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Ferrer y su cruzada por un “partido moderno” y a salvo del “peronismo hegemónico”

El intendente Ferrer lanzó su campaña electoral para presidir el radicalismo provincial, en las internas del 8 de septiembre.

Locales10/08/2024TribunaTribuna
FERRER-DE LOREDO
Marcos Ferrer y Rodrigo de Loredo la semana pasada, en la primera foto tras la presentación de la lista

Para mí es un honor poder competir por ese lugar”, dice Marcos Ferrer, intendente de Río Tercero, ya consagrado candidato a presidir el Comité Provincial de la UCR. “Desde que uno empieza a militar en política en este partido, sueña con llegar a la Casa Radical”, añade en una breve pausa de gestión para recibir a TRIBUNA.

Ferrer competirá encabezando la lista de Generación X, el sello interno liderado por su amigo y socio político Rodrigo de Loredo. Enfrentará a otros dos sectores: Más Radicalismo que lleva como candidato a Ignacio Tagni, intendente de Villa Nueva, apoyado por Ramón Mestre, Mario Decara y Carlos Becerra.

Y una tercera opción, Córdoba con Todos, que propone a Sebastián Peralta, exintendente de Villa Tulumba, por un espacio cercano a la vicegobernadora Myrian Prunotto.

-¿Con qué respaldo contás?
-El de muchos amigos, dirigentes, intendentes, legisladores, muchas mujeres que en el radicalismo han aparecido con fuerza. Entiendo que es el momento que nos correspondería junto con Rodrigo y un equipo que venimos armando hace tiempo, para que nos den la oportunidad de conducir. El partido ha sido conducido durante mucho tiempo por dirigentes y nombres que se repiten. Es tiempo de caras nuevas. Es hora de comenzar a cambiar una lógica que, como resultados electorales, no ha sido positiva. 

-¿Puede concretarse un acuerdo que evite la interna?
-Es una posibilidad. Siempre hay una instancia de diálogo. Es más dificultoso porque las listas están presentadas y de alguna manera uno tiene que transitar la campaña para presidir el partido. Hay alguna conversación. Si hacemos un esfuerzo podemos llegar a evitar la interna. 

Hay que pensar en un partido moderno, dinámico, aggiornado a los tiempos que corren. 

-El primer mensaje fue fuerte, apuntado contra el oficialismo en Córdoba, ¿será esa la estrategia?
-Es un mensaje que, de alguna manera, representa la realidad. Hay una intromisión del peronismo en la política interna del radicalismo, a través de actores radicales, y de la vicegobernadora (Myrian Prunotto) en particular. A eso nos enfrentamos. Salimos al cruce de esa realidad: que nos vengan a conducir el partido. Si eso ocurre, vamos a intentar no permitirlo. El peronismo siempre ha querido ser hegemónico. Es decir tener todo el poder. A diferencia de otras veces, noto que ellos vienen por el sello partidario. Eso no pasó en otras oportunidades. Siempre hubo dirigentes que fueron de un lado a otro, pero nunca ocurrió que un partido se quiera apropiar de otro. Es la cruzada que tenemos.

-¿Cuál es tu idea u objetivo como eventual presidente del partido?
-Primero trabajar en la unidad. Terminar con las rencillas históricas y peleas que no tienen sentido. Y luego pensar en un partido moderno, dinámico, aggiornado a los tiempos que corren. Con lógicas distintas y mucha militancia y reunión digital. Es decir, que nos acostumbremos a pensar esas nuevas lógicas. Tenemos que pensar que hoy tenemos un presidente en la Argentina que no tiene partido político, es incipiente y sin embargo ganó una elección. Está claro que hoy la discusión política está pasando por otro lado, no por los comité. Podemos añorar mucho el pasado, pero viene una modernidad que es inevitable que la dicta la misma sociedad. Antes era común la casa partidaria, el comité construido en cada pueblo de la provincia. Hoy la militancia pasa por 10 centímetros que es el celular: una pantalla y un clic. Si no nos aggiornamos, la modernidad nos lleva puestos. Hay que trabajar mucho en eso y en la mente de nuestros dirigentes. Todos están acostumbrados a una lógica: la reunión departamental, la del circuito… Es una sinergia que se puede mantener, pero hay que agregarle la modernidad. Hay que exigir la militancia digital. Tenemos que tener dirigentes twitteros, no es para bajarles el precio. Si estás ausente de ahí, no estás en la discusión política.

-¿Cómo se plantea esa renovación en función de los dirigentes? Hay gente que viene de otra época.
-Hay muchos que lo han entendido, incluso más allá de la edad. Tiene que ver con la capacidad de incorporar herramientas nuevas. Uno puede renegar de cualquier cosa, pero hoy la tecnología te atropella. Recuerdo que cuando yo trabajaba en el banco, los jubilados comenzaban a cobrar a través de la tarjeta de débito y no más por el cajero (humano). Costaba un montón, pero la transición hubo que hacerla. Hoy los jubilados se manejan con tarjeta de débito, de crédito. De alguna manera hay que forzar eso. Cuando se decía que Rentas (presencial) iba a desaparecer, se planteaba que todos estaban acostumbrados a hablar con el empleado… Hoy no existe más, se canaliza por el Ciudadano Digital (CiDi). Hay una migración hacia la tecnología que debe ser obligatoria. 

El negocio del peronismo es que el radicalismo esté solo, en un rincón y que no se pelee con nadie. Nosotros no vamos a hacia esa opción. Nos vamos a juntar con quien tengamos que hacerlo, para gobernar.

-Aún más un partido político.
-El partido tiene que exigir esa organización. No hay opción. Son las nuevas herramientas. Si no te quedás afuera de la política. Se puede discutir la realidad de la provincia dentro de un comité, pero se enteran los cinco que están allí.

-Algunos de tus contrincantes plantean un cierto recelo por una posible alianza con la Libertad Avanza, el partido del presidente Milei.
-Es una discusión direccionada e intencionada a generar un desgaste. El Presidente, cada vez que habló, no mencionó nunca sociedades con la UCR. ¿Por qué discutiría eso el radicalismo? Además, las alianzas nacionales se definen en el Comité Nacional, no en la provincia. Y si hubiera un acuerdo en la provincia, lo define el congreso partidario. Con lo cual es una discusión que excede. Mi opinión es que encabece el radicalismo (las fórmulas) a presidente, gobernador, diputados nacionales.

-Ese es el objetivo.
-Que el radicalismo conduzca. Y si abajo se meten los diferentes actores políticos, que vengan. De lo contrario es pensar en chiquito. O es hacerle el negocio a otros, que es lo que algunos radicales, no tan radicales, están haciendo. El negocio del peronismo es que el radicalismo esté solo, en un rincón y que no se pelee con nadie. Nosotros no vamos a hacia esa opción. Nos vamos a juntar con quien tengamos que hacerlo, para gobernar. 

-¿Este criterio lo acompañan la mayoría de los intendentes?
-Muchos intendentes, muchos legisladores, dirigentes del interior, Rodrigo -que es el principal dirigente que tiene el radicalismo en Córdoba- y un grupo que hemos construido hace años que tenemos una mirada con un sentido más práctico y no tan dogmático acerca de dónde tiene que ir el partido. Tenemos una formación doctrinaria y partidaria, pero no por eso no nos permitimos ver la realidad que pasa en la sociedad. Dicen que la gente no mira al radicalismo; y qué nos van a mirar si estamos encerrados en cuatro paredes hablando nosotros mismos, y la gente discute en las redes la realidad de la política. Hay que estar primero en el lugar donde se discuten las cosas, y segundo tomando una posición política. 

El fuerte mensaje del comienzo

TAPA FERRER

A las pocas horas de formalizar su lista para presidir el radicalismo cordobés, Marcos Ferrer empezó fuerte la campaña rumbo a las internas del 8 de septiembre. Como para que la militancia no tenga dudas sobre el rol opositor, dijo: “La UCR de Córdoba que quiero presidir nació hace hoy 133 años para enfrentar el régimen hegemónico del siglo 19. Ahora nos toca luchar contra otro partido, el peronista, que autoritariamente quiere la hegemonía para que nadie critique sus errores”, escribió Ferrer en su cuenta de X.

“Mientras, el peronismo ocupa su tiempo en la vida interna de otro partido, en Córdoba, las noticias son los crímenes y los paros docentes. Hay que cambiar ahora, para cambiar en el 2027”, señaló en alusión a la posible injerencia del oficialismo provincial en alguna de las listas que compiten en la interna, y al objetivo concreto de construir una alternativa de gobierno en Córdoba para 2027. 

“Nosotros, en Generación X, estamos orgullosos de la lucha que protagonizamos. Por un partido con sus propias ideas y valores, que complete la renovación iniciada en 2021. Como pasaba en el siglo 19, hacen falta mejores instituciones y elecciones sin zancadillas”, añadió.

“Si estoy dispuesto a dar esta pelea para conducir el radicalismo de Córdoba es porque me acompaña un gran equipo de mujeres y hombres, jóvenes e intendentes con los que trabajaré en una plataforma de gobierno para que la provincia salga del atraso, la inseguridad y la pobreza que nos dejan mas de 25 años de peronismo. Si estoy dispuesto a sacar tiempo y esfuerzo de donde no tengo para presidir el partido, es porque estoy convencido que es el primer paso de una serie que encontrará a Rodrigo de Loredo como próximo gobernador de Córdoba. Si estoy dispuesto a pelear por presidir mi partido es porque es para mí, un honor”, destacó luego acompañando una foto almorzando el sábado con De Loredo. 

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