FUNAM expuso su preocupación por el incendio en un taller de la Central Nuclear

Regionales 29 de abril de 2024 Por Tribuna
El biólogo Raúl Montenegro apuntó contra NASA y la “falta de controles”.
CENTRAL INCENDIO
Para la extinción del incendio participaron varias dotaciones de bomberos de la zona de Calamuchita

Ante el incendio registrado en el predio de la central nuclear de Embalse, el biólogo Raúl Montenegro, presidente de FUNAM, cuestionó a las autoridades de la Central, por no haber evitado el siniestro, tomando las precauciones del caso.

“Si NASA, la operadora de la central nuclear, con todos los recursos, protocolos y experiencia que dice poseer, no logra evitar un incendio en una simple instalación, el hecho es gravísimo. Podría haber ocurrido cerca de los silos, o en el edificio del reactor. Un doble aplazo para NASA y sus autoridades”, cuestionó Montenegro en una carta enviada a TRIBUNA. 

“Primero, el incendio no debió ocurrir. Segundo, los pobladores de la provincia de Córdoba se enteraron de lo sucedido a través de los medios, no por una noticia oficial, nacional, que diera todos los detalles, incluida distancia de lo ocurrido respecto de los silos y el reactor”, expresó. 

“Es tal la lentitud de reacción e irresponsabilidad de las autoridades nucleares, que solo describieron lo ocurrido cuando la comunidad ya había escuchado las noticias, o había visto el incendio desde la distancia", dijo el presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente.

Montenegro, que integra el MARA, Movimiento Antinuclear de la República Argentina, y es director del Campus Córdoba del Right Livelihood College, sostuvo que "cuando en un lugar supuestamente tan controlado no se logra evitar un incendio, es inevitable pensar que también el reactor o los silos pueden estar tan escasamente vigilados y controlados como el lugar que se quemó".

Montenegro agregó que el incendio "ocurrió el mismo día en que se registró un sismo de magnitud 4,6 en la escala de Richter, 16 km al sudoeste de Jesús María, y que fue percibido en la mayor parte de la provincia".

“Esto nos lleva a denunciar un vacío inconcebible a nivel de prevención. Aunque resulte sorprendente, el total de la población de la provincia de Córdoba sigue sin estar preparada para el peor accidente o evento nuclear posible, nivel 7 en la escala del INES. Las autoridades nucleares siguen haciendo simulacros de accidente menor en un radio de solo 10 kilómetros alrededor de la central. Un área tan limitada contrasta con lo que ocurre en el peor accidente posible. En tales casos -como ya ocurrió en Chernobyl- una nube altamente radiactiva podría contaminar zonas ubicadas en un radio de 500 a 700 kilómetros alrededor del reactor siniestrado”, indicó.       

“Está claro que NASA, ARN y CNEA no quieren que la población asuma el peligro que representa el reactor nuclear, y los silos donde se almacena el combustible nuclear agotado, altamente radiactivo".

En esa línea, Montenegro cuestionó a las autoridades provinciales, por no exigir “a Nucleoeléctrica Argentina SA y a la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), que distribuyan en toda la provincia -comunidad, instituciones, medios de comunicación social- un 'Plan Ciudadano para actuar ante el peor accidente o evento nuclear', que tenga todas las consignas”. 

“Es vergonzoso que desde el año 2011 FUNAM haya debido hacer lo que NASA no hace”, dijo.
 En ese contexto, recordó que “Argentina es el primer país de América Latina que ya tuvo un accidente nuclear nivel 4 en el reactor nuclear de investigación RA-2 en Constituyentes, provincia de Buenos Aires (1983). Tenemos además el dudoso privilegio de ser el primer país de la región en haber tenido un muerto y 17 personas contaminadas radiactivamente en ese mismo accidente. Afortunadamente, no hubo entonces emisión de material radiactivo fuera del recinto donde ocurrió", explicó Montenegro.   

Señaló que el "gobernador y la  ministra de Ambiente en Córdoba deben exigir además que NASA presente el esquema de hospitales y personal de salud que actuaría en caso de que ocurriera el peor accidente o evento nuclear. Un posible evento es que un avión comercial de gran porte, por ejemplo un Boeing 767, chocara contra los silos donde se almacena material altamente radiactivo. Ello provocaría una catástrofe de impredecibles consecuencias. Recordemos que a nivel de radiación ionizante -la que emiten los materiales radiactivos- no existe ningún valor inocuo, y que los residuos radiactivos de alta actividad que descarta un reactor siguen siendo de riesgo por más de 240.000 años". 

"Sugerimos además a las autoridades provinciales que encarguen una auditoría independiente para medir la contaminación radioactiva producida en el lugar tras décadas de funcionamiento del reactor. Embalse sigue descargando por ejemplo tritio-3 radiactivo en grandes cantidades al aire y al agua del lago, además de pequeñas dosis de otros materiales radiactivos, como cesio-137, iodo-131 y estroncio-90. También deberían encargar un estudio independiente para saber si el reactor y los silos pueden resistir sismos que, eventualmente, superen los de diseño, de comienzos de la década de 1960. En especial si tenemos en cuenta los estudios recientes sobre paleosismología realizados por la Universidad Nacional de Río Cuarto, y que puedan ocurrir sismos por encima de ese valor de diseño", concluyó.

Cómo fue el incendio
El fuego se inició el jueves alrededor de las 20.30 en un taller anexo en el que había cables y distintos insumos. Los ingresos se encontraban controlados por Gendarmería Nacional, además trabajaron Bomberos Voluntarios y personal del Departamento Unidades de Alto Riesgo (Duar).

La empresa Nucleoeléctrica Argentina informó que la situación pudo ser controlada y precisó que se trató de un “principio de incendio” originado en un “área periférica de la Central Nuclear”.

“Cabe destacar que el incidente no representó riesgo alguno para la operación de la central, que continuó generando energía de manera segura mientras se controlaba la situación”, aseguró el comunicado.

El texto de la empresa agregó que “los daños registrados por el incendio son únicamente materiales, sin damnificados entre el personal de la central ni de las fuerzas de respuesta”.

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