

 Posteriormente, el Mundial de Turquía, con fecha a confirmar en septiembre, es abierto y se presenta como un gran anhelo para Atilio.
   La difusión de su búsqueda de auspiciantes le permitió conseguir algunos ingresos privados de amigos y equipamiento de velas y tablas. "Ahora estoy juntando para los viajes", afirmó.
 

 En esa misma línea, Maffini apuesta a que este deporte pueda ser su medio de vida. "Esforzándose, se puede. La situación del país no es tan buena si se compara con otros países, donde pueden pagar entrenadores caros y pueden renovar equipos todos los años", comparó, pero manteniendo un tono optimista.
   Le ha costado contar con un entrenador y obtener becas deportivas para sustentar su progreso. "Me siento preparado físicamente y técnicamente estoy mejorando el manejo de la tabla, pero me falta llegar a un nivel de excelencia porque estuve sin entrenador mucho tiempo", señaló.
   De todas maneras, con pasión y talento, Atilio confía en sus capacidades y sacrificio. Es el mejor fundamento para un sueño de grandeza de un deportista en franco ascenso.

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