Tancacha tiene en estos momentos un embajador cultural que rompe el molde mediante una expresión artística quizás impensada hace poco tiempo.
Con solo 20 años, Santi Cepeda sigue firme detrás de un sueño que persigue desde que era pequeño: cantar.
Trap y reggaeton son los ritmos que combina en sus canciones y a esta altura es raro encontrar a un niño o joven de Tancacha, -su principal público-, que no sepa tararear algún estribillo.
Santi ya comparte sus tiempos entre la localidad que lo vio crecer y Córdoba, donde reside gran parte del año dedicándose ya por completo a su incipiente carrera musical.
Como tantos jóvenes del interior, a los 17 años partió hacia la capital provincial para estudiar una carrera universitaria. Fue allí donde se encontró entre los apuntes de Ciencias de la Comunicación, escribiendo canciones y terminó de convencerse cuál era el camino que quería seguir. Si a eso se le suma un fuerte apoyo familiar, estaba la base para ir detrás de un objetivo.
El cantante ya tiene unos seis temas producidos y tres videoclips, colgados en redes como Spotify y Youtube, cuya producción puede sorprender a más de uno, más allá del gusto musical.
"Vine para quedarme en el show" fue producido integramente  en Tancacha, con la cancha de CARIB como epicentro, lugar donde ha pasado muchos momentos con su otra pasión: el básquet.
"Poder filmar en mi pueblo fue como un agradecimiento por todo el cariño que me dan y lo más espontaneo que hice, porque soy 100 por ciento yo", expresa.  A comienzos del pasado mes, dos dias seguidos de presentaciones a sala llena en el Centro Cultural, fueron una muestra de lo que genera en su pueblo.
A su vez, "Pégate conmigo" tuvo como escenario los alrededores  del lago en Villa del Dique y para "No te creo nada", eligió una noche de Buenos Aires.
También se puede observar los denominados "vlog" donde muestra el detrás de escena de alguna producción o viaje porque "la gente quiere conocer a la persona no solo el artista", afirma.
Arrancar el día tocando la guitarra, la batería, para luego entrenarse físicamente y continuar practicando canto, es una rutina que no negocia, aún en estos meses de verano que lo encuentran nuevamente en Tancacha.
Seguir generando nuevo material es por ahora la meta que persigue junto a su productor, para luego ir por un disco para el cual sabe que necesita al menos unas 10 canciones. "Ya con más cosas para mostrar será momento también de pensar en shows y la llegada a nuevos públicos", comenta.
No falta quien lo llame "el Paulo Londra de Tancacha" y la referencia es inevitable hacia el mayor exponente de este estilo musical. Sin bien Santi valora notablemente al joven músico cordobés y comparte la misma generación, afirma que Maluma es su principal referente, "por su música, estilo y como se ve".
"Cuando era chico soñaba tocar la batería, y hoy tengo la posibilidad de hacerlo, después, que alguien me pidiera una foto  o un autógrafo y también se dio, porqué no seguir soñando", expresa el joven tancachense.
Teniendo en cuenta la corta edad del público al que va dirigido, Santi parece ser un referente y se hace cargo. "No se trata solo de hacer música, sino enviar un mensaje de seguir los sueños, aunque no sea fácil y haya trabas en el camino, lo importante es ser perseverante".
Mientras tanto, su carrera no se detiene, pero basada en pasos más cercanos a la firmeza que al vértigo, rumbo al objetivo de poder hacer de la música su medio de vida.